Una crónica desde Chiapas:
Se realizó en México la Segunda Conferencia Mundial de Apicultura Orgánica, del encuentro participaron tres cooperativas argentinas, entre ellas, el Centro de Comercio Solidario de Rosario. El debate sobre la incompatibilidad del crecimiento de la siembra de transgénicos y la actividad apícola concentró las ponencias, pero también hubo lugar para el fortalecimiento del movimiento del Comercio Justo en el continente. Pipo Martinez, referente de la cooperativa Comercio Solidario, participó del encuentro y comparte esta crónica con los lectores/as de enREDando.
México es un país diverso. No sólo por su geografía, su naturaleza, sus climas, sino también por su gente. El estado de Chiapas, al sudeste de la geografía mexicana, con sus montañas, ríos, lagunas, selva, costa, planicies, se destaca en belleza y riqueza natural, donde se integra como parte indisoluble la digna y rebelde presencia de los pueblos originarios.
Todo esto se hace evidente en los coloridos de las coloniales calles de San Cristóbal de las Casas, ciudad protagonista de varias revoluciones en pos de la defensa de sus derechos. La ultima y más conocida, es la que de la mano del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), irrumpiera en enero de 1994, como una voz implacable contra la globalización neoliberal.
Desde entonces, nada es igual en Chiapas, que logró el interés y la atención del mundo, que deambula ahora por las calles de San Cristóbal de las Casas, que recibe incesantemente visitantes a lo largo de todo el año. No es casual, que en este contexto natural y social, haya proliferado una de las regiones más importantes de producción apícola mundial y que también hayan florecido las cooperativas y el comercio justo, como modelo emblemático para la organización y comercialización.
Desde hace más de 30 años estas organizaciones son actores importantes en la producción mundial, de miel, dado que México, junto a Argentina, disputan el liderazgo mundial en exportaciones de miel, si bien no han llevado idénticos caminos en cuanto a la protección de su biodiversidad.
Argentina es el país del mundo con mayor porcentaje de producción transgénica, junto con EEUU. México es uno de los pocos países del mundo que ha creado, desde 1992, una agencia estatal de protección a la biodiversidad: la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO).
Estas condiciones hicieron a México merecedor de recibir a la Segunda Conferencia de Apicultura Orgánica, realizada entre el 19 y el 25 de marzo y organizada simultáneamente por un equipo internacional e interdisciplinario que incluyó dos organizaciones de apicultores orgánicos (Maya Vinic y Mieles del Sur), dos institutos de investigación (FiBL y El Colegio de la Frontera Sur), una asociación para la agricultura orgánica (Naturland), dos agencias de inspección y certificación orgánica (IMO-LA y Certimex), una consultora (DECA) y una universidad (UNACH). También fueron parte de la organización, las federaciones internacionales APIMONDIA e IFOAM.
En la Conferencia estuvieron presentes 70 organizaciones de apicultores de 24 países, y Argentina estuvo representada, entre otros, por tres cooperativas apícolas: Coopsol de Santiago del Estero, Cosar de Santa Fe y el Centro de Comercio Solidario, de Rosario.
Los objetivos fueron: intercambiar experiencias e información sobre el desarrollo de la apicultura orgánica a escala mundial; posicionar la apicultura orgánica internacionalmente; analizar la problemática en torno a la normatividad para la producción y exportación de miel orgánica a Europa y Estados Unidos; como también la sustentabilidad económica de la apicultura orgánica a escala mundial.
Más actividades
A su vez, en forma simultánea, se llevó a cabo la Primera Feria de Apicultura Orgánica, donde se ofreció información sobre apoyos, asesoría, servicios y venta de productos de y para la apicultura orgánica, y se realizó una capacitación teórico-práctica en la producción de miel orgánica.
