La revista Femme Fetal nació en el año 2015 en formato papel. Se trata de un proyecto autogestivo y con mirada feminista que es coordinado por Marianela Luna. Ya cuenta con su tercer número en venta y una proyección a nivel nacional.
Por Laura Charro
Desde Agosto del 2015 en las librerías de Rosario hay una nueva publicación en formato revista que anuncia un nacimiento trunco. Un feto que nunca nació, que no se va a fecundar, que nadie va a parir. La “femme fatale” de los deseos de algunxs, ya no será. Nos encontramos, en cambio, con su antítesis, la Femme Fetal que con relatos literarios, poesías, imágenes e ilustraciones nos cuenta historias de mujeres reales, hermosas, complejas e imperfectas.
Marianela Luna, su directora y editora, decidió dar a luz este proyecto autogestivo y con mirada feminista. Es la madre – como ella misma se autodenomina- de la revista Femme Fetal, que ya cuenta con su tercer número en venta y una proyección que se pretende nacional. “Fue el resultado de un blog -fui bloguera mucho tiempo- y de comentarios de gente que leía y me decía “me pasó lo mismo y no me animo a contarlo”. Apunté a cosas de la llamada problemática femenina que los medios agrandan o también la crítica de esa versión estereotipada de la mujer”, cuenta Marianela en diálogo con EnREDando.
Los textos que forman parte de la revista han sido seleccionados por su creadora desde una convocatoria abierta e incluye también sus propios relatos. La consigna era clara pero no tan simple de lograr: los textos podían abordarse desde el humor o la crítica, podían ser producciones de escritorxs con o sin experiencia, pero siempre debían tener como protagonista o como parte de la historia a una mujer, no importa el género de quien tenga la pluma o el teclado en mano.
La primera selección fue difícil. Hablar sobre mujeres y escaparle al estereotipo, a los micro-machismos cotidianos que se traducen también en el lenguaje, a la mujer relacionada siempre al drama y la tristeza profunda, a la sexualidad desde el deseo de satisfacer a un otro, varón, hetero; conlleva una búsqueda. En los números siguientes, con la primera edición ya en venta, la tarea fue más fácil. Quedaron pocas dudas de hacia dónde apuntaba Femme Fetal. Desde la vereda aun áspera pero necesaria del feminismo, Marianela hace su aporte y “pequeña revolución” y desde ahí intenta mostrar otra forma de ser mujer, la anti-minita. En contra de “la cultura de la chica sumisa, obediente, que se preocupa por demás de su apariencia y espera agradar.” Y a favor de que “somos lo que queremos ser y no lo que esperan de nