Montañas de basura en la cultura del descarte
¿Es posible producir menos basura cuando no se modifican las lógicas de producción y consumo?; ¿Qué engranajes son fundamentales para una buena gestión de residuos? La ordenanza de Basura Cero, aprobada hace 6 años en Rosario, entre otras metas busca disminuir gradualmente el envío de residuos al relleno sanitario de Ricardone, allí llegan por día 1000 toneladas de basura desde varios municipios de la región. Mirko Moskat, coordinador del área Residuos de Taller Ecologista, nos aporta elementos para comprender integralmente un tema que se presenta complejo en todas las ciudades del mundo.
Por Vivi Benito
Por día se tiran 1000 toneladas de basura en el relleno sanitario de Ricardone, que al ritmo con que se expande, de montaña va camino a parecer una cordillera. Rosario es la ciudad que más aporta, unas 800 toneladas, junto a los residuos de municipios de la región, llegan a sumar 1000 cada día, todos los días. Cuesta imaginar semejante cantidad de basura toda junta. Tomar el 35/9 hasta Ricardone, conversar con los vecinos y respirar el denso aire de la zona quizás sea una forma de empezar a dimensionar el problema.
Esta misma práctica y lógica de sacarse la basura de encima o ponerla debajo de la alfombra, desde hace décadas se repite en todo el país y en Latinoamérica. La situación por la que atraviesan los vecinos de las localidades donde funcionan rellenos sanitarios, es de injusticia ambiental, a sus habitantes no les queda otra que soportar los impactos devenidos de este sistema de disposición final de residuos que vislumbra pocas perspectivas de modificarse, cuando la cultura del consumismo brilla y encandila, como los pisos de un shopping.
“Un relleno sanitario genera gases por los procesos de descomposición de la basura, esto va a la atmósfera a través de tubos. Los gases venteados pueden ser una causa de generación de enfermedades por las sustancias tóxicas que contienen. A su vez hay que ver qué pasa con los lixiviados (filtración subterránea de fluidos), que en el caso de Ricardone se colectan, se tratan y se arrojan en el río Paraná, hay que ver si este tratamiento logra eliminar los metales pesados”, se pregunta Mirko Moskat, especialista en Residuos.
Según nos explica Mirko, la mitad de los residuos que se producen en una ciudad son orgánicos, o sea, pueden reintegrarse al circuito de la naturaleza. En este sentido, los procesos que más se utilizan son la biodigestión y el compostaje, la versatilidad del compostaje posibilita hacerlo en diferentes espacios, desde un balcón o patio, como a nivel barrial y a gran escala. Sin embargo, actualmente en Rosario son muy bajos los porcentajes de materiales que se reciclan o se compostan, dada la falta de articulación entre los distintos engranajes del sistema.
Claves para una buena gestión de residuos
“Para un buen plan de gestión de residuos hay varias cuestiones a considerar. Lo que tiene que ver con la recuperación de materiales, tanto de residuos reciclables, como los orgánicos, son claves ciertas conductas ciudadanas, como la separación en origen y la disposición inicial diferenciada, esto debe estar articulado justamente con los servicios de recolección que tiene que diseñar y gestionar el municipio”, dice Mirko, coordinador del área Residuos de Taller Ecologista, organización que el próximo año cumple 30 años de trabajo socioambiental.
La separación en origen, o sea, tirar en casa los residuos en forma separada para luego sacar la basura en bolsas diferentes y que haya servicios diferenciales de recolección, es un primer paso para que comience bien el ciclo. Mirko observa como una de las fallas en Rosario que los mensajes del municipio no son claros, por un lado se le pide a los ciudadanos que separen, pero los servicios de disposición inicial y de recolección no facilitan la separación. “En la ciudad hay menos de mil lugares donde poner los residuos separados, además falta incentivo para hacerlo”, señala, sugiriendo invertir la lógica, tratando de ser más coherentes en las estrategias para que la efectividad del sistema no quede reducido a la buena voluntad de las personas.
El gran trabajo de los clasificadores
Otro punto importante de articulación es en relación al tratamiento de los residuos secos (papeles, cartones, envases y botellas plásticas, de vidrio, telgopor), con las plantas de clasificación. En la ciudad hay tres lugares que no llegan a ser plantas debido a las precarias condiciones estructurales, la falta de herramientas y hasta de un espacio adecuado para desarrollar el trabajo.
Dos de estos espacios cuentan con infraestructura para funcionar, uno está ubicado en Alem 3965; y el otro en Ancon 2845, gestionado por el Grupo Obispo Angeleli (GOA). El tercer lugar de clasificación funciona a cielo abierto, en la vereda este de Cabal, a metros de Olivé, en el barrio Empalme Graneros. Desde hace años este grupo le viene reclamando a la Municipalidad un lugar adecuado, además de las mínimas condiciones de higiene y seguridad (ver nota: A la intemperie)
Por fuera de estos espacios de clasificación que reciben alguna de las corrientes de residuos del municipio, existe una importante cantidad de emprendimientos de reciclaje que trabajan directamente con materiales de recolectores informales. “El reciclaje en la Argentina está originado en gran medida en situaciones de pobreza, los gobiernos en el mejor de los casos han intentado salir a responder un poco, tratando de mejorar algunas condiciones laborales, tratando de incluir a los trabajadores en un sistema más formal de gestión de residuos, pero sigue habiendo mucha distancia entre cartoneros, cirujas y las instancias donde se toman decisiones”, opina Moskat.
