En la causa por la desaparición de Natalia Acosta, en 2009, Juan Carlos Cisneros, detenido hoy por el delito de promoción y facilitamiento de la prostitución en ese local, mencionó como sus socios a Marcelo Boscarol y Oscar Burtnik. El primero es empleado del Concejo Municipal y hermano de Darío Boscarol, quien como diputado votó en contra de un proyecto que impulsaba la clausura de ese tipo de establecimientos. El segundo fue dirigente de Unión y hoy es vocal de la Cámara de Apelación en lo Penal. «Místico» no estaba habilitado por el municipio, pero sin embargo recibió inspecciones del Ejecutivo local, lo cual hace aún más llamativo que no haya sido clausurado.
Por Nicolás Lovaisa para Datadura
En 2009, cuando se investigaba la desaparición de Natalia Acosta, quien fue vista por última vez el 29 de mayo de ese año en la esquina de Suipacha y 25 de Mayo, la justicia le tomó declaración a Juan Carlos Cisneros, encargado de «Místico Night Club», el local nocturno ubicado en pleno centro santafesino. «Soy socio del local de diversión nocturna con denominación comercial Místico, integrando además la sociedad el Sr. Boscarol Marcelo y Busnik Oscar», sostuvo.
Natalia trabajaba en ese local. Osvaldo Cerri, quien declaró ante la justicia que «tras mantener un contacto con el Sr. Boscarol Marcelo, socio del local denominado Místico», comenzó a prestar funciones en el lugar como «relacionista público». Ahondó en detalles y explicó que «ante el cierre de un conocido local de diversión nocturna (Club Privado) en esta ciudad», coordinó con Boscarol la apertura de Místico «los días domingo, lunes y martes, para que los clientes del nombrado Club Privado se inclinen a este nuevo local».
Su función también era «contactar personas para que asistan al lugar y poder promocionar el mismo». Sobre Natalia Acosta sostuvo que «pude haber hablado con ella, como lo hice con muchas personas». Cisneros, en cambio, dijo que «Osvaldo es un cliente más del local con el cual no tengo mayor relación», pero admitió que «si bien me ofrece femeninas para trabajar en el local, nosotros nos reservamos el derecho de contratarlas». «Si en algún momento el local necesitaba bailarinas, lo podíamos consultar, ya que él conocía algunas chicas que necesitaban trabajar», agregó.
El pasado sábado 13 de agosto hubo un allanamiento en dos «clubes nocturnos» en el centro de la ciudad: El Stud, ubicado en Lisandro de La Torre y 25 de Mayo, y Místico, en San Martín al 2700. También en un hotel de Eva Perón al 2500 (justo enfrente de Mc Donalds) y en una vivienda particular en Coronda. Fueron detenidos Cisneros, por Místico, y Guillermo Poch, por El Stud, a quienes la justicia ya les dictó la prisión preventiva. Cisneros tiene 63 años y es oriundo de Coronda. Tuvo participación societaria en «Agrana Fruit Argentina» y en «Regional SAIC», aunque se habría desprendido de esas acciones en 2009.
Tres meses antes, Gabriel Ganón, Defensor General de la Provincia, habló en la «Jornada para encontrar respuestas a la desaparición de Natalia Soledad Acosta». Y apuntó directamente a los intereses que, según él, resguardan a los responsables de Místico. «La administración de justicia ,a través de distintos actores institucionales, se encolumnan para preservar a Marcelo Boscarol, hermano del actual Diputado santafesino, Alejandro Boscarol y del ex Diputado Darío Boscarol, y al Camarista Penal Dr. Oscar José Burtnik, que están detrás del encubrimiento», disparó, al mismo tiempo que lanzó críticas al juez Darío Sánchez por su actuación en la causa.
«La pista Místico fue sugestivamente abandonada por los investigadores. No se pidieron sus cámaras internas o externas para poder saber con precisión si Natalia había estado o no en el lugar la noche de su desaparición. Tampoco se investigó a Cerri, que la llevaba a hacer copas al lugar. A los policías les pareció suficiente su explicación de que esa noche no la buscó para llevarla a Místico», agregó.
Los «socios de Cisneros»
Marcelo Boscarol es hermano del diputado radical, Alejandro Boscarol, y del también ex diputado radical, Darío Boscarol, actual vicepresidente de Aguas Santafesinas SA. Según pudo averiguar este portal percibe un importante salario del Honorable Concejo Municipal de Santa Fe desde abril de 2012. Además, integra las empresas «Red Call SRL» y «TPI SRL».
En una entrevista con el diario El Litoral, el bailarín transformista Martín Bellier contó que «Marcelo Boscarol, mi actual representante, me propuso hacer el personaje en un cabaret de Santa Fe». «Hace un año, el mismo empresario inauguró un local en Córdoba donde hago ese personaje», apuntó.
El 8 de noviembre de 2012, la Cámara de Diputados de la provincia de Santa Fe trató el proyecto de ley del diputado por el Frente Para la Victoria, Jorge Abello (quien ganó notoriedad en los medios en los últimos meses por ser chofer de Uber), para prohibir «todo tipo de montaje, puesta en marcha, regenteo, promoción y funcionamiento de establecimientos denominados whiskerías, cabarets, clubes nocturnos o locales de alterne». Además, se acumulaba el proyecto de ley de la diputada Alicia Gutiérrez (Frente Progresista Cívico y Social) «por el cual se disponen en la Provincia las medidas conducentes a erradicar el delito de Trata de Personas».
En su articulado expresaba la prohibición de «la instalación y funcionamiento de los locales comúnmente llamados whiskerías, cabarets, clubes nocturnos, boites, locales de alterne o cualquier otra denominación análoga». Además, exigía «la inmediata clausura en todo el territorio de la Provincia de Santa Fe de las whiskerías, cabarets, clubes nocturnos, boites, o locales de alterne, en los términos y condiciones de la presente ley, facultándose a la Autoridad de Aplicación a adoptar las medidas necesarias y conducentes a tales fines».
Darío Boscarol, en ese momento diputado por la Unión Cívica Radical, tomó la palabra y opinó que «resulta antipático socialmente votar en contra de este proyecto, pero algunos diputados estamos convencidos que no se va a aliviar o perseguir el fin que se propone a través del mismo».
«Creemos que para atacar la trata de personas, hay que atacar las principales causas que llevan a este flagelo que la sociedad tiene. Entre ellas está la prostitución, el rufianismo, el proxenetismo o las distintas denominaciones que se le da al trabajo de quienes protegen o regentean esta actividad. Creemos que el esconder, a través de eliminar el funcionamiento de los lugares donde se practica, no elimina el fondo de la cuestión y por ende no se combate la trata de personas. Esta actividad, naturalmente, sabemos que no se va a eliminar ni va a disminuir con la eliminación de las whiskerías. Así que, en función de estos breves argumentos, adelanto mi voto negativo», argumentó. En ese momento, Místico ya funcionaba desde hacía años. Según Cisneros, con su hermano a cargo.
En el debate, Gutiérrez insistió en que «según los datos de la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos (Ufase), el 75 por ciento de las mujeres víctimas de trata, son rescatadas de estos lugares, llamados como quieran llamarles –whiskerías, cabaret–, pero que en realidad son prostíbulos encubiertos». El argumento no convenció a Boscarol ni tampoco a los diputados Demetrio Álvarez (PRO), Julián Galdeano (FPCyS), Santiago Mascheroni (UCR) y Norberto Nicotra (Bloque Federal), que votaron por la negativa, ni a Federico Reutemann (Producción y Trabajo-Frente para la Victoria), que se abstuvo. El propio Boscarol, dos años más tarde, pediría la destitución de Ganón como Defensor General de la Provincia, en el mismo recinto.
Oscar Burtnik, por su parte, es actualmente vocal de la Sala II de la Cámara de Apelación en lo Penal de Santa Fe. Fue dirigente de Unión durante el último tramo de la gestión de Ángel Malvicino (hasta 2007) y en los primeros tres años de la gestión de Luis Spahn (2009/12). Fue asesor de la Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (Utedyc) en Santa Fe.
Concursó su actual cargo a fines de 2012. Quedó sexto, detrás de Carlos Alberto Carbone (hoy vocal de la Cámara Penal de Rosario), Fernando Ferrer (se lo rechazó por haber sido juez de la dictadura) y Martha Feijóo y Jaquelina Balangione, quienes asumieron como juezas de la Cámara Penal de Santa Fe, tal como precisa esta nota publicada en abril de 2014 por Juan Carlos Tizziani en Rosario 12.
En quinto lugar quedó Juan Carlos Curto. Pero su ascenso a camarista se vio frustrado por una «severa recomendación» de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia, por lo que el entonces gobernador, Antonio Bonfatti, decidió no enviar su pliego a la Asamblea Legislativa y propuso en su reemplazo a quien lo seguía en la lista: Burtnik. Bonfatti dijo que Curto «ha demostrado ser, a nivel técnico jurídico, una persona idónea», pero aclaró que su «perfil» no se ajusta al que pretende para el nuevo sistema penal, que exige una «profesionalidad superior».
El municipio que mira y no ve
Místico y El Stud funcionaban en pleno centro santafesino, donde los controles que ejerce el municipio son frecuentes. Místico no tenía habilitación municipal, pero funcionaba sin inconvenientes. Entre 2012 y 2015, según pudo saber este cronista, recibió cinco inspecciones, pero no se tomaron medidas al respecto. En las semanas previas al allanamiento (cuando quizás algunos detalles de la investigación en marcha habían trascendido), recibió seis.
No sólo eso: hasta 2010 la Municipalidad (en ese momento bajo la gestión de Mario Barletta) promocionaba los locales El Stud y Místico en la folletería oficial. Hasta que la Asociación Civil Las Diversas presentó un reclamo para que la Secretaria de Derechos Humanos de la provincia, Rosa Acosta, «interceda y apoye nuestro pedido a la Dirección de Turismo de la Municipalidad de Santa Fe para que retire de la pagina web y folleto turístico que se entrega en oficinas oficiales, la publicidad de las whiskerías y night club de esta ciudad». Como pruebas, adjuntaron la publicidad de Místico Night Club y otras whiskerías que figuraban en el folleto turístico de Santa Fe, en el rubro Diversión.
La causa
Hasta el momento, la causa está caratulada como «promoción y facilitamiento de la prostitución». En ambos lugares la dinámica era similar: el pago de una entrada (entre 80 y 100 pesos) y para poder «llevarse» a alguna de las chicas hasta un hotel cercano había que consumir, como mínimo, 200 pesos. Según la investigación, a cargo del fiscal Omar De Pedro, uno de los propietarios del lugar tenía cámaras instaladas en el lugar y controlaba los movimientos desde su casa. Si faltaba una chica, preguntaba por qué y la hacía llamar, para que concurriera «a trabajar».
A través de la documentación secuestrada y escuchas telefónicas se avanzará sobre la responsabilidad que pudiera caberle a los funcionarios que debían controlar estos locales, y también de qué manera los establecimientos podían burlar los mismos. En el caso de uno de ellos, por ejemplo, cómo pudo funcionar tanto tiempo un «negocio» que estaba colgado a la red eléctrica de la Empresa Provincial de la Energía, a escasas cuadras de Casa de Gobierno, la Municipalidad, el Ministerio Público de la Acusación y la Agencia de Trata.