El impacto que genera la contaminación atmosférica en la salud y su relación con diversas enfermedades no es un tema nuevo. Sin embargo, no ocupa habitualmente un tratamiento sostenido en la agenda pública, ni gubernamental ni periodística. El tema se impone sólo cuando el aire se vuelve irrespirable. Los estudios médicos y el trabajo sostenido de diversas organizaciones insisten en abordar una problemática que no conoce de fronteras y de la cual nadie está exento. ¿Qué estamos respirando?
Foto de portada: Carlos Salazar
[dropcap]L[/dropcap]a palabra inglesa smog es resultado de la mezcla de smoke (humo) y fog (niebla). En 1943, quienes vivían en los Ángeles (EEUU) sufrieron las consecuencias del smog fotoquímico formado por la reacción del sol sobre los óxidos de nitrógeno y los hidrocarburos liberados por los caños de escape de los vehículos. En 1952, en Londres murieron miles de personas en pocos días. La causa también fue el smog generado por la combinación del óxido de azufre y las partículas de hollín de la calefacción a carbón con la niebla y la baja presión. Guillermo Lucovich -ingeniero químico, posgrado en gestión ambiental, miembro del Taller Ecologista- se refiere a la versión local: cuando se junta la niebla con el humo de las ladrilleras (muy similar al de los incendios en las islas) el coctel es parecido.
Episodios como el de Londres han puesto en escena la temática de la contaminación del aire desde mediados del siglo XX. Desde la década del noventa a esta parte se han publicado diversos trabajos al respecto. Algo que se viene demostrando en estos estudios es que en algunos casos los niveles de contaminación considerados normales representan un riesgo para la salud y afectan no solamente al sistema respiratorio sino también al corazón y a los vasos sanguíneos, alimentando la generación de trastornos como la diabetes mellitus y distintos tipos de cáncer.
En 2012 unas siete millones de personas murieron (una de cada ocho del total de muertes en el mundo) como consecuencia de la exposición a la contaminación atmosférica. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las causas de estas muertes se reparten así: 40% cardiopatía isquémica, 40% enfermedad cerebrovascular, 11% neumopatía obstructiva crónica, 6% cáncer de pulmón y 3% infección aguda de las vías respiratorias inferiores en lxs niñxs.
Leña para el carbón
La contaminación del aire de interiores tuvo que ver con 4,3 millones de muertes en 2012 en los hogares en los que se utiliza para cocinar la leña o el carbón. La OMS plantea que las poblaciones de grandes asentamientos urbanos de América latina, Asia y África se encuentran expuestas a mayores niveles de contaminación ambiental que las de Europa y Norteamérica. En 2011, en la declaración del 1º Congreso de Salud Socioambiental le atribuían en parte la desigual contaminación en los territorios al traspaso sistemático de los modos de producción contaminantes desde el hemisferio norte impulsado por el Banco Mundial desde el memorando de Summers de 1991.
Guillermo Lucovich dice que en el caso de Rosario y zona de influencia –desde San Nicolás hasta Timbúes- hay que considerar distintas cuestiones. Si bien lo que hizo que estallara la bomba son los incendios en las islas del Delta, menciona entre otras cosas la contaminación que generan las incineraciones, los basurales a cielo abierto y la quema de basura con la liberación de gases a la atmósfera, como dioxinas y furanos, productos en muchos casos cancerígenos. Dice que hay fábricas que todavía tienen depósitos de cloro, “un producto terriblemente peligroso”. Hace referencia a la fábrica cercana a Capitán Bermúdez donde se desprendió mercaptano.
