Bienvenida Casandra cierra sus puertas
Bienvenida Casandra, espacio cultural con cuatro años de trayectoria en la ciudad, cierra sus puertas. Integrante del colectivo que se conformó en el mes de abril, el ECUR (Espacios Culturales de Rosario), Bienvenida Casandra decide cerrar el lugar frente al atosigamiento burócrático y las diversas multas absurdas que recibieron por «publicidad no autorizada», de parte del municipio. Desde el Ecur manifestaron su repudio: «son multas que ahogan económicamente espacios autogestivos ya de por si complejos de sostener diariame nte.» La necesidad de contar con una nueva ordenanza que regule el funcionamiento de dichos espacios se vuelve imprescindible. Compartimos el video reportaje realizado por el Colectivo Avispero.
Por María Cruz Ciarniello
En el mes de abril de este año, espacios culturales autogestivos de la ciudad decidieron juntar fuerzas. Así conformaron el Ecur, luego de conocerse la clausura del Bar Olimpo de Rosario. El comunicado, emitido en ese entonces, decía: una vez más un espacio cultural se ve obligado a cerrar sus puertas a causa de un Municipio que controla de manera selectiva y poco clara, amparados en una normativa cuestionada por amplios sectores y en muchos aspectos caduca.
El Olimpo reabrió, pero los condicionamientos impuestos por el Municipio continuaron. El debate por una nueva ordenanza que regule el funcionamiento de espacios culturales autónomos comenzó a cobrar dimensión.
Desde el Ecur sostienen que el planteo tiene que ver con que en “la discusión por la noche”, que hoy se sucede en la agenda pública y en el Concejo Municipal y que incluye a bolicheros y dueños de bares que hasta ahora se han convocado a debatir, deja afuera una dimensión fundamental. Hablamos de los Espacios Culturales que abundan en la ciudad y generamos día a día, noche a noche, un sin fin de actividades que, por la lógica misma de una ordenanza que regula el “entretenimiento”, quedamos en un marco de legalidad difusa, ya que debemos acomodarnos a figuras legales que poco tienen que ver con la diversidad de actividades que desarrollamos. Eso es lo que luego trae aparejado, inspecciones discrecionales de por medio, este tipo de clausuras”.
Luego de semanas de discusión y mesas de diálogo con diversas áreas de la Municipalidad y representantes de rubros gastronómicos y bares, el Ecur volvió nuevamente a emitir un comunicado en el mes de septiembre. Cuando todo parecía que la discusión abría paso a la sanción de una nueva Ordenanza que contemplara la realidad de estos espacios que han emergido en la cultura rosarina, promoviendo otras expresiones artísticas y generando espacios alternativos de difusión para el teatro, la música, etc, el Municipio decide reglamentar por decreto un artículo de la actual Ordenanza de espectáculos públicos N º 7218, hasta tanto el Concejo Municipal sancione una nueva norma.
“La traducción formal de esta línea de entendimiento fue un decreto de Reglamentación sobre la ordenanza de Espectáculos, que lamentablemente no solo no cumple las expectativas allí depositadas, sino que el municipio sale anunciar unilateralmente sin dar oportunidad de una devolución a aquellos con los que se supone dialogaron durante semanas para elaborar la propuesta”, dijeron desde el Ecur, quienes nuevamente expresaron la necesidad de reconocer la diversidad de rubros y habilitaciones con las que cuentan y que, justamente, no se ajustan al rótulo asignado por el decreto, el de “programación artística” aplicable a restaurantes y bares con difusión musical y números en vivo.
