Primero en Guaminí, Buenos Aires, y luego en Basavilbaso, Entre Rios, las comunidades de los pueblos fumigados e innumerables organizaciones sociales, red de abogados, docentes, cátedras libres universitarias, investigadores, vecinxs, productores agroecológicos, la Campaña Paren de Fumigarnos, El Paraná No Se Toca, entre otrxs, alzaron su voz de repudio contra la persecución académica e ideológica que impulsan las autoridades de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR contra el equipo de Salud Socioambiental que coordina el Dr. Damián Verzeñassi, tal como denunciaron en un comunicado. Exigen la entrega inmediata de toda la información registrada durante los 27 campamentos sanitarios realizados a la fecha, en soporte papel y digital al grupo de trabajo, la continuidad de todo el equipo y el cese de los hostigamientos, entre otros reclamos. Estos campamentos sanitarios han producido conocimientos estadísticos relevantes sobre las consecuencias para la salud por la exposición a agrotóxicos.
[dropcap]D[/dropcap]enunciar al modelo extractivo y el impacto nocivo que provocan las fumigaciones en la salud de las comunidades es apuntar al corazón de un agronegocio voraz.Así lo viene haciendo -entre otros- el Dr. Damián Verzeñassi quien dirige los campamentos sanitarios que se impulsa desde la Materia de Salud Socioambiental y Práctica Final de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR. Hasta la fecha, fueron 27 los campamentos realizados en diferentes localidades, todas ellas afectadas por el uso intensivo de agroquímicos. Estos campamentos permiten revelar con pruebas científicas y epidemiológicas lo que padecen a diario las comunidades expuestas a agrotóxicos: el incremento de diversas enfermedades, entre ellas, el cáncer.
El último campamento sanitario se llevó a cabo en la ciudad de Basavilbaso, Entre Rios. Allí, este fin de semana se realizó el Primer Encuentro de Pueblos Fumigados de la provincia, organizado por la Campaña Paren de Fumigar las Escuelas. Testimonios de damnificados, maestras y la voz de especialistas, abogados y experiencias de lucha de todo el país se articularon para potenciar una red colectiva de pueblos autoconvocados que denuncian lo que ningún Estado es capaz de tomar en agenda pública.
Integrantes del equipo de Salud Socioambiental que coordina Verzeñassi emitieron un comunicado dando cuenta de una grave situación que describe, de acuerdo a lo expuesto, la persecución ideológica por parte de las autoridades de la Facultad de Ciencias Médicas: «Desde hace algunos meses el equipo de Salud Socioambiental y Práctica Final (coordinados por Verzeñassi) sufre presiones por parte del decano, Ricardo Nidd. La escalada tuvo su pico la semana pasada, cuando echó de su cargo de Secretario de Extensión Universitaria de la facultad, al profesor adjunto de la Práctica Final, Gastón Palacios, quien días antes había difundido en medios de comunicación resultados de los campamentos sanitarios. Y también echó de la Subsecretaría de Bienestar estudiantil, a la co-responsable de la materia Salud Socioambiental (desde donde se garantiza la inclusión de estos temas en la currícula médica), Giovana Bonisoli”.
Esto no fue todo, señalan: «Nidd mandó a cerrar con cadenas y candados el ingreso a la oficina donde está toda la información de los campamentos sanitarios (prueba muy valiosa sobre la situación sanitaria de 27 pueblos y ciudades de Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba y Buenos Aires). Se impidió el acceso a todo docente de las materias a cargo del campamento. Esta escalada de persecución académica se dio mientras Verzeñassi participaba del histórico Tribunal Internacional Monsanto, en la ciudad de La Haya, Holanda (para lo cual debió hacer uso, para viajar, de su licencia anual ordinaria adeudada). El decano Nidd mantuvo reuniones con sectores vinculados al gobierno provincial y les habría ofrecido la coordinación de la materia Práctica Final y con ello de los campamentos sanitarios. Tememos que el próximo paso del Decano sea echar a más docentes, no renovando sus designaciones a fin de año, y pretender desmantelar el Instituto de Salud Socioambiental y los campamentos sanitarios.”
El repudio a esta avanzada de autoridades de la Alta Casa de Estudios de la Universidad Nacional de Rosario contra el trabajo que llevan a cabo médicos y estudiantes comprometidos con la lucha socioambiental, fue parte de una declaración conjunta que se consensuó y redactó durante el Encuentro realizado en Basavilbaso. «El Primer Encuentro de Pueblos Fumigados de Entre Ríos exhorta al Rectorado y al Decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario a:
– El cese de la persecución político – académica del Área de Salud Socio ambiental de la Facultad de Ciencias Médicas.
– La garantía de continuidad de los miembros del equipo de Salud Socio ambiental de la Practica Final en sus cargos docentes.
– Permitir el acceso y resguardar las encuestas del Instituto de Salud Socio ambiental.
– La no intervención, y mantenimiento del Instituto de Salud Socio ambiental y los Campamentos Sanitarios como instancia académica curricular.
– Asegurar la realización del Congreso Internacional de Salud Socio ambiental programado para el mes de Junio de 2017.»
Días atrás, en el marco de la Semana de la Agroecología, en otro Encuentro llevado a cabo en la localidad de Guaminí también se realizó un documento firmado por una gran cantidad de comunidades, asambleas y organizaciones sociales, expresando la solidaridad y exigiendo:
– El cese de los hostigamientos perpetrados al grupo de docentes, no docentes y alumnos del Instituto y Materia de Salud Socioambiental y Práctica Final.
– La entrega inmediata de las encuestas registradas en soportes papel y digital al grupo de trabajo.
– Garantizar el ejercicio libre y autónomo de la actividad laboral y de la profesión.
En esta declaración se afirma que «durante el desarrollo de este trabajo se han recolectado datos de más de 96800 vecinos los cuales son patrimonio de la sociedad y es a quien pertenecen. Al poner cadenas en la puerta de la oficina donde se encontraban dichos registros, se ha dejado a los mismos literalmente incautados. Es por esto que exigimos su inmediata entrega a los titulares del equipo de trabajo que los ha recabado y resguardado hasta el momento, pues es en ellos en quienes los ciudadanos han confiado al responder, con la esperanza de que la difusión de los resultados impulse la visibilización de las situaciones que atraviesan. El accionar ejercido por el agronegocio y sus cómplices, que fomentan el extractivismo, atentan así contra la vida y la producción de conocimientos por y para la sociedad.»
También en Basabilvaso fue unánime el apoyo y la preocupación de ambientalistas y asambleas de todo el país ante este hecho que se suma a otras persecuciones contra vecinxs en Santa Fe, como es el caso de Horacio Brignone en María Juana y Milagros Moreira en Suardi, detallaron en la Declaración final realizada en conjunto durante el Encuentro de Pueblos Fumigados.
Los resultados de los campamentos sanitarios han permitido visibilizar, de forma científica, una problemática que médicos de pueblos fumigados vienen denunciando hace tiempo en soledad: el notable incremento de diversas enfermedades en vecinxs, adultos y niños, que viven a metros de los campos rociados con glifosato.
“Los datos recolectados en los campamentos sanitarios han logrado evidenciar los cambios en los perfiles de morbimortalidad de nuestra región, desde hace veinte años sometida a un proceso de envenenamiento constante a partir de la incorporación de los organismos genéticamente modificados (OGM -transgénicos-). Se logró evidenciar el impacto de semejante proceso en los ciclos vitales de los vecinos expuestos al agronegocio”, sostienen desde el Instituto de Salud Socioambiental quienes expresan el recrudecimiento de presiones recibidas en los últimos meses: “somos testigos de autoridades provinciales que se incomodan con nuestro trabajo y sugieren que lo ideal para la Facultad es que silenciemos los resultados de los campamentos sanitarios. Lo mismo han hecho representantes de la agroindustria. Y funcionales han sido actores internos de la política universitaria, que se dicen «revolucionarios» y actúan con las entidades patronales del agronegocios. Se nos acusa de hacer públicos los resultados de los campamentos. Se nos acusa de viajar (aun cuando lo hacemos en nuestro período de licencia ordinaria) con el objetivo de difundir la situación sanitaria de nuestros territorios en otros países. Se nos acusa de ser coherentes con los principios de la Reforma Universitaria”.