«Mil ferias para Rosario» es el nombre del masivo encuentro de ferias populares que tuvo lugar frente al Almacén de las Tres Ecologías. Diversas ferias que confluyen en la Red de Comercio Justo del Litoral, ferias barriales, organizaciones de la economía popular y ediciones de libros autogestivos se reunieron en una actividad que tuvo como eje defender el trabajo y la sostenibilidad de las ferias autogestivas en el espacio público. Intentan lograr una ordenanza municipal que les permita contar con un marco legal y una herramienta para defender su trabajo.
Por María Cruz Ciarniello
“Muchas organizaciones estamos atravesando una problemática con nuestras ferias en la calle y en los lugares públicos. Estamos teniendo problemas para trabajar, teniendo en cuenta también el nuevo escenario político”.
Quien habla es María Magdalena Alvez, integrante del Centro Ecuménico Poriajhú, organización histórica de Capitán Bermudez que a su vez forma parte de la Red de Comercio Justo del Litoral. La situación es crítica, confiesa. A la hora de hablar sobre el impacto de los tarifazos en las organizaciones de la economía popular, María Magdalena es recurrente. La situación de Poriajhú no difiere de los tantos otros espacios sociales y comunitarios. Tampoco la de su radio comunitaria que está en alerta. “Nos vino cinco mil pesos de luz, además de ya no contar con la Ley de Medios ni del AFSCA que nos acompañó muchísimo. Este escenario de ajuste desde el gobierno nacional nos afecta muchísimo, hay organizaciones que vamos a tener que quizá apagar nuestro transmisor porque la tarifa social entra a un muy pequeño círculo, ni siquiera a los clubes de barrio porque piden muchos requisitos. Las organizaciones que pudimos articularnos durante tantos años con políticas sociales y en el intercambio con productores o con lo que era el FOMECA o en la red de organizaciones por el derecho a la educación, hoy desde el vaciamiento y el tarifazo, las organizaciones corren mucho riesgo. Creamos alternativas pero está muy difícil. Hoy las radios comunitarias se están organizando para poder pedir la tarifa social porque no se puede ¿ y sino, cómo haces?”.
María Magdalena o Malena –así la llaman sus compañerxs- desde hace tiempo milita en una organización de la Economía Popular que a su vez se articula con otras a nivel nacional. Sabe desde la propia experiencia que los tiempos que corren son difíciles. “Peor que en los noventa”, dice. Y su preocupación es compartida por cientos de feriantes y organizaciones de la Economía Social que además de sufrir los tarifazos y las políticas de ajuste que están asfixiando a cooperativas, pymes, comerciantes, clubes de barrios, teatros comunitarios, comedores barriales y a los sectores populares, encuentran enormes dificultades para poder trabajar libremente en la calle: quienes más lo sufren son los vendedores ambulantes y los trabajadores que instalan las ferias de reventa en los barrios como una estrategia de sobrevivencia.
Por este motivo, desde el bloque del Movimiento Evita se diseñó un proyecto de Ordenanza que busca regular y amparar a las ferias populares. Fue presentado por el concejal Eduardo Toniolli y acompañado por las concejalas Caren Teep, Celeste Lepratti, Marina Magnani y Lorena Gimenez. El avance del proyecto esta detenido y es por ello que diversas ferias de la ciudad se reunieron este sábado 16 de julio en el Almacén de las Tres Ecologías –Presidente Roca y el Río- para instalar el debate en el espacio público, encontrar apoyos de la sociedad y visibilizar el conflicto.
El proyecto de ordenanza nació por iniciativa de diferentes trabajadores que integran las ferias barriales, cuenta María Magdalena. “Nosotros también tenemos que ver con las ferias populares, el proyecto tiene como objetivo que cada persona que va a revender pueda estar en un Registro a nivel municipal. Entonces de esta manera se podría desterrar ese imaginario que se venden cosas robadas, y donde además son perseguidos en estas ferias”.
