¿QUÉ PUEDE UN VERSO?

TEXTO: FRANCO FURNO FOTOS: JUAN CAMELIA

Marianela Saavedra pone el cuerpo en su poesía. Escribe desde la opresión que recibió por ser una mujer gorda, marrón, madre, docente, artista, descendiente de charrúas y afros. Se considera una obrera de la palabra que escribe poesía porque considera que es el lenguaje más honesto para decir, para reclamar, para lograr el buen vivir. Hoy vive en Paraje Entre Ríos, contenida por las montañas, entre El Bolsón y Lago Puelo, el lugar que eligió con su familia después de recorrer Latinoamérica y de exiliarse de la pobreza, del maltrato y de los lugares donde no se sintió querida.

En su poesía escuchamos los silencios y los gritos de su infancia pobre, de la rabia por la violencia recibida en su Gualeguay natal, de las injusticias que siente en su piel orgullosamente marrón y, sobre todo, de las voces de miles de personas invisibles que se ven reflejadas en sus versos.  Marianela saca de su mochila algunos de sus libros, entre ellos "Reaccionaria”, que en su tapa contiene el dibujo de una mujer con los ojos en llamas.

"Cuando leo este libro, que escribí en 2017, me doy cuenta de lo cíclico de la política y de las cuestiones sociales y comunitarias, y es muy actual. En su momento le hablaba a Macri y a Bolsonaro, y ahora es lo mismo, la embestida de la derecha y la resistencia del pueblo otra vez."

“Poesía Gorda”, el último libro de Marianela fue editado por Sudestada. Hay fotos y textos firmados por distintas personas. La poesía de la autora entreteje esos rostros y esos versos.   Pero antes de que exista este proyecto colectivo, en el que participan muchas personas aportando palabras, cuerpos y pensamientos, ella ya se paraba desde una poética gorda.

"Sentía que había que ocupar un lugar, que la gordura, lo marrón, lo marginado, no estaba teniendo un lugar en el arte, y dije, bueno, acá me paro y hago poesía gorda, le pongo nombre a la poesía, le pongo identidad. Fue decir: bueno yo voy a escribir entonces desde mi identidad, no podría escribir desde otro lugar tampoco, no quiero que mi escritura esté despersonificada. "

¿Puede un verso hacer el ruido suficiente para despertar a ese público que parece que se durmió de exceso de desmemorización? -Sí, yo estoy convencidísima que un verso puede hacer la revolución, puede marcar la diferencia, puede cambiarle la vida a alguien, puede salvar vidas y puede abrir un montón de cosas. Sí, puede un verso, sí.