Las comunidades originarias de Rosario están demostrando que la salida nunca es individual sino colectiva. La unidad y la fortaleza indígena como espejo de una larga lucha por reivindicaciones históricas.
Por Franco Furno (Miembro de la comunidad Urbana del Pueblo Nación Mapuche en Rosario “Lofche Wiño Leufv”)
[dropcap]L[/dropcap]as y los referentes de las comunidades originarias asentadas en Rosario están demostrando algo que no se había visto antes: Unidad.
Dependerá de ellxs si esta unión se quede en una simple anécdota para el futuro o sea el comienzo de un ciclo donde realmente la política indígena pise fuerte en la región. Y cuando nos referimos a una política indígena hablamos de una visión de mundo. Se trata de llevar adelante el ser y hacer de nuestros pueblos en las políticas públicas.
Los Pueblos preexistentes forman parte de esta sociedad, con derecho a poder ser parte de un Estado que, tal vez en un futuro, sea de carácter plurinacional, donde se pueda trasmitir a todas y todos, el saber de las y los mayores originarios. En esa sabiduría ancestral están las leyes indígenas, el cómo comportarnos, cómo dialogar y cómo ser parte de la Pachamama, la Ñukemapu, la Madretierra. Para lograrlo hace falta fuerza y unidad de los Pueblos, y eso se vivenció el pasado 26 de octubre, donde las comunidades tomaron pacíficamente la Dirección de Derechos Humanos de la Municipalidad de Rosario exigiendo respuestas.
Esta nota recorre los últimos acontecimientos en los que referentes elegidos por las comunidades, y que forman parte del “Concejo de Coordinación y Participación de Políticas Públicas Indígenas de Rosario”, cansados de que la situación empeore en los barrio, decidieron plantarse firmemente frente al Estado Municipal para exigir y reclamar por los derechos vulnerados.
Concejo de Participación de Políticas Indígenas
En la ciudad de Rosario viven miles de originarios, de las naciones: Qom, Chana, Chorote, Chulupi, Diaguitas/calchaquíes, Huarpe, Kolla, Mapuche, MBya, Mocoví, Ona, Pilagá, Tapiete, Tupi Guaraní y Wichi (Según Censo Nacional 2001). La gran mayoría se encuentra en los barrios más postergados de la ciudad donde los derechos básicos y fundamentales para una vida digna son letra muerta.
Algunos de los hermanos están organizados y otros no. Algunos viven todos juntos en un mismo barrio y otros, a distancias lejanas en la misma ciudad. Todos son hermanos/as del mismo pueblo y de la misma lucha. Los tratados internacionales, la Constitución Nacional y leyes provinciales contemplan el derecho como pueblos originarios a exigir y reclamar por el acceso a la educación, salud, vivienda, tierra y al desarrollo de su espiritualidad en relación a la naturaleza.
Es larga la lista de conquistas que han realizado los referentes originarios de la ciudad: leyes y ordenanzas aprobadas y promulgadas que garantizan la existencia y los derechos de los pueblos.
Pero no alcanza.
En diciembre de 2013 se promulgó la ordenanza N°9119 que crea la “Dirección de Pueblos Originarios” dependiente de la Secretaría General Municipal de Rosario, para “Promover la construcción de ciudadanía plena para las personas que se autodefinen como descendientes o integrantes de pueblos originarios y sus comunidades, atendiendo especialmente su cosmovisión y su riqueza étnica y cultura ancestral.” En la misma ordenanza se crea el “Consejo de Coordinación y Participación de Políticas Públicas Indígenas”, cuyo objetivo es “profundizar la participación desde una perspectiva étnica e intercultural de las comunidades de los pueblos indígenas en las políticas municipales, en un todo de acuerdo con las formas de vida, los valores y dinámicas que hacen a una ciudad culturalmente diversa, democrática e inclusiva.” En esta ordenanza se explica la formación del concejo indígena, con la presencia permanente de representantes de todas las secretarías municipales, de dos Concejales del Concejo Municipal de Rosario y por dos representantes de cada comunidad indígena de la ciudad.
Durante 3 años este concejo funcionó de manera irregular, no siempre participaron todas las partes, nunca contó con presupuesto y durante este tiempo la ordenanza no fue reglamentada. Casi todos los meses se reunían los referentes con algún funcionario municipal, sin mantener una idea clara de cómo canalizar las problemáticas más emergentes de las comunidades y esto se ve reflejado en la profundización de las problemáticas.
Griselda Coria, del pueblo Qom argumentaba durante la toma pacífica de la Dirección de DDHH de la Municipalidad de Rosario: “El concejo está funcionando de manera parcial, solo se reglamentó la parte donde está el ejecutivo, los 20 representantes de las comunidades eso no está reglamentado, no tiene presupuesto, no se pueden presentar proyectos y ahora lo que queremos es que se garantice un presupuesto genuino para este concejo y que podamos funcionar de igual a igual.”
El 17 de octubre pasado los referentes de más de 20 comunidades se reunieron cansados de que su trabajo en el Concejo de Políticas Indígenas no llegue a ningún lugar y que las comunidades estén en una situación cada vez más dramática. Resolvieron en asamblea realizar un documento con 5 puntos fundamentales:
-Presupuesto para el funcionamiento del Concejo
-Establecer una oficina propia
-Disposición de técnicos para la elaboración de proyectos,
-Efectivizar con contratos a los concejeros creando puestos de trabajo digno
-Reglamentar la ordenanza N°9119. Para que quede bien en claro, se pide tener en cuenta las Leyes Internacionales (Convenio 169 OIT), Nacionales (Art. 75 Inc. 17 – Constitución Nacional) y Provincial (Ley 11.078).
La idea de esta asamblea era entregar el Documento en mano a la Intendenta Mónica Fein, en una reunión con todos los concejeros indígenas, pautada para el 26 de octubre.
Al mediodía del miércoles 26 de octubre los hicieron esperar en la Dirección de Derechos Humanos. Fue allí donde les comunicaron que ni la intendenta ni ningún funcionario del ejecutivo los iba a recibir. Al parecer, el gobierno municipal se había molestado por una nota publicada ese mismo día en el Diario La Capital, dando cuenta de la cruda realidad que atraviesan los pueblos originarios en la ciudad.
La situación se tornó cada vez más tensa y se vió reflejada en las actitudes de funcionarios de esta oficina. “Por maltrato de la Sra. Lorena Carabajal, hacia los hermanos. La reacción por considerarnos incoherentes, de los dichos que hagamos o querramos y retirándose de la reunión, se decidió tomar pacíficamente la Secretaría de Derechos Humanos. Solicitando la presencia del Sr. Pablo Javkin, Secretario de Gobierno”, dice el documento que se elaboró y firmó ese mismo mediodía.
Más indignante fue cuando una empleada de seguridad contó que el coordinador de Derechos Humanos del gobierno municipal, Rubén Chababo, salió del edificio a los gritos diciendo que había 30 negros de mierda que iban a violentar al personal. “¿Si nuestros derechos son vulnerados, y un funcionario público vulnera sus palabras como funcionario, que esperamos para esta ciudad? La verdad muy indignante las palabras de este hombre. También la señora que estaba a cargo de la seguridad allí, se sintió muy tocada por sus palabras”, señaló Ofelia Morales de la comunidad “Wiphala Qom”.
Ricardo Lopez, referente Qom expresó el repudio: “la discriminación que hizo hacia nosotros, catalogándonos como negros de mierda. Y viniendo de una persona que es director de DDHH, pero resulta que su postura, su pensamiento, su forma de ser no condice con el cargo que hoy está ocupando dentro de uno de las secretarías más delicadas que puede existir.”