En esta actividad que desde la Red de Comercio Justo del Litoral dieron en llamar “Mil Ferias para la Ciudad”, los feriantes de los barrios dieron cuenta del alcance de la ordenanza en conjunto con los/as concejales/as invitadas al panel debate.
Unirse, encontrarse y trabajar colectivamente es la premisa fundamental para todas las ferias populares que existen en Rosario: las agroecológicas, las que revenden diversos productos, las culturales. Espacios de autogestión que crecen, se fortalecen y fundamentalmente, generan recursos para quienes encuentran en ellos, un medio y modo de vida.
“Fueron los concejales que votaron a favor. Hay otro escenario político y es dificil la situación”, señala María Magdalena quien también hace referencia al plano local y a la nueva gestión de la flamante Secretaria de Economía Social que, según cuentan desde las organizaciones, no acompaña las iniciativas de las organizaciones y cooperativas que apuestan desde hace muchos años a otra forma de producción, comercialización y consumo.
Desde la Secretaria de Economía Social, por su parte, señalan que desde el Municipio “hay una política clara del Estado local para incentivar al emprendedor para la salida autogestiva”. Así lo declaró el secretario de la cartera municipal en diálogo con el periódico El Eslabón de Rosario. Sin embargo, el trabajo en la calle se hace cada vez más difìcil y son los feriantes quienes están pidiendo una norma que regule la actividad, un marco legal que los ampare y que les permita vender con libertad y defenderse ante desalojos y denuncias que puedan sufrir. Pero no solo eso: están reclamando condiciones dignas de trabajo.
Una denuncia e inspección impidió, por ejemplo, que la Feria de Frescos, una alternativa de venta de productos agroecológicos que funcionaba con éxito en la calle 9 de julio al 600 los días jueves, pueda seguir en la calle.
“La Feria de Frescos está activa, pero adentro” del local que tiene la Cooperativa Mercado Solidario, remarca María Magdalena. Y no es lo mismo. El espacio público ya no es para todxs. Por eso, la apuesta es a seguir estando presentes en la calle, allí donde las articulaciones y los encuentros potencian otra construcción de los vínculos. De eso se trata, además de defender el derecho al trabajo.
La diversidad fue una característica del encuentro de este sábado 16. Hubo ferias barriales, de cooperativas, de organizaciones sociales, agroecológicas, ferias de libros y bibliotecas populares. La diversidad y la unión, haciendo frente al contexto político, económico y social que tanto a nivel nacional como local está haciendo mella en los sectores populares. “Pensamos que ocupar el espacio público para desarrollar diversas actividades económicas sostenidas (aún de manera informal) por ciudadanos, que cooperan entre si, enriquecen y fortalecen las relaciones sociales en democracia”, sostienen en la convocatoria al evento.
Quien organizó es la Red de Comercio Justo del Litoral que nuclea a productores de todo el país y en la provincia, a organizaciones como Poriajhú, Cooperativa Mercado Solidario, el Almacén Ambulante y la Verdecita. “El objetivo es sentarnos a debatir y pensar juntos este nuevo escenario político que todos estamos pasando, siendo parte o no de alguna organización, estamos todos vinculados. Se realizó en un espacio alternativo como el Almacén de las Tres Ecologías donde hay organizaciones y productores autónomos y organizados”.
Desde la Red invitaron a las ferias populares de los barrios porque saben que allí la situación es todavía mucho más dificil. “Tenemos que acompañarnos, por eso la diversidad de todas las organizaciones que participaron”.
Estuvieron presentes la Feria del Tanque, la Ctep, de la Plaza Homero Manzi, Biblioteca Vigil, la Feria del D7, la del Movimiento de Trabajadores Autogestionados, de la Plaza Saavedra, la Feria Almacenera de las Tres Ecologías, Feria Huertarteando, la de la Cooperativa de Cartoneros Unidos, la Feria de Funes, del Centro Cultural La Toma y de ediciones de libros y revistas autogestivas.
2 comentario
Digan donde es
María Aurelia, está dicho en la nota. Es en el Almacén de las Tres Ecologias, Roca y el río. Saludos.
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