A 11 años de la Masacre de Avellaneda, como todos los años, salimos a las calles por justicia por Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Darío y Maxi fueron asesinados el 26 de junio de 2002 en Avellaneda, durante una brutal represión de fuerzas de seguridad nacionales y bonaerenses, ordenada por el entonces presidente Eduardo Duhalde.
Con la amplia movilización y solidaridad del pueblo argentino, logramos que sean condenados los autores materiales de estos crímenes, los policías Fanchiotti y Acosta. Sin embargo, los responsables políticos de la Masacre nunca fueron investigados. El kirchnerismo también es responsable de la impunidad: prometió una comisión investigadora independiente que nunca funcionó. Y recicló a actores principales de la Masacre de Avellaneda, como Felipe Solá, ex gobernador de la provincia de Buenos Aires, y Aníbal Fernández, ex secretario de la presidencia.
Sin embargo, el 26 de junio es también un símbolo de nuestra juventud, solidaria y rebelde. Darío es el que cobija al compañero herido e intenta protegerlo de la jauría azul. También el joven referente que se desloma en la bloquera, como el Che en la zafra. Son gestos que se proyectan e iluminan el trabajo cotidiano de miles y miles de jóvenes, a lo largo y a lo ancho del país.
Jóvenes que no creen que estar un poco mejor que durante la peor crisis de la historia argentina, sea ganar.
En los barrios, lugares de trabajo y estudio, peleando contra todas las opresiones, se multiplican Darío y Maxi. Banderas ellos de lo que soñaron y por lo que lucharon: una Argentina, justa, libre y soberana. En el camino del Socialismo del Siglo XXI.
:: Jornada Cultural ::
Música en vivo | Estampado de remeras | Feria de cooperativas
Miércoles 26 de junio, desde las 15 | Plaza Montenegro (San Martín y San Luis)