El artículo 41 de la Constitución Nacional estipula el derecho a un ambiente sano y equilibrado. La ley nacional Nº 20.284 estableció en 1973 un ´plan de prevención de situaciones críticas de contaminación atmosféricas´. La resolución provincial Nº 201 del año 2004 contempla ´prevenir, controlar y corregir las situaciones de contaminación del aire en el territorio de la Provincia de Santa Fe, cualesquiera que sean las causas que las produzcan´. La ordenanza municipal Nº 5.820 de 1994 fue modificada a partir de los incendios de este año. Para Guillermo no faltan normas, lo que falla es el seguimiento, el control y las mediciones. “El tema es cómo se mide y quién lo mide”, dice. Una de las modificaciones de la ordenanza es establecer la obligatoriedad del municipio de Rosario de tener mediciones con equipos propios y difundir y hacer llegar a la población los datos sobre la calidad del aire. Dice que hasta el momento el municipio se nutre de datos que provienen del observatorio de la UNR y de datos de la provincia que llegan a través de la UTN. En algunos casos esas mediciones son hechas por particulares.
El Centro Meteorológico y Climático SAT (Sistema de Alerta Temprana) está conformado por un grupo de meteorólogos aficionados de la región. Son entre siete y ocho personas que con su trabajo abarcan toda la provincia de Santa Fe y también colaboran con La Rioja, Santiago del Estero y Corrientes. Trabajan con imágenes de radar. Según los movimientos van alertando a las localidades sobre eventos severos como vientos, tormentas fuertes y riesgo eléctrico. Colaboran con Defensa Civil y Bomberos Voluntarios. El objetivo que tienen es claro: colaborar con la sociedad y ofrecer un acceso a la información libre y gratuita. Las alertas y prevenciones las difunden por redes sociales y grupos de whatsapp.
Brian Segovia tiene 33 años y hace 10 que trabaja con la meteorología. Por fuera de las horas que le ocupa su trabajo remunerado en una empresa de telecomunicaciones, dedica su tiempo al estudio del ambiente y la meteorología. Aquello que arrancó como un hobby se fue intensificando. Su pasión por las tormentas –dice que el territorio de Argentina es el segundo pasillo de tornado más grande a nivel mundial después de EEUU- lo llevó a tener desde hace cinco años en su casa un centro de monitoreo con la estación, la antena de rayos y la alarma. El Proyecto SAT se fue expandiendo y devino en el Centro Meteorológico y Climático que en diciembre cumple dos años. El primer sistema de vigía lo instalaron en Ibarlucea y después se sumó otro en Baigorria y un tercero en Arteaga. Las antenas, las estaciones meteorológicas y todo el equipamiento fue comprado con los recursos propios de la autogestión. Entre febrero y marzo sumaron un sistema de medición de partículas. “Aportamos los datos sobre el humo, las partículas de cenizas y demás. Tenemos un seguimiento donde vamos viendo la calidad media y máxima de cada mes”.
La disminución de la contaminación del aire que implicó la primera parte de la cuarentena a nivel mundial y nacional a partir de la reducción de vehículos y gente circulando llegó a Rosario en forma de postales lejanas. En estas geografías la calidad del aire la marcaron los incendios en las islas del Delta que empezaron antes de que aterrizara la pandemia y que todavía continúan. Brian dice que el tema de los incendios es una lucha de hace años y que los intereses que hay en el medio son claros cuando se apaga el fuego y al otro día vuelve a estar encendido. Desde el Centro Meteorológico y Climático SAT le acercaron un proyecto a Defensa Civil provincial y local para poner drones vigía. Brian dice que ellos estaban dispuestos a colaborar y llevarlo adelante pero que para eso había que invertir en el equipamiento. Esa inversión no se hizo.
Échale leña al fuego
El material particulado es una mezcla de partículas líquidas y sólidas, de sustancias orgánicas e inorgánicas, que se encuentran en suspensión en el aire. Se cataloga en función de su tamaño. Están las partículas de mayor tamaño PM 10 (un cabello humano tiene 30 veces el grosor de estas partículas de 10 micrómetros) y las partículas finas conocidas como PM 2.5. En el informe ´Contaminación del aire por humo y aumento de la morbimortalidad respiratoria y cardiovascular´, de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR, los autores Molinas y Arias refieren que las partículas de 2.5 están compuestas por carbono elemental (reduce la capacidad de la sangre para transportar y liberar oxígeno a los tejidos); metales de transición; moléculas orgánicas complejas; compuestos orgánicos volátiles: hidrocarbonos policíclicos aromáticos, dioxinas y furanos, todos compuestos con reconocida capacidad cancerígena; sulfatos y nitratos. Estas partículas, que son el principal contaminante del aire que afecta la salud a nivel mundial, pueden viajar más de 100 kilómetros generando altas concentraciones en las áreas que están alrededor de donde se producen.