Desde el Municipio, en declaraciones con Rosario 12, defendieron la reglamentación: «Planteamos una cantidad de consideraciones para facilitar la actividad cultural», explicó el secretario de Cultura municipal. (Ver nota en Rosario/12, 2/9/2014)
A su vez, el Ecur denunció la cantidad de requisitos y trámites burocráticos que contempla el decreto (presentación de croquis de movimiento de mobiliarios, descripción de tipo de música con la que musicaliza, etc etc), “que suman más trabas que facilidades a la hora de realizar nuestro trabajo. «Lo que refleja el texto a nuestro entender es que una vez más la línea de Control y (supuesta) Convivencia gana por sobre la idea de la promoción y el desarrollo cultural. No se ha comprendido el planteo de fondo que venimos llevando adelante y la propuesta desnuda una preocupante visión del Ejecutivo sobre los modos de hacer y producir cultura en la ciudad.”
El pasado 9 de octubre, los espacios culturales volvieron a hacer oir su voz y su reclamo. Esta vez, frente a la aparición de fajas de control bajo el operativo de publicidad no autorizada que la Municipalidad, a través de la Secretaría de Control, desplegó con toda furia. Algunos de los espacios nucleados en el Ecur fueron multados por tener anuncios colocados en la puerta de sus locales y por publicidad callejera realizada por artistas. Tal es el caso de Distrito Siete y Bienvenida Casandra. “Un disparate, un sinsentido que hoy se traduce en multas que ahogan económicamente espacios autogestivos ya de por si complejos de sostener diariamente. “Nosotros estamos para controlar. Si las regalas están mal hechas habrá que cambiarlas, pero eso no podemos hacerlo”. Dicen desde la Secretaría de Convivencia. “Arreglense con las bandas”, dicen la Jueza. Y en el medio nosotros”, señalaron desde estos espacios y agregaron: «Si la difusión sólo puede ser en los lugares pagos, pero esos espacios son económicamente inaccesibles: ¿donde está la igualdad? ¿Cómo se supone que los pequeños y medianos artistas y espacios deben publicitar sus espectáculos y competir contra esas grandes maquinaras de propaganda?»
Lo cierto es que hoy conocimos el cierre de uno de ello: Bienvenida Casandra, con 4 años de trayectoria. En una entrevista con el Colectivo Avispero, las referentes del espacio explicaron los motivos del cierre. “Se nos está haciendo difícil continuar por la cantidad de multas y bastante atosigamiento de reglamentaciones que no nos representan a nosotras como espacios culturales y parece ser que nos enfrentamos a la Municipalidad, cuando en realidad no queremos hacerlo. Tenemos todo lo que se nos pide para que el público esté bien. Pero hay reglamentaciones como lo del sonido que esta totalmente caduca”.
Cabe señalar que el pedido de incluir la figura de mediación por parte del Ecur ante las denuncias de ruidos molestos y con el objeto de evitar clausuras preventivas injustificadas, no fue contemplado en la reglamentación del decreto.
En otro pasaje de la entrevista, expresan la realidad que no atañe solo a Bienvenida Casandra, sino a muchos otros espacios culturales que frente a estos controles, se ven con muchísimas dificultades de poder continuar con el sostenimiento. “A fines del año pasado comenzó una presencia fuerte de control. Y las multas por publicidad comenzó en octubre, cuando recibimos las primeras dos cédulas por faltas por publicidad antireglamentaria. Pudimos tener una reunión con Seghezzo. Según nos informaron esas multas serían de $400 cada una. La ordenanza establece que de todas maneras, aunque nosotras no hayamos hecho esa acción, somos las responsables. Nos sentimos bastante expuestas a seguir recibiendo este tipo de multas por una acción que es incontrolable. Nosotras no vemos una solución a la problemática, porque mientras tanto nos siguen atosigando con multas.”
A pesar del cierre, desde Bienvenida Casandra aseguraron que el trabajo continuará, que las fuerzas no se agotan, que el arte no se detendrá. “Creemos en los espacios culturales. Siempre vamos a encontrar la forma de tener espacios donde poder expresarnos. Cada vez tenemos más fuerza pero no vamos a desaparecer”.
Compartimos el video con la nota realizado por Colectivo Avispero