«Sentí una profunda tristeza»
Representantes del arco político de la provincia se hicieron presentes en la movilización contra el narcotráfico que, a través de la unidad, busca la solución al problema. También estuvieron organizaciones sociales, y no faltó la disputa ni la polémica.
Por Martín Stoianovich
Desde un principio la distancia estaba marcada. En la esquina de Roca y Córdoba se concentraban representantes de los poderes ejecutivos y legislativos, junto a las cámaras de los grandes medios de la ciudad que ya comenzaban a darle luz, cámara y acción al asunto. Cien metros para el lado de calle Paraguay se concentraron las agrupaciones políticas y sociales, también con sus diferencias haciéndolas escuchar mediante los cánticos típicos. Así se presentaba el panorama cerca de las 17 horas en la plaza Pringles, donde se había convocado para ayer, 25 de junio, una movilización organizada por una multipartidaria y multisectorial que daría lugar a la unidad por la lucha contra el narcotráfico. Se tuvieron que lamentar más de cien víctimas en lo que va del año para que una iniciativa de este tipo pudiera asomarse en la agenda política de Rosario y la región, luego de que el periodista y militante Carlos del Frade investigara durante años la situación e insistiera en la puesta en marcha del trabajo en conjunto.
La movilización, impulsada por la necesidad de unidad de los representantes políticos y sociales, no cumplió con esa expectativa. A partir de los primeros pasos de la marcha, que trasladaría a la multitud desde plaza Pringles hacia el Monumento a la Bandera, la disputa por tomar la cabecera se hizo presente. Una bandera roja de considerable tamaño que rezaba los emblemas del Partido Socialista intentó tomar la delantera pero no pudo hacerlo ante la inminente reprobación y consiguiente respuesta del Frente Popular Darío Santillán, Marea Popular y las agrupaciones El Caleidoscopio y CUBa- MTR, entre otros movimientos que trabajan en el día a día contra el narcotráfico en los barrios de Rosario.
“Ni con Bonfatti, ni con los K, este es el pueblo que se planta de verdad”, o cantos que recordaban a los tres chicos de Villa Moreno asesinados a principios de 2012, conformaban al grito que emergía desde este sector. Más atrás, las multitudes abrigadas con las banderas del peronismo, el radicalismo y el socialismo competían entre sí con consignas que ponían énfasis en señalar como responsable del narcotráfico al sector político opuesto.
Mientras la marcha avanzó hasta el Monumento a la Bandera, los cantos se fueron mezclando con el barullo de la sociedad que transitaba por la Peatonal Córdoba, con el alarido infantil de más de veinte adolescentes que coreaban el nombre de la estrella pop Justin Bieber formando fila en la puerta de un local que vende las entradas para el show que el joven estadounidense brindará en Argentina en noviembre de este año.
Los grandes comercios de la ciudad brillaban con sus carteles y hacían las veces de pasarela para el desfile de los funcionarios que, rodeados de cámaras y micrófonos, procuraban no borrar la sonrisa de sus rostros. Desde concejales o diputados, hasta la intendenta Mónica Fein, el senador Rubén Giustiniani y el presidente del Partido Socialista Hermes Binner, se hicieron presentes en el lugar.
El grito sagrado
Una vez llegada la movilización al Monumento a la Bandera los representantes de los poderes legislativos y ejecutivos posaron bajo el mástil principal mientras sostenían una bandera blanca que con letras negras anunciaba: “Todos contra el narcotráfico”. Luego se leyó un documento firmado por todos los partidos políticos y algunos gremios, sindicatos y agrupaciones estudiantiles. La lectura estuvo a cargo de Alicia Simeoni, secretaria adjunta del Sindicato de Prensa Rosario.
En la mañana del 14 de junio, Carlos del Frade, uno de los principales luchadores contra el narcotráfico a través de investigaciones y propuestas políticas, había resaltado en la conferencia de prensa que anunciaba esta movilización que en esta lucha “no sobra nadie”. Así lo entendieron las organizaciones sociales que se hicieron presentes con la idea de leer un documento propio alejado de las intenciones de las caras visibles de la política local y provincial.
El contenido del documento leído por Simeoni y firmado por todo el arco político ya es conocido, transmitido y desarrollado por las más importantes emisoras radiales, canales de televisión y medios gráficos de la región. Así también se dieron a conocer las posturas de los representantes de los partidos que en esta movilización se mostraron unidos y sonrientes. El otro documento no pudo ser difundido de la misma manera.
Cuando los representantes de diversas organizaciones sociales pudieron hacer uso del micrófono, los concejales, diputados y demás integrantes del círculo político se alejaron unos pasos y dejaron de poner atención a lo que acontecía en lo que minutos atrás era el centro de la movilización. Comenzaba la lectura del documento de las organizaciones sociales cuando por los altoparlantes se cortó la transmisión y en su lugar se dio lugar al Himno Nacional. A los gritos, mientras continuaba la lectura del documento, los políticos se unieron en la entonación del himno procurando tapar las voces que no querían oír, y dejando lugar a la sensación de que la unidad solicitada por del Frade, se terminaría en el mismo momento en que las cámaras se alejaran del lugar.
“Es increíble cómo funcionarios del gobierno pueden estar censurando a los movimientos sociales que somos los que tenemos toda la legitimidad para marchar. Vinimos acá a pesar de que estaban ellos, porque esta marcha es nuestra porque los pibes que caen en los barrios son con los que nosotros laburamos todos los días”, declaraba entre la bronca y la angustia una representante de las organizaciones presentes.
Por su parte, en su cuenta de Facebook, del Frade lamentó: “Cuando una compañera de las organizaciones sociales coló por el micrófono nuestro nombre como iniciador de la convocatoria, sonó el Himno Nacional para tapar esas voces. Sentí una profunda tristeza. Estábamos últimos en una movilización que tuvo una gran rapidez para cubrir la distancia que separaba la plaza Pringles del Monumento. Y una gran celeridad para dar por terminado el acto. Se la sacaron de encima. Por eso hay que seguir, insistir. No formamos parte de esa forma de hacer política que desconfía de la gente y la movilización”.
1 comentario
Totalmente de acuerdo, fue lamentable lo que pasó, toda una fachada para las cámaras y muy poco para rescatar. Creo que hay que hacer otra marcha, que la organicen los movimientos sociales y los militantes que diariamente vivencian lo que pasa en los barrios con el narcotráfico, y que no sea una «marchita» como quien pasea por la peatonal desde la Pringles al Monumento, estaría bueno hacer una mas grande, tal ves que venga de los barrios a los centros donde están los que con su inoperancia son los complices de lo que está pasando: los tribunales, la jefatura del gobierno provincial.
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