El Núcleo Interdisciplinario de Género (CIFEG) cumplió 10 años de trabajo, investigación y docencia en el ámbito de la universidad pública, y lo celebró con un Foro Feminista que ahondó en diversas temáticas en clave de género. El cierre fue para pensar “la cuarta ola en tiempos de Macri” y la resistencia a este proceso neoliberal brutal desde el feminismo popular.
Por Laura Charro
[dropcap]L[/dropcap]os pasillos de la Facultad de Ciencia Política y RRII (UNR) se llenaron de gente en pleno desarrollo del XIII Congreso Nacional sobre Democracia y más aún durante las dos jornadas de debate propuestas por el CIFEG para pensar las estrategias y resistencias de los feminismos en tiempos de neoliberalismo, en el marco del Foro Feminista que organizó el Núcleo Interdisciplinario de Género con motivo de sus diez años de trabajo.
«Este es un “proyecto neocolonial y viene por todo. Hay una radicalidad del movimiento feminista que ha permeado al conjunto social y hoy es multitud. Las mujeres discuten, miran, repiensan y reclaman sus derechos” dijo Estela Díaz, Secretaria de Género e Igualdad en la CTA de lxs Trabajadorxs, quien junto a Julia Strada, Dra. en Economía , politóloga UNR y columnista en C5N, Florencia Minici, co- directora del espacio digital de noticias LatFem e integrante del colectivo Ni Una Menos Bs As; y Jaquelina Flores, Secretaria Adjunta de la Confederación de Trabajadores/as de la Economía Popular CTEP; expusieron sus visiones en el cierre del Foro.
Un panel feminista que no hizo más que reafirmar la idea de que, para contrarrestar este proceso neoliberal brutal, la clave es la resistencia desde el feminismo popular, en trabajo conjunto con el sindicalismo y los movimientos sociales, con mujeres e identidades disidentes que discuten el modelo de fondo y exigen sus derechos arrebatados. Un proceso que, todas coincidieron esa tarde, va a ser corto.
Estela comenzó planteando esta etapa de crisis como una tercera fase neoliberal en la Argentina, luego de los años de dictadura civico-militar y la década del noventa, pero “ésta tiene claramente diferencias con las anteriores en torno de cómo está el movimiento popular. Las mujeres organizadas tenemos un papel y hemos construido una agenda común de movilización pero también una agenda que dijo ante el FMI y el proyecto del oficialismo de reforma laboral ‘no en nuestro nombre’. La derrota del neoliberalismo tendremos que construirla con mucha movilización, articulación, unidad política y un enorme nivel de radicalidad en los debates porque asi es tambien la derecha”.
«Las mujeres organizadas tenemos un papel y hemos construido una agenda común de movilización pero también una agenda que dijo ante el FMI y el proyecto del oficialismo de reforma laboral ‘no en nuestro nombre’». Estela Díaz
Julia Strada dió su mirada sobre economía y cómo pensarla en clave feminista en tiempos en que el mercado de trabajo, la pobreza y el consumo, nos afecta especialmente a las mujeres. La brecha salarial entre varones y mujeres sigue siendo casi de un 30%, pero Julia plantea ir a un tema de fondo, porque no se puede sencillamente hablar de paridad salarial, es decir, que a una mujer le paguen igual que a un varón. Las mujeres, a esta altura ya lo sabemos, no hacen las mismas tareas que los hombres, no se insertan laboralmente en las mismas profesiones, ni en los mismos lugares. Las cargas de cuidado y las profesiones y oficios relacionadas a ellas – enfermera, niñera, cuidadora de adultxs mayores, personal de limpieza, etc- siguen siendo espacios mayormente de mujeres. Estas ocupaciones, planteó Julia, “tienen una penalización económica en la sociedad. Socialmente valen menos que un trabajo administrativo de 8 hs en una oficina. La conformación del capitalismo en occidente determinó que hubiera una división entre trabajo reproductivo y trabajo productivo y que el único que fuera legítima y socialmente remunerado fuera el trabajo productivo, fuera del hogar. Paridad salarial no es lo que hay que discutir de fondo, sino por qué las mujeres se encargan de esas tareas o profesiones y los hombres no.”
