En el mes de lucha por la eliminación de las violencias hacia las mujeres se vuelve necesario reflexionar sobre las violencias que se producen en el mundo virtual y que sufrimos en la vida real. Son violencias que no admiten fronteras. Evelin Heidel, investigadora y activista por los derechos en Internet, privacidad, digitalización, cultura y acceso abierto, brinda talleres sobre autodefensa digital y manifiesta: “Vivimos en un contexto de mucha vulnerabilidad y es importante saber cuáles son nuestros niveles de exposición en el espacio virtual”. Estará en Rosario para realizar un taller feminista sobre estos temas, invitada por Nodo Tau.
Por Laura Charro
Nuestra vida está cada vez más atravesada por el uso de las tecnologías y las relacionadas a la comunicación son las protagonistas. Desde soportes como teléfonos celulares, tablets o pc, dejamos cada vez más huellas, datos, meta datos y todo tipo de información en el espacio digital sobre quiénes somos, qué hacemos, qué nos gusta, qué nos interesa.
Existen herramientas que nos permiten reducir nuestra llamada “sombra digital” (contenidos, imágenes ubicaciones, búsquedas. etc). Evelin Heidel, investigadora y activista por los derechos en Internet, privacidad, digitalización, cultura y acceso abierto, brinda talleres al respecto y manifiesta que “vivimos en un contexto de mucha vulnerabilidad y es importante saber cuáles son nuestros niveles de exposición en el espacio virtual”.
Evelin estará en Rosario el próximo 30 de noviembre brindando un Taller Feminista de Autodefensa Digital, organizado por el Nodo Tau, con el apoyo de la Fundación Heinrich Böll Cono Sur. Un espacio que propone el aprendizaje desde la práctica para tomar conciencia de la información personal que volcamos todos los días en Internet, explorar herramientas para reducirla y fomentar la seguridad en las prácticas virtuales cotidianas.
Es innegable que las nuevas tecnologías facilitan nuestras comunicaciones, posibilitan nuevos espacios de encuentro y expresión. Son cada vez más un espacio de defensa y reivindicación de derechos pero también de reproducción de las desigualdades, discriminaciones y violencias de género que vivimos en el espacio físico. Las mujeres por el solo hecho de serlo podemos sufrir ciberacoso, vigilancia, el engaño de hombres adultos hacia niñas llamado grooming, la publicación de imágenes o videos íntimos sin nuestro consentimiento como modo de violar nuestra intimidad, extorsión o venganza, los discursos de odio relacionados a nuestra condición de género, engaños hacia mujeres desde redes de trata, entre otros.
En el mes de lucha por la eliminación de las violencias hacia las mujeres se vuelve necesario reflexionar sobre estas violencias que se producen en el mundo virtual y que sufrimos en la vida real con consecuencias psicológicas y emocionales muy fuertes, cambios de hábitos, miedos. Son violencias que no admiten fronteras. Mujeres de todo el mundo sufren acciones invasivas por parte de empleadores, ex parejas o fuerzas del Estado, por tener una identidad pública – periodistas, activistas, escritoras, políticas, líderes sociales, etc – vulnerando el derecho a la libertad de expresión, la privacidad y protección de datos e información personal.
Mantener en resguardo nuestra información puede ser una decisión personal que se traduce en colectiva, entendiendo mejor los riesgos que implica que esa información se utilice para, por ejemplo, fines que no autorizamos. Volcamos diariamente en Internet una gran cantidad de datos que hablan de nosotrxs: a dónde nos gusta ir, cómo y cuándo vamos, lo que nos interesa, lo que preferimos comer y donde, nuestras preferencias de lugares, personas con quienes nos vinculamos, hábitos que tenemos, recorridos que hacemos en el día, los servicios que adquirimos, nuestro ciclo menstrual, conversaciones diarias, eventos, fotos, etc. Vivimos en la era de la exposición donde parece que todo lo que sucede en el mundo real, si no está reflejado en el virtual, entonces no existe o jamás nos pasó.
Tener en cuenta la vulneración de derechos en Internet no debe limitar nuestra participación virtual, sino por el contrario, puede ser un aliciente para promover el uso de herramientas de seguridad digital en nuestros espacios colectivos. La autodefensa como estrategia feminista, es decir, transversalizada por la cuestión de género, cuanto más colectiva y grupal es, más efectiva y poderosa se convierte.
De todas estas temática se hablará en el Taller Feminista de Autodefensa Digital que será de participación gratuita e inscripción previa en el siguiente link: https://goo.gl/forms/TDMNWqDpj6xW2oYY2