«La salud no se negocia»
La Policía de la Provincia intentó desalojar el acampe instalado hace trece días en la planta que intenta construir Monsanto, en la localidad cordobesa de Malvinas Argentinas. Hay dos mujeres detenidas por el operativo y algunos heridos menores. Entre ellos, debió ser internada por un traumatismo de cráneo Sofía Gatica, referente de Madres de Ituzaingó, una de las organizaciones convocantes. A pesar de la represión, continúa el bloqueo: «Son momentos de tensa calma».
Por Comunicación Ambiental
Según informó CBA24N, medio de la Universidad Nacional de Córdoba, el operativo policial estuvo a cargo del comisario Mario Tornavaca, con el objetivo de desalojar la ruta A88 para permitir el ingreso de camiones de insual predio de la corporación Monsanto. Recordamos que la planta semillera fue anunciada por la Presidente Cristina Fernández desde Nueva York, en junio de 2012, durante una reunión del Consejo de las América. Fue anunciada como un «centro de investigación y desarrollo».
A partir de allí, el pueblo de Malvinas Argentinas comenzó a informarse sobre esta nueva «inversión», que también recibió el apoyo del gobierno provincial de José Manuel de la Sota. En particular, el acampe comenzó el jueves 15 de septiembre, con el Festival «Primavera sin Monsanto». Ayer difundíamos en ComAmbiental la situación crítica de la resistencia, por la presencia de fuerzas policiales, acompañadas por el sindicato de la UOCRA. Pero también la convicción de continuar con una lucha justa.
Desde el lugar, Ecos Córdoba publicó una crónica de la represión. Las personas detenidas son Eugenia Zuleta y Candelaria Lacour de la Casa de Cultura 1234, quienes se encontraban realizando un cordón humano ante el avance represivo. En esa situación se encontraba Sofía Gatica, quien mientras resistía en la ruta sufrió un golpe cuando era «levantada» por la policía. Si bien nunca perdió la conciencia, se encuentra internada en el hospital por traumatismo de cráneo, en observación médica por precaución.
Video subido por «Sintao», difundido por la UAC.
«La salud no se negocia», repite siempre Sofía. Como explicó siempre, las Madres de Ituzaingaó sufrieron la pérdida de hijos por las fumigaciones sojeras. Ya el año pasado protagonizaron el histórico Juicio por las Fumigaciones. Por ello, manifiestan hasta el cansancio que no tienen miedo y que no se detendrán frente a amenazas y represiones, como la de esta mañana. Son las Madres que luchan por la defensa de los Derechos Humanos de esta década, de este siglo. Por el derecho a la vida.