A la conferencia le precedieron una serie de cursos vinculados a temas como inocuidad, certificación, organización social de las cooperativas, donde los participantes argentinos se pudieron relacionar con otros actores de la cadena apícola internacional, como también del movimiento del Comercio Justo, lo que resultó en una experiencia muy rica, y se pudo conocer en profundidad la experiencia cooperativa mexicana, que ha sido pionera en el mundo, sobre todo a partir del cultivo del café, uno de los primeros productos en ser comercializados bajos principios de comercio justo y que diera pie, no sólo a la apertura de mercados para los campesinos mexicanos, sino que lideraría el proceso de participación de los productores latinoamericanos en la creación de las normas internacionales en la materia.
La realidad indígena local estuvo presente desde el inicio mismo del Congreso, que fue abierto por una celebración religiosa maya, señalando el camino de los posteriores debates, fuertemente centrado, como no podía ser de otra manera, en el cuidado de la biodiversidad.
Ponencias y debates
Entrando ya en las numerosas ponencias y los debates, el tema prácticamente excluyente, tuvo que ver con los transgénicos y la actividad apícola, fuertemente afectada a partir del fallo de la Suprema Corte Europea, que obliga a analizar y consecuentemente detectar, y llegado el caso señalar (en las correspondientes etiquetas) sobre la existencia de polen trasngénico en todas las mieles comercializadas dentro de la Unión.
Argentina ha sido uno de los países más afectados por esta decisión, dada la amplísima superficie de sembrados de estas característica, lo que comienza a ser una amenaza también en México, con la reciente aprobación por parte del su gobierno de una solicitud de la multinacional Monsanto, para la plantación de 30.000 hectáreas de cultivos transgénicos en el estado de Yucatán, uno de los de mayor producción apícola. Esta decisión, paradojal con las políticas de estado, que este país sostiene en cuanto al cuidado de la biodiversidad, no es exclusiva de ese estado, ya que han sido autorizadas otras zonas de otros estados mexicanos, como en el mismo Chiapas, pero hasta ahora de menor impacto.
Más allá del efecto productivo en la producción de miel, varias ponencias demostraron cómo los agroquímicos afectan la vida de las abejas, y el riesgo para la biodiversidad que significa la menor polinización que las mismas hacen en los ecosistemas.
Otro aspecto relevante del Congreso fue el encuentro de las cooperativas apícolas latinoamericanas reunidas en torno a la CLAC (Coordinadora Latinoamericana y del Caribe de Pequeños Productores de Comercio Justo), que tiene sus raíces en la propia creación de los primeros sellos de Comercio Justo, hace más de 20 años.
Durante la Quinta Asamblea Regional de la CLA, celebrada en agosto del 2004 en Oaxaca, México, se constituyó la CLAC como entidad legal, incorporando a las representaciones de los pequeños productores de Comercio Justo de América Latina y el Caribe de una amplia variedad de productos. En la reunión se acordaron pasos a seguir en el fortalecimiento y desarrollo tanto de las cooperativas como del mercado de comercio justo de la miel.
Luego del encuentro, los participantes argentinos tuvieron oportunidad de visitar en terreno a las cooperativas apícolas de Chiapas, y también otras experiencias vinculadas al comercio justo.
Algunas conclusiones
Entre las conclusiones mas importantes del Congreso estuvo la carta con más de 400 firmas enviada secretarías de Agricultura, de Medio ambiente y de Salud para detener estas siembras, en apoyo a los apicultores de esas regiones, donde se remarcó el impacto negativo que esta decisión produce en la economía de estas 41.000 familias productoras de miel en el país.
También se propusieron iniciativas de articulación con otros sectores del campesinado afectados por estas medidas como lo es la Red en Defensa del Maíz Mexicano, para denunciar todos los efectos negativos en contaminación del agua, efectos sobre la salud humana, destrucción de la cultura y vida campesinas que el avance de este tipo de producción conlleva.
Como sede para el próximo Congreso, a realizarse en 2014, se presentaron dos propuestas: Italia y Argentina. En el caso de nuestro país, la propuesta fue llevada por los representantes de Santiago del Estero, interesados en que el Congreso sea una caja de resonancia para debatir el modelo de producción del Gran Chaco Americano, pero finalmente no prosperó, quedando sí comprometida como sede para el año 2016.