Durante la tarde ya eran cuatro los pueblos presentes: Qom, Mocovi, Kolla y Mapuche. Los sindicatos AMSAFE y ATE, también se hicieron presentes. Llegaban adhesiones de comunidades y organizaciones de todo el país, Chaco, Buenos Aires y Río Negro. Ya los medios locales habían difundido la noticia por todo el territorio, pasaban las horas y no había respuestas. Se hicieron presentes las concejalas Celeste Lepratti y Fernanda Gigliani, apoyando la medida y aclarando que a ellas nunca las llamaron para participar del Concejo de Políticas Indígenas. Sonaron celulares desde distintas oficinas, pero la consigna estaba clarísima: que venga Pablo Javkin, que venga el Secretario de la Municipalidad.
Y Javkin llegó, ya entrado el horario del miércoles 27, a las 00:30 hs. Más de 13 horas esperaron los hermanos para entregarle los documentos firmados por los presentes y dos horas más duró la entrevista.
“Nos vamos con una sensación de haber logrado algo sin precedentes en Rosario, pero nos vamos no con mucha claridad en cuanto al discurso del secretario, pero de alguna manera el hizo presencia siendo las 12 de la noche y ya pasaron dos horas de que él se sentó analizando todos los puntos que venimos reclamando. Algunos puntos fueron tomados a medias, la mayoría. Hay un compromiso a medias. Hasta que nosotros no veamos concretados esos puntos no podemos quedarnos tranquilos, ni bajar la guardia y seguir la lucha”, contaba López luego de terminada la reunión con Javkin, entrada la madrugada.
La respuesta se había logrado. El reclamo de las necesidades de los barrios fue escuchado. El secretario municipal prometió una oficina, aprobó la concreción de un presupuesto de funcionamiento pero no así la posibilidad de puestos concretos de indígenas en la Dirección de Pueblos Originarios. El siguiente paso, una reunión pautada con Javkin para el día 16 de noviembre.
Voces del movimiento indígena
Para demostrar que la unidad es un paso concreto, se convocó a una conferencia de prensa en la sede de ATE el 1 de noviembre, donde todos los hermanos dejaron en claro su postura:
“Ya estamos organizados, ya nuestra política, la estructura de nuestra política, dentro del radio municipal, lo único que falta es lo que hicimos ese día, el 26 de octubre, pedir el presupuesto de funcionamiento”, relató ese día Ofelia Morales.
Por su parte Luis Baez, de la comunidad Mocoví decía: “Es muy importante la unión, la reivindicación del pueblo, nosotros siempre compartimos esto a nivel nacional, los que tenemos un cachito más de experiencia, esto se hace sentir únicamente con la unión y la resistencia. Cuando se ha decidido, la toma de decisión, que los hermanos que se queden y se quedaron hasta el final. Nosotros en realidad lo que queríamos es que el funcionario viniera y escuche las realidades de las comunidades, era tan fácil arreglar políticamente la cuestión que nosotros estuvimos 16 horas metidos ahí adentro, tomando un lugar tan significativo como la Dirección de Derechos Humanos, dirección que en ningún momento nos acompañó en esa lucha, por una cuestión de direccionalidad de funciones. Sabemos que deben respetar su cargo político, no así nosotros defendemos nuestras posiciones en las comunidades, en nuestro territorio, en nuestras bases y cada uno de nosotros conocemos cada una de las realidades de las comunidades, si nosotros nos vamos con los brazos vacíos o sin ninguna respuesta a nuestra comunidad, nosotros somos los responsables”
La voz del pueblo Kolla estuvo presente en la conferencia de la mano de Irene López: “La elaboración de ese petitorio nos dio la fuerza y la resistencia que tuvimos al hablar cada uno que es lo que teníamos en ese momento, nos alimentamos unos con otros para seguir trabajando, para seguir acordando, los proyectos que tengamos. Nos dio fuerzas para hacer resistencia contra el gobierno de turno, porque este gobierno se va a ir en algún momento y nosotros vamos a seguir quedando.”
