Claramente la pelea se había tornado desproporcionada, desigual, donde los atacantes recibieron el apoyo de gente del bar y entre todos golpearon salvajemente al grupo de jóvenes de Villa Moreno (algunos debieron permanecer varias horas en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez debido a las lesiones sufridas). La intención de matar estaba clara y el asesino no cesó hasta lograr su cometido. Cuando Jairo parte del lugar en una moto conducida por un amigo es perseguido por una chata desde la que, el mismo sujeto que portaba el arma en la puerta del boliche, le apuntó y disparó con un balazo certero (claramente no se trataba de ningún improvisado sino alguien con experiencia en el manejo de armas de fuego).
Jairo ya no está, como tantos otros jóvenes a quienes se les viene arrebatando la vida salvajemente. Jairo era un joven que, al igual que Jere, se destacaba por su enorme y sincera sonrisa, por ser “un chico alegre, de buen corazón y con muchas ganas de vivir” (como lo describe su padre en una nota reciente), siempre presente en las movilizaciones y actividades para exigir Justicia por su hermano y sus amigos.
Es muy grande el dolor que atraviesa la familia y esos jóvenes que ya han tenido que enterrar a muchos amigos en los últimos años. El barrio entero está muy conmocionado, es que no se puede soportar la violencia que se ha instalado, donde la forma de resolver los conflictos parece ser con armas de fuego, donde cualquiera siente que tiene el poder para disponer a su antojo sobre la vida de otros.
Los que ante la crudeza de la realidad que habitamos diariamente no cejan en su ambición de convidar abiertamente su filosofía «normalista», han ofrendado un nuevo episodio al arte de la burla. Horas después de que Eduardo Trasante, con el irreparable dolor a cuestas, declare que «redoblará sus esfuerzos en la búsqueda de Justicia», el propio Ministro de Seguridad de la provincia le confesó en una comunicación telefonica «sentirse impotente ante la realidad de la violencia».
Un nuevo hecho que se suma a las escalofriantes cifras de 32 asesinados durante el mes de enero cometidos en Rosario, que nos obliga a seguir alzando la voz gritando NI UN PIBE MENOS, exigiendo a los tres poderes del estado el cumplimiento de las funciones que les son propias.
Como ha relevado la plataforma interactiva Mapa del homicidios de Rosario (http://www.lacapital.com.ar/mapa-homicidios-rosario.html): “Las cifras en esta materia son elocuentes: en 2011, en Rosario, asesinaron en forma dolosa a 130 personas. En 2012 el número ascendió a 154 (+18%) y en el 2013 trepó a 214 (+39%), un promedio de 0,6 muertes por día. En su mayoría hombres jóvenes, menores de 35 años, muertos por armas de fuego: 25 sobre 30 casos. […] Esto demuestra que el negocio de venta y alquiler de armas y munición ilegal goza de enorme salud y prosperidad en la ciudad de Rosario. Un dato a tener en cuenta por el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Nación, Gobierno de Santa Fe, Estado municipal y Policía provincial”.
Desde el Movimiento 26 de Junio – Frente Popular Darío Santillán, atravesados nuevamente por el dolor pero con la convicción de que las cosas se deben cambiar, acompañamos a la familia y exigimos al Poder Judicial el INMEDIATO ESCLARECIMIENTO DEL HECHO Y CONDENA A LOS RESPONSABLES DE LA MUERTE DE JAIRO TRASANTE.