Por nuestro derecho a saber DÓNDE ESTÁ Luciano y por el cese de la impunidad
Los Familiares y Amigos de Luciano Arruga estamos atravesados, como tantos otros familiares y amigos, por una impunidad sin límites ni fronteras. Nos duele saber (y no saber) lo que nuestro Luciano padeció y ser conscientes del estado miserable de la causa (judicial y política) a ya casi 5 años sin él.
La violación de sus derechos empieza mucho antes de ser detenido por primera vez, y hoy, desaparecido, se siguen violando. No sabemos muy bien si empieza en alguna de aquellas tantas oportunidades en las que un Estado desigual y perverso lo condenó a dormir en la calle con su mamá y sus hermanos, o si empieza en alguna de aquellas tantas oportunidades en las que pasó hambre. También, la violación a sus derechos, pudo haber empezado en alguna de todas las veces en las que la institución escolar lo segregó por ser pobre y negro. Pero, sin certeza absoluta de cuándo Luciano comienza a sufrir las peores consecuencias de su condición de clase, sabemos algunas cosas que ya hemos dicho y nos parece bien recordar, para que aquellos que nos leen puedan imaginarse en nuestra piel y entender la dimensión de esta impunidad que mencionamos.
Un día, cuando Luciano tenía 16, un policía le ofreció robar y él se negó. Otro, un efectivo lo paró en la calle para ponerle un arma en el pecho y amenazarlo con gatillar. Otro, lo torturaron dentro de un Destacamento policial, en la cocina, y lo golpearon en presencia de su mamá y de su hermana. En otras oportunidades lo obligaron, policías, a no caminar por determinadas calles. Lo detuvieron en otras comisarías en las que también fue golpeado. Vivir amenazado se convirtió en la cotidianeidad de un adolescente. Lograron que Luciano tuviera miedo todo el tiempo. Luciano, con 16 años. A esa altura ya lo habían privado ilegítimamente de su libertad, ya lo habían torturado, lo habían amenazado y vejado, lo habían perseguido, habían amenazado a su familia. Luciano a sus 16 años supo lo que se siente que te pongan un arma en el pecho, y que lo haga un policía.
El 31 de enero de 2009 es desaparecido, también con 16. Pero sus derechos se siguen violando hoy. Se violan cuando la causa que investiga su ausencia se caratula desde el principio y hasta los cuatro años como “Averiguación de Paradero”. Se violan sus derechos cuando su hermana es obligada a presentarse a declarar frente a la primera fiscal de la causa (Roxana Castelli) con un policía a sus espaldas. También se violan cuando la familia, los amigos y los testigos son amenazados de forma sistemática. Luciano sigue sin Justicia, porque los policías que lo secuestraron y desaparecieron se mantuvieron en funciones en distintas comisarías hasta hace un año, e incluso amenazaron a compañeros nuestros. Se violan los derechos de Luciano cuando una interminable lista de funcionarios de gobierno hacen promesas a su familia que jamás cumplen, se violan cada vez que esos funcionarios utilizan la causa para beneficiarse y la olvidan por el mismo motivo. Se violan los derechos de Luciano cuando se nos niega nuestro derecho a saber qué pasó, qué hicieron con él, cuánto tiempo estuvo el 31 de enero de 2009 en el Destacamento de Lomas del Mirador, a dónde lo llevaron después, quiénes eran sus cómplices, quiénes más saben.
Se violan los derechos de Luciano cuando se habla con liviandad de proyectos de ley para bajar la edad de imputabilidad, porque los que imputaron a Luciano y lo condenaron a la muerte y la desaparición no esperaron la sanción de ninguna ley. Se violan sus derechos cuando funcionarios políticos que dicen apoyar lo bueno y criticar lo malo hacen un silencio escandaloso ante declaraciones que reviven la voz de lo más rancio de la derecha de nuestro país, pero que son enunciadas por ese sector que se jactaba de su respeto por los Derechos Humanos. Se violan los derechos de Luciano a cada instante que Luciano no está, a cada momento que su desaparición se convierte en un estado de permanencia, a cada día de ausencia se agrava el delito que cometen esos policías, pero ellos no están presos ni imputados. Cada vez que la Justicia defiende a los cómplices de su desaparición, cada vez que otorga beneficios a genocidas, cada vez que absuelve policías asesinos; se violan los derechos de Luciano.
El último lugar en el que se vio a Luciano con vida -el hoy ex Destacamento de Lomas del Mirador- fue trasladado, ahora funciona a tres cuadras, y la casa donde antes funcionaba está cerrada. Nosotros queremos que esa casa sea un Espacio para la Memoria, pero el Municipio de La Matanza (así como también las Secretarías de Derechos Humanos de Provincia y Nación, pronunciándose con su silencio cómplice) se niega a entregárnoslo y sigue alquilándolo a su dueño: queremos expropiación y cesión definitiva YA a Familiares y Amigos de Luciano Arruga. Hoy, sobre ese espacio está en vigencia una medida cautelar, ya que tiene que ser investigado y nadie puede modificarlo. Sin embargo, la investigación nunca comenzó, pese a haber sido anunciada hace un año con bombos y platillos. Por otra parte, la gendarmería, encargada de preservarlo mientras se mantenga la cautelar; estaciona en el garaje del lugar autos particulares (no sabemos de quién) y en vez de estar con un móvil correspondiente en la puerta controlando lo que sucede en la parte delantera –que también será investigada-, está instalada adentro del ex Destacamento.
Cada promesa mentirosa e incumplida de cada funcionario en relación a la conversión de ese sitio de muerte en un sitio de vida, agrava la violación a los derechos de Luciano. Cada acto de desidia y desprecio hacia nosotros de los responsables políticos de que Luciano no esté; es violar los derechos de Luciano. Y también es violar los derechos de Luciano cada irregularidad con que se maneja la gendarmería (con el aval de la Justicia y el Poder Político), que está obligada a preservar sobre todas las cosas un sitio que debe ser investigado.
Queremos que la medida cautelar FUNCIONE, la gendarmería debe estar afuera y con el móvil que corresponde, que la Secretaría de Derechos Humanos de Nación -a cargo de Martín Fresneda- y el Juzgado Federal N°3 de Morón –en el que está la causa, bajo a instrucción del Juez Juan Pablo Salas-, garanticen que la investigación en el ex Destacamento comience YA, que se realice la cesión definitiva del lugar a los Familiares y Amigos de Luciano y queremos, sobre todas las cosas, que se termine la impunidad y que se garantice, cumpla y respete nuestro derecho a saber QUÉ PASÓ y DÓNDE ESTÁ LUCIANO.
Aparición YA de Luciano Arruga
Juicio y Castigo a todos los responsables: civiles, judiciales, policiales, políticos.
Espacio para la Memoria SÍ; Repartición Municipal NO
NO a la Baja en la Edad de Imputabilidad
Fuera la Policía de Nuestros Barrios
Familiares y Amigos de Luciano Arruga