La implementación de la llamada Boleta Única Electrónica a través de la reforma electoral quedó trunca en la Cámara de Senadores, tras haber obtenido la media sanción en Diputados. La vulnerabilidad del sistema fue expuesta por expertos que lograron así poner freno a la «democratización del fraude».
Por Vladimir Di Fiore Prieto (Doctorando en Periodismo de la UNLP)
[dropcap]M[/dropcap]ientras redacto estas líneas en todos los portales de noticias del país se habla de la muerte del proyecto de reforma electoral y por ende del voto electrónico. Esta pequeña gran victoria no hace más que reafirmar la importancia de seguir explicando los problemas y vulnerabilidades del mencionado sistema.
Si hay algo sobre lo que los especialistas no debatimos es que la discusión voto electrónico si, voto electrónico no, es todo menos nueva. En las pasadas semanas el tema tuvo cierto espacio en la agenda, a mi criterio mínimo, por estar tratándose la reforma electoral, donde el Poder Ejecutivo buscó, sin lograrlo, implementar el sistema de Voto Electrónico para las elecciones 2017.
El proyecto de Ley de reforma electoral que contempla la implementación de voto electrónico desde las legislativas de 2017 obtuvo media sanción en Diputados y se venía tratando en el Senado, vale decir, la democracia estuvo cerca de quedar privatizada y, como dicen no pocos expertos, el fraude democratizado.
Un detalle curioso es que a mayor conocimiento sobre informática de la persona consultada, más firme es su postura frente al uso de sistemas de voto electrónico, dato que cobra más valor cuando observamos que son las únicas personas con posibilidades, dudosas, de ser fiscales ante una votación de este tipo.
Llamativamente mientras el Poder Ejecutivo le vende a la población que un sistema de voto electrónico es mas económico y seguro, todas las pruebas dicen lo contrario. El sistema es infinitamente más caro que la urna tradicional y lejos de garantizar la seguridad y transparencia del acto electoral, abre la puerta a un sin fin de posibles irregularidades, no garantizando el debido proceso, vulnerando una máxima de nuestra constitución: El voto debe ser secreto. En esta línea considero oportuno recordar que especialistas en informática de la facultad de Exactas de la UBA realizaron una demostración en el Senado donde sin usar chip dejaron expuesto quien había votado que, vale decir, mataron el voto secreto.
Enterados los legisladores sobre la posibilidad de que las máquinas utilizadas para el proceso de Voto Electrónico pueden ser intervenidas con un celular, lejos de frenar el proyecto de Ley, decidieron modificarlo para prohibir el ingreso al cuarto oscuro con celulares. Esta prohibición (impracticable) confirma tácitamente que el sistema es vulnerable.
Siguiendo en esta línea poco feliz, los legisladores reafirmaron la seguridad del sistema incluyendo en la Ley penas de cárcel para quien realice auditorías independientes sobre el sistema que salga adjudicado.
Un dato no menor es que el último programador que denunció una falla de seguridad en el sistema de voto electrónico de la empresa MSA sufrió un allanamiento, la incautación de todas sus herramientas de trabajo y una causa penal.
El sistema electoral actual permite que cualquier ciudadano o ciudadana que sepa leer y escribir partícipe pudiendo entender, ver y auditar el debido proceso. Al pasar a un sistema electrónico solo los ciudadanos/as con formación específica y conocimiento del lenguaje de programación utilizado por la empresa proveedora de las máquinas pueden llegar a participar en tanto fiscales informáticos, rol que no garantiza el acceso pleno al sistema de votación ni permite tener una auditoría plena.
Por estas razones la inmensa mayoría de los países que en el pasado optaron por sistemas de voto electrónico lo han descartado, llegando al caso de declararlo inconstitucional por vulnerar derechos y no cumplir con el debido proceso.
Las elecciones pasadas en EEUU, entre otras muchas cosas sirvieron para ver en la práctica varios de los problemas que todos los especialistas vienen denunciando en ambas cámaras de cara al proyecto de Ley de reforma electoral.
El día electoral arrancó complicado para las máquinas estadounidenses, tan complicado como que hasta las 9:30 un gran porcentaje de ellas presentaba fallas y a lo largo del día pese a la ardua tarea de los técnicos responsables muchas no lograron prestar servicio, generando demoras y problemas en la votación. Independientemente de que esta falla es una prueba simple de lo vulnerables que son las máquinas otro dato importante a evaluar es que si la elección de ayer pudo realizarse fue por contar con un plan b y disponer listados de padrones en papel y boletas papel para realizar la votación.
El pasado jueves 24 de noviembre el bloque de senadores del FPV emitió un comunicado donde explicaron porque no podían dar dictamen al proyecto de Ley, es de destacar que lo primero que hace el mencionado comunicado es reconocer todas las vulnerabilidades y problemas que los especialistas pusieron en conocimiento de los Senadores. (para ser justos diremos que los Diputados contaron con las mismas exposiciones e hicieron oidos sordos a todas las advertencias).
En resumen con el Voto Electrónico:
- Se privatiza la democracia y se limitan las capacidades de los ciudadanos, que no pueden auditar el proceso electoral
- Solo ciudadanos con conocimientos específicos podrían hacerlo, pero parcialmente
- La justicia dice que hay pruebas de que el sistema utilizado en las elecciones de CABA y propuesto para las nacionales no es fiable
- De modificar el software maliciosamente se afectan todas las mesas electorales del país.
- Se demostró que se pueden escuchar los votos
- Se demostró que mediante un celular se pueden marcar los votos y contarlos
- Los insumos de la boleta son importados
- Un fiscal electrónico, tampoco tendría forma de leer todo el código al momento de abrir los comicios
- Gran parte del proceso electoral queda en mano de trabajadores tercerizados de la empresa de voto electronico
- La máquina puede contar mas votos de los que hay
- En países desarrollados se dejó de usar porque no se puede garantizar todo el proceso
- Es difícil garantizar la no trasabilidad del voto y por ende garantizar el voto secreto