En el último informe del Instituto de Salud SocioAmbiental de la UNR, se menciona que entre las partículas en suspensión generadas por los incendios en las islas se identificó hollín (carbono sin quemar), cenizas (minerales que no se queman) y otros productos de combustión incompleta. Dentro de la composición del humo, además de los compuestos mencionados destacan al dióxido de nitrógeno -constituyente de lo que se conoce como smog- y al dióxido de azufre. Ambos pueden provocar lluvia ácida al combinarse con vapor de agua.
Según datos que aportan desde SAT Santa Fe Sur, respiramos entre 5 y 6 litros de aire por minuto, que en 24 horas serían entre 7.200 y 8.600 litros. Cada día respiramos entre 144 y 172 micro gramos de partículas PM 10 y entre 72 y 86 micro gramos de las PM 2.5. Si esos niveles se multiplican por días a la semana, meses y años se podría calcular la cantidad de sustancias tóxicas que respira cada persona en su vida.
En SAT generalmente hacen mediciones a la mañana y a la noche pero cuando por las condiciones climáticas saben que el ambiente va a afectar a Rosario y alrededores empiezan un protocolo de medición cada una hora. Después calculan la media mensual, que sería en promedio lo que recibe el cuerpo todos los días. En septiembre la media mensual fue cuatro veces mayor que en agosto.
Hay una gráfica a nivel mundial que establece los rangos: de 0 a 50 es una calidad de aire normal; de 51 a 100 moderada; de 101 a 150 dañina a la salud para grupos sensibles; 151 a 200 dañina a la salud; 201 a 300 muy dañina a la salud; superior a 300 peligrosa. La medición más alta fue el 28 de agosto, a las 12:35, cuando hubo 360.
De acuerdo a estos parámetros se estipulan diversas acciones de protección recomendadas frente al humo de incendios forestales. Cuando la calidad del aire es moderada, se recomienda emitir avisos sobre los síntomas y efectos en la salud para reducir la exposición. Cuando el aire que se respira se considera peligroso, la recomendación es considerar el cierre de las escuelas, cancelar los eventos exteriores, el cierre de lugares de trabajo no esenciales y la evacuación de la población sensible en el caso de que se mantengan los niveles altos durante un tiempo prolongado.
Dentro de los problemas respiratorios más importantes en relación con la exposición al material particulado, los doctores Arias y Molinas mencionan la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, el Asma Bronquial y la Rinoconjuntivitis Alérgica. Explican que los síntomas pueden ser desde leves como goteo o congestión nasal, estornudos, picazón de nariz y ojos, tos, hasta síntomas más graves como la disnea (sensación de falta de aire) llegando a la falta de oxígeno que puede requerir internación y que en los casos con patologías severas preexistentes pueden terminar fatalmente. Desde el Instituto de Salud Socioambiental enumeran otro grupo de síntomas vinculados a la inhalación de humo: cefaleas, agotamiento, cansancio, malestar general, insomnio, aumento de la irritabilidad, mareos, signos propios de hipoxia y anemia.
Las partículas finas que no quedan retenidas en el aparato respiratorio llegan a los alvéolos pulmonares, penetran en la sangre y se depositan en el corazón, lo que aumenta la posibilidad de efectos extra-pulmonares como las enfermedades cardiovasculares. Un grupo vulnerable lo conforman las personas gestantes. Se mencionan estudios que ratifican que la exposición al material particulado durante el embarazo se asocia a mayor riesgo de abortos espontáneos y/o muerte fetal intrauterina, además de las alteraciones genómicas y epigenéticas, es decir, que las patologías pueden ser heredables. ´Existen publicaciones que señalan que ante la exposición a la contaminación atmosférica, les niñes muestran tasas de desarrollo cognitivo más lentas´, dice la publicación.