Las mujeres además de tener empleo no registrado, ocuparse del cuidado y la doble o triple jornada laboral, sufrimos -según datos del INDEC del primer trimestre 2018- una tasa de desocupación mayor que los varones: %10,2 en relación a un % 8 para ellos. “En momentos de crisis económica – continuó Strada – las primeras despedidas son las mujeres. Discutir la distribución del trabajo no remunerado en la sociedad capitalista es ir a hueso y en eso el feminismo popular es revolucionario.”
“En momentos de crisis económica las primeras despedidas son las mujeres. Discutir la distribución del trabajo no remunerado en la sociedad capitalista es ir a hueso y en eso el feminismo popular es revolucionario.” Julia Strada.
Por otra parte, a nivel internacional “lo que está ocurriendo es efectivamente un proceso de revolución pos democrática neoliberal, el neoliberalismo es un proyecto del capitalismo”, comenzó planteando Florencia Minici. Y sumó un análisis de lo que nos dejó el 8A – día en el que el Senado rechaza el proyecto de ley de Aborto Legal, Seguro y Gratuito- como una “derrota política legislativa pero no social. Instalamos la ocupación del espacio público. Hay enormes saldos organizativos que se entraman con las luchas sindicales, las luchas de los movimientos sociales. Ese acumulado político organizativo feminista está, no fue derrotado en tanto saldo histórico.”
En este contexto de crisis capitalista global, Florencia plantea que el feminismo internacional es la tercera actriz que nadie esperaba. “Ya no es una discusión entre caballeros, entre el capital financiero avaro que no piensa en el prójimo, que arrebata la tierra, destruye la soberanía del suelo y una iglesia social que piensa en los humildes. Hay una tercera actriz que es el feminismo, que en esta fase tiene tres características fundamentales: es internacional, masivo y transversal.”
«Hay una tercera actriz que es el feminismo, que en esta fase tiene tres características fundamentales: es internacional, masivo y transversal». Florencia Minici
El cierre estuvo a cargo de Jaquelina Flores, quien cinco días después de este Foro Feminista, sufrió represión con balas de goma y gas pimienta; y la detención durante varias horas, junto a otros dirigentes del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) en una manifestación pacífica en la que se pedía la liberación de manteros senegaleses en la Ciudad de Buenos Aires.
“Hemos nacido en un país sin la capacidad de poder ofrecernos un trabajo formal a las mujeres. La crisis nos hizo salir. Salimos con la cultura del laburo. Pero como venimos desarmadas nos llevó tiempo. ¿Cómo resistimos las trabajadoras de la economía popular? Hemos podido construir y no doblegarnos porque construimos desde el amor y la verdad”, decía Jaquelina con una voz segura y poderosa que emocionó a todo el auditorio.
“Ninguna de nosotras -continúa Flores – eligió nacer pobre. Vivimos en una pobreza impuesta pero no elegida. A partir de la organización nosotras nos empezamos a armar. Armar con pensamiento y entendernos sujetas de derecho y político. Como trabajadoras nos plantamos desde otro lugar (…) En la clase obrera de nuestra patria estamos nosotras también. Pretenden que sigamos siendo mano de obra barata. Buscamos derechos laborales e independencia económica para que podamos decidir qué calidad de vida tener y nadie nos venga a decir qué gastamos y qué no de nuestro salario. No vamos a permitir que alguien tenga que atravesar la historia que nos tocó a nosotras y eso significa la defensa de los trabajos actuales.”
«Vivimos en una pobreza impuesta pero no elegida. A partir de la organización nosotras nos empezamos a armar. Armar con pensamiento y entendernos sujetas de derecho y político» Jaquelina Flores
En la ola feminista hay lugar para quien se quiera subir y aunque Jacquelina manifiesta que el feminismo les llegó hace pocos años, las mujeres de la economía popular ya se sienten arriba de esta cuarta etapa de reivindicaciones feministas y populares que les cambió la manera de pensarse a sí mismas. “Es la elección de la mujer que nosotras queremos y elegimos ser. Somos jefas de hogar y llevamos la crianza de los hijos, pero yo no soy obra barata de nadie. Si no nos empezamos a erigir como sujeto de derecho y sujeto político nos llevan puestas. El opresor que hoy tenemos es muy perverso. Todos los derechos que tenemos las mujeres de la economía popular los tuvimos que arrebatar porque somos el último eslabón. Nosotras no retrocedemos un paso atrás de todas las conquistas. Las mujeres de la economía popular hace rato decidimos que nuestra historia y nuestra lucha la decidimos y la contamos nosotras.”