El repudio a la posibilidad de la baja de la edad de imputabilidad no se queda en el discurso. Organizaciones sociales, políticas y gremiales dejan ver sus propuestas y planean actividades de cara a los próximos días.
Por Martín Stoianovich
Luego de no obtener los resultados esperados en las elecciones legislativas primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias, el candidato Martín Insaurralde del Frente Para la Victoria, instaló en la agenda política la posibilidad de proyectar nuevamente la baja de la edad de imputabilidad. El rechazo de organizaciones sociales, barriales, gremiales y políticas fue inminente y provocó movidas de repudio en distintos puntos del país. En Rosario se conformó la Asamblea por los Derechos de la niñez y la juventud, que fue presentada formalmente hace unos días en un acto público.
En torno a esta situación, comenzaron a definirse distintas actividades que tienen como fin no sólo el rechazo a esta medida. Se busca también visibilizar las problemáticas que ponen en peligro a los niños y proponer junto a ellos como solución una alternativa que se aleje de las penitenciarías e institutos de recuperación que funcionan como cárceles. Para esto, se conformó un documento fundacional que expresa la postura de la Asamblea, y además se realizan campañas de visibilización y se planea una movilización masiva para el 23 de octubre.
En este contexto, Gustavo Brufman, dirigente de CTA Rosario e integrante de la Asamblea, explica que esta movida comienza como respuesta a las declaraciones de Insaurralde pero además destaca “la necesidad imperiosa y urgente de decretar la emergencia social en torno a los problemas de la niñez y la juventud”.
Por su parte, Facundo Peralta, integrante de la organización Causa y Efecto, destaca la importancia de la unidad de las organizaciones sociales, políticas, estudiantiles, gremiales y personas particulares que integran la Asamblea. “Nosotros tenemos la llave para hacer una propuesta diferente, porque militamos en el territorio con los pibes generando procesos de organización popular vinculándolos a ellos de manera protagónica”, sostiene Peralta.
A su vez, observa sobre la sociedad una plataforma de debate en la que determinados sectores tienen una mirada positiva respecto de la baja de edad de imputabilidad. Como manera de plantarse en dicho debate, propone organizar a los jóvenes para que se movilicen y sean protagonistas tomando posición sobre el tema.
Por último, acerca del accionar próximo de la Asamblea, Peralta asegura: “Ya iniciamos la campaña que seguiremos profundizando con spots que hemos construido desde la comisión, saldremos a militar en los barrios con festivales itinerantes donde pondremos en debate esta discusión para terminar este camino en una marcha donde los jóvenes sean protagonistas el 23 de octubre desde la Plaza Pringles hasta la Plaza 25 de Mayo”.
El contexto de los jóvenes vistos como culpables
El presente de la situación indica que en la Cámara de Diputados de la Nación se está tratando un proyecto para el nuevo régimen penal juvenil que deroga al decreto ley impuesto por la última dictadura cívico militar. El proyecto, que en el 2009 logró media sanción en el Senado, a diferencia del antiguo decreto ley, asegura garantías procesales para los jóvenes, pero propone sobre esto que a partir de los 14 años los chicos sean imputables.
Gustavo Brufman se detiene sobre el contexto que lleva a esta situación de emergencia social y tiene como consecuencia el proyecto de baja de edad de imputabilidad. Al respecto, analiza: “Se construye un orden social bajo la idea de una pretendida exclusión pero con desigualdad. Esta desigualdad social inexorablemente lleva al resentimiento de miles y miles de niños y jóvenes en nuestro país que muy prontamente son chupados por el circuito del narcotráfico, y que son desplazados y empujados hacia el delito como forma de supervivencia”.
En estos días, como consecuencia de este panorama, en la provincia de Santa Fe hay cerca de 120 chicos entre los 16 y los 18 años procesados por vinculación al negocio del narcotráfico. Mientras tanto, muchas acusaciones que caen sobre la corrupción y complicidad policial, política y empresarial no terminan de tener un rumbo cierto.
Brufman explica que poner sobre la mesa el debate de la edad de imputabilidad es una salida fácil frente a un problema de sensibilidad social. “Es sin lugar a dudas un desbarranque por derecha, no tiene nada que ver con una alternativa progresista para poder resolver un problema social de esta naturaleza”, señala el dirigente y enfatiza: “Es una forma de ganar el voto fácil de vastos sectores de la sociedad que están desesperados por el índice de criminalidad que existe en el país sin ver que en realidad esto surge por la falta de políticas de Estado que avancen sobre la desigualdad social”.
“Los pibes son pibes, el problema es el sistema”.
“…y después me entra la rebelión
la injusticia que te pegue así
desafío será no perder la alegría…”
(Farolitos – La República de los Niños)
Noche del sábado 12 de octubre. Queda atrás el Día de la Raza, para pasar a ser el Día del Respeto a la Diversidad Cultural. El club Sportivo América de Rosario se llena de barrio y alberga a cientos de personas en un nuevo encuentro de la banda Farolitos. Acá, no hay rock sin compromiso.
Entre la multitud los integrantes de la Asamblea por los Derechos de la niñez y la juventud se ocupan de darle rienda a la campaña de visibilización. Folletos y charlas, y la esencia de compartir para difundir. Como en el trabajo barrial, como en el día a día.
El discurso de la Asamblea trepa al escenario. “Los pibes son pibes, el problema es el sistema”, sentencia Marcos Migoni, cantante de la banda, para cerrar la reflexión. Un rato después, decenas de pibes saltan en el escenario acompañando a Farolitos. En sus caras están las sonrisas.
Acá podés encontrar el documento entero de la Asamblea por los Derechos de la niñez y la juventud.