Rolando
(APe).- Barrio Ludueña es el profundo y lejano noroeste rosarino. Allí, desde hace medio siglo, el sacerdote Edgardo Montaldo viene inventando escuelas, comedores y esperanzas. Pero en el último cuarto de siglo comenzó a darse cuenta del poder destructivo del negocio paraestatal del narcotráfico.