«Podemos administrar todo lo que sea necesario para buscar las resoluciones de nuestras comunidades. Nos creen incapaces. Nosotros no vamos con ningún partido político, sino con las cosmovisiones que nosotros tenemos dentro de nuestra comunidad, tenemos otros pensamientos, los intereses y necesidades que tienen las comunidades. Nuestro pensamiento no es individualista sino a nivel comunitario.”
Miguel Medina, del Pueblo Qom agregó: “No nos tienen en cuenta, pero nosotros creemos que a partir de este momento vamos a seguir adelante con este concejo con todas las organizaciones que tenemos para llevar al gobierno local y decirle que nosotros estamos capacitados para organizarnos y para llevar proyectos. Podemos administrar todo lo que sea necesario para buscar las resoluciones de nuestras comunidades. Nos creen incapaces. Nosotros no vamos con ningún partido político, sino con las cosmovisiones que nosotros tenemos dentro de nuestra comunidad, tenemos otros pensamientos, los intereses y necesidades que tienen las comunidades. Nuestro pensamiento no es individualista sino a nivel comunitario.”
Alfredo Angel, Qom del Concejo de Participación Indígena, declaró: “Hace más de tres años que la venimos pateando, todo a pulmón, sin oxígeno desde el estado. Pero el trabajo se siguió llevando a cabo. Yo creo que lo que pasó el 26, para nosotros queda como algo marcado e histórico. De aquí en más yo creo que hay otra etapa. Acá no venimos a hablar de una bandera de un color político, sino lo que estamos llevando adelante son las demandas de las comunidades. Eso lo tiene que tener claro el estado.”
El Pueblo Mapuche, aunque aún no forma parte formalmente del Concejo de Participación de Políticas Indígenas, estuvo presente en la conferencia de prensa manifestando su adhesión a los reclamos, celebrando esta unidad histórica.
Oficina y Presupuesto
Pasado el mediodía del miércoles 16 de noviembre en el distrito Noroeste, los referentes volvieron a reunirse con Pablo Javkin para continuar con el diálogo. Oscar Talero, referente de la comunidad Qom “Los Pumitas” y Concejero del Instituto Provincial del Aborígenes Santafesinos, cuenta que en la reunión “se habló de la participación de los hermanos de las comunidades que estamos acá en la ciudad de Rosario. Se va a oficializar la Dirección de Pueblos Originarios con presupuesto y los hermanos que trabajan en el municipio darían su trabajo en la dirección de Pueblos Originarios. Se va a llevar adelante una oficina, con lo cual va a estar un esquema centralizado para las comunidades de todas las problemáticas que surgen, la canalización de todos los reclamos y propuestas que vengan para la política indígena con el municipio de Rosario.”
Aún no está decidido el lugar de la oficina pero sí la existencia de un presupuesto para su funcionamiento. Sobre la designación de la representante municipal en la Dirección, hay disconformidad en algunas comunidades “con respecto al nombramiento de la que va a ser la directora de esa oficina que es Marcela Valdata, una persona que tiene antecedentes con las comunidades de Roullión, por lo tanto seguramente se va a buscar otra reunión para que las comunidades le presenten al Estado la situación con esta persona, que fue nombrada, según el secretario de gobierno para representar al municipio. Hay disconformidad, y creo que hasta hubo una denuncia policial con respecto de su actuación. Se va a manifestar un reclamo, para que lo revea el secretario de gobierno”, detalla Talero.
El próximo paso de este ciclo de unidad indígena frente al gobierno municipal es el miércoles 30 de noviembre, la última reunión del año para concretar los 5 puntos que exigen las comunidades. Oscar confirma que la unidad, la fortaleza sigue ”y cada vez más consensuado y cada vez más profunda la unificación de los referentes. Y va a haber más discusión con respecto a la propuesta. Y lo bueno es que estamos todos juntos.”