En el consultorio que habilitó la UNR en el Centro de Salud “7 de abril” para consultas específicas relacionadas con afecciones por el humo de los incendios en las islas, recibieron solamente en la primera semana 350 consultas, a razón de 50 llamados diarios. El otro dispositivo habilitado por la UNR en el contexto de las quemas fue de carácter legal. En ese mismo lapso de tiempo 300 personas recibieron asesoramiento en este sentido.
Desde la Universidad Nacional de Rosario se anunció la instalación de una base científica experimental en las islas correspondientes al Legado Deliot, un sector que si bien está en terreno entrerriano pertenece al municipio de Rosario. El objetivo es que la base funcione como sede de los equipos de investigación de la UNR que trabajan la temática ambiental del delta del Paraná para, entre otras cosas, detectar y prevenir posibles focos de incendios y medir la calidad del aire.
Gente jugada con el ambiente
Durante los días de mayor presencia de focos ígneos en el delta entrerriano, cuando el viento soplaba desde el este, Rosario estuvo en el podio de las ciudades con mayor contaminación del aire del mundo, por encima de Los Ángeles, Santiago de Chile y Ciudad de México. Guillermo Lucovich explica que estas últimas dos ciudades están en valles donde el aire no circula y la contaminación generada por los camiones, automotores e industrias hace que la contaminación sea permanente. Menciona el caso de una ciudad china que es la “tristemente campeona de contaminación del aire con valores altísimos y continuos, donde la gente circula con barbijo hace muchísimo tiempo”. Dice que esa no es la situación de Rosario o Buenos Aires, pero que es justamente el viento que circula el que lleva y trae todos los compuestos derivados de la quema de pastizales.
El Taller Ecologista organizó dos encuentros virtuales con legisladores, funcionarios y actores territoriales a propósito del tema. Guillermo explica que la idea de esas charlas con los vecinos de localidades como Villa Constitución, Timbúes o Rosario fue socializar los problemas de cada geografía para darles visibilidad y al mismo tiempo “que la gente no se sienta sola y que sepa que hay otras personas que está sufriendo algo parecido”. También para hacer intervenir a todos los actores principales como legisladores, la Defensoría del Pueblo y el ejecutivo de la Municipalidad. “Estamos de acuerdo e impulsamos la compra de los medidores y el sistema de información pública para saber cuál es la calidad del aire que estamos respirando”. En este sentido la Comisión de Ecología del Concejo aprobó la compra e implementación de 6 medidores iq-air que miden la calidad del aire en forma permanente en distintos lugares de la ciudad.
El impacto ambiental de los incendios que tuvieron lugar en el Amazonas a fin del año pasado se sienten este año en nuestra región. Así lo explica Brian Segovia, que dice que Brasil aporta mucha humedad a nuestra región y que esa humedad con los frentes fríos generan las tormentas y precipitaciones. “La falta de humedad y el aire seco se desplazó al territorio argentino”. A esto suma el efecto de la Niña que genera una gran sequía, afectando a los cambios de temperatura del mar que impacta tres o cuatro meses después. Ese proceso está activado en un setenta por ciento. Las previsiones son que para febrero o marzo de 2021 empiece a ponerse ´neutro´. “El medio ambiente en algún momento se defiende. Es lo que está pasando a nivel mundial. Nos está sacando factura”.
En la misma sintonía está pensando Guillermo: “Primero no destruyamos lo que tenemos y sepamos que las generaciones que vienen atrás nos van a preguntar por el desastre que hicimos, por qué no les dejamos un ambiente si no mejor por lo menos igual al que recibimos. Nos da cierto grado de esperanza que la gente joven está informada, relacionada y jugada con el tema ambiental”.