La Mecha sigue encendida
Una nueva jornada en conmemoración de la militante social asesinada en los primeros días del 2013. Esta vez la celebración fue de la mano con los familiares y compañeros que exigen justicia.
Soy feliz porque todo el amor
que les di hasta el momento de hoy
les servirá para el resto de los días aunque no esté yo
la tierra nunca se olvida que el árbol es su primer pensamiento
Entre mendigos y ricos, guerra y paraíso
muerte y nacimiento, entre milagro y dolor
voy subiendo a la vida como les pasa a las dos
pensando siempre que cuando los ángeles viajan sale el sol (León Gieco)
Por Martín Stoianovich
El edificio de la sede de Gobernación en Rosario, ubicado en la calle Santa Fe al 1900, luce desde afuera igual que siempre. Incluso permanecen algunas pintadas en lo alto de su fachada principal producto de movilizaciones anteriores. “Justicia. Mercedes Presente”, dice la más sobresaliente a centímetros de un afiche que resiste a la limpieza y muestra, todavía hoy, el rostro de Mercedes Delgado, militante social asesinada en enero de 2013. Este 15 de agosto “Mecha” cumpliría 52 años, motivo suficiente para que sus compañeros de militancia en el barrio Ludueña y otras organizaciones sociales de la ciudad, volvieran al mismo lugar. Esta vez es enfrente, sobre la plaza San Martín, donde la tierra se recupera de las lluvias del fin de semana, el cielo se despeja, hay festejo, globos, música y se habla de continuar la lucha con alegría. También se sigue exigiendo justicia, porque a más de un año y medio del hecho la causa judicial no avanza y ni siquiera se imputa al principal sospechoso.
Juan Ponce, hijo de Mercedes, cuenta a este medio cómo surge la necesidad de festejar un cumpleaños sin la protagonista: “Creemos que la alegría es una manera de cambiar un poco la realidad. La tristeza y los llantos que salen de uno intentamos convertirlos en lucha”. Ponce es consciente de que en la lucha de la que habla tiene en frente a un sistema político que en toda su estructura pareciera incentivar el desamparo de los que, cómo él y su madre, militan y militaron en los barrios populares. “Estamos acá (frente a la sede del Gobierno Provincial) porque es donde están los grandes responsables de la pérdida de mi madre. Son ellos los que tienen que ocuparse de lo que nosotros como militantes y organizaciones nos estamos ocupando. El gobierno no se hace presente y nosotros no tenemos las herramientas necesarias”, explica el joven, quien con el paso del tiempo se afianza como pilar de este reclamo junto a El Caleidoscopio, la organización social de Ludueña que compartía con Mercedes su militancia en el barrio y en el centro comunitario San Cayetano.
“Me hubiese gustado que el reconocimiento sea en vida, como debería ser con las otras doñas que están en el comedor todos los días trabajando por los chicos”, agrega Ponce a la vez que reconoce la importancia de que hoy su madre se constituya como una referente “por el trabajo que hacía con los pibes del barrio y las comunidades”. Hacia el mismo sentido apunta Iván Torres Leal, integrante de El Caleidoscopio, cuando afirma: “Queremos sentir que su lucha sigue vigente. Festejar es dar el parte de alegría que siempre nos dio Mercedes y que debe tener cada lucha. Lo ideal sería que no estuviéramos aquí, que no hubiera sucedido nada de esto”.
La jornada acontece en medio de la actuación de músicos populares, intervenciones artísticas, lecturas de adhesiones y documentos de otras organizaciones, y personas que en la vorágine de un lunes por la mañana se detienen a descubrir el origen de tanto alboroto. “Se está exigiendo justicia por una militante social asesinada”, es el grito que resuena frecuentemente por los parlantes a modo de explicación. El mismo grito que se sostiene desde el primer día en que Mercedes le falta a sus seis hijos, y que aun no encuentra respuesta. “La investigación está parada porque con el nuevo sistema penal todas las brigadas que investigaron la causa fueron retiradas”, explica Ponce. La causa además atravesó un cambio de juez con el nuevo sistema penal, y quedó a cargo de Irma Bilotta, jueza de Instrucción Nº 10. De forma paralela al trabajo de la justicia, el entorno de la víctima tiene un sospechoso señalado, sobre el cual todavía no ha caído la ley. Pero la mira no parece estar errada: a mitad de mayo último la familia de Mercedes sufrió un atentado en su propia casa al recibir disparos de armas de fuego y amenazas por parte de uno de los partícipes del asesinato de la militante.
La otra justicia
Mercedes cocinaba todos los días para amainar el hambre en las familias carenciadas y marginadas de uno de los barrios más excluidos de la ciudad. Su vida, desde su trabajo hasta su muerte, fue consecuencia de los espacios en blanco que dejan los gobiernos en su rol y que se traducen en las amplias brechas que profundizan la desigualdad social. Como Mercedes hay muchas personas más, y entendiendo esto es que sus compañeros hoy sienten la necesidad de profundizar este camino más allá del reclamo al accionar judicial.
“No esperamos sólo la justicia de Tribunales, que es una justicia de elite y hegemónica, sino construir una justicia desde el pueblo, que luche visibilizando la causa de los pobres. Mercedes como luchadora social organizada en un colectivo de mujeres en un barrio fue asesinada como consecuencia del sistema capitalista”, explica César Dottore, otro integrante de El Caleidoscopio.
Siguiendo esta línea, se habla de justicia popular, distinguiéndola de la justicia penal por el sólo hecho de complejizar al asesinato de Mercedes como una consecuencia de errores políticos y no sólo como un delito punible. “Por más que haya justicia penal, todas las problemáticas del barrio van a seguir estando, y no se soluciona nada. Por eso tenemos que denunciar esa injusticia también. Al no estar Mercedes quedan a la deriva su familia y los pibes con los que ella hacía justicia por el abandono del Estado en los barrios”, argumenta Dottore. En relación a esto, Iván Torres Leal afirma: “En esta lucha no sólo estamos para encarcelar, porque todo el contenido de la justicia se recubre desde la lucha popular. No creemos que en el Estado reside la justicia, porque la justicia reside en la sociedad, que debe intervenir para que el Estado cumpla sus funciones”.
1 comentario
Muy buena la nota.
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