“Además, no hay una conciencia social real sobre el valor que tiene el trabajo que hacen los recuperadores informales de residuos. Hoy en día en Argentina y América Latina, quienes contribuyen a que se pueda recuperar un porcentaje alto de materiales, son principalmente los trabajadores informales”.
Mirko no duda en denunciar las miserias de un sistema que explota e invisibiliza siempre a los sectores más castigados: “Con los trabajadores informales -cirujas, cartoneras- hay muchas situaciones de injusticia, el sistema los explota y necesita de esos materiales que en muchos casos terminan en grandes y concentradas industrias. Esto pasa en el mercado del vidrio y los metales. Lo que se recupera en las calles y en los basurales generalmene termina en un cuello de botella que finaliza en grandes industrias, entonces su rentabilidad de alguna manera se sustenta en el trabajo precario de estos sectores”.
¿Basura Cero?
En noviembre de 2008 en Rosario se aprobó la ordenanza N° 8335, adoptando el concepto internacional de Basura Cero, con el objetivo de disminuir gradualmente la cantidad de residuos enviados a disposición final (rellenos sanitarios). En esta línea, la ciudad deberá mejorar la separación de residuos en origen y la recolección diferenciada, crear emprendimientos de reciclaje y disminuir la cantidad de residuos generados. Para el año 2012 se debería haber reducido un 25% respecto del valor registrado en 2006, la cantidad máxima debería haber sido 188.209 toneladas; sin embargo se enterraron 304.939, es decir un 60% más de lo que indica la ordenanza.
A nivel mundial una de las experiencias más conocidas en la de San Francisco (EEUU) donde están recuperando en torno al 80% de lo que producen, lo compostan o lo reciclan, y siguen enterrando un 20%, ya que hay hateriales que no son recuperables. En nuestro país también existen experiencias interesantes donde los niveles de recuperación son mejores que en Rosario, Mirko nombra las de Federal, Oro Verde y Cerrito (Entre Rios), también la de Rafaela.
“En Rafaela la separación es sin contenedores, esto es lo que nosotros planteamos. Los contenedores, si bien facilitan el mantenimiento de la higiene urbana, hacen que sea muy dificil fortalecer un sistema de separación en origen. No va a ser sencillo salir de este sistema. La separación en origen hace totalmete anónima la separación incial de residuos, no hay manera entonces de establecer controles sobre si la gente separa bien o mal. Hay que diseñar los espacios, reorganizarlos, esto es complejo en ciudades muy densificadas pero se puede pensar en experiencias al interior de los edificios, que tomen protagonismo y que haya controles mutuos”, señala.
Reactivación de la Comisión de Seguimiento
A comienzos de mayo se reactivó la Comisión de Seguimiento de la ordenanza de Basura Cero, integrada por diversas organizaciones de la ciudad, un espacio de participación para aportar críticas y recomendaciones en torno a las metas de la ordenanza que, sin embargo, no tiene carácter vinculante.
El referente de Taller Ecologista se muestra esperanzado con la vuelta al trabajo de la Comisión, y al mismo tiempo señala que no siempre son tenidos en cuenta los planteos de las organizaciones, que es sumamente dificil torcer ciertos rumbos de la gestión de residuos. «En las anteriores reuniones muchas decisiones estructurales de la gestión no eran las que se ponían en debate sino que podíamos aportar en cosas secundarias, como los mensajes de difusión. Ahora vamos a ver cómo se plantea la Comisión en adelante, desde el Ejecutivo se plantea la voluntad de sostener el espacio. Esperamos que la Comisión sirva para mejorar la gestión y poder cumplir con la ordenanza», dice Mirko Moskat sobre el final de una extensa charla.
* Planteos realizados por Taller Ecologista en la última reunión
Reclamo de concejales por incumplimiento de la Ordenanza N° 8.335
1 comentario
Gracias por la nota, en Firmat también es necesario tomar conciencia de esta situación denigrante para todos, además degradante para el medio ambiente que comprende nuestra salud, nuestras relaciones sociales, nuestro trabajo.
Por ejemplo: los que usamos bicicletas muy a menudo sufrimos las pinchaduras de cubiertas debido a los envases de vidrios que aparecen rotos y esparcidos por la calle. Los residuos de pollos que expanden un olor nauseabundo y quedan derramados en la calle por que algunos frentistas dejan las bolsas al alcance de los perros callejeros. Oras veces el mismo camión de la empresa recolectora va perdiendo parte de su carga en el camino.
La buena noticia es que además de reciclar todo lo que dejamos en unos cestos dispuestos para plásticos (que no alcanzan), hay una ordenanza que impide a los supermercados entregar bolsas de nylon a sus clientes. LO PEOR ES QUE LOS MAL EDUCADOS LIMPIAN SUS CASAS DE VEZ EN CUANDO Y LLEVAN LA BASURA EN VEHÍCULOS AL BASURAL, PERO DEJÁNDOLA EN LA CALLE, LO QUE INTERRUMPE EL PASO DEL AGUA DE LLUVIA Y ADEMÁS CON MOSCAS Y BACTERIAS CONTAMINAN A LOS VECINOS FRENTISTAS AL MISMO. IMPIDIENDO ÉSTO QUE APROVECHEN LOS FRUTOS DE SUS PLANTAS, VERDURAS, ETC. Laura Giuliani. D.N.I.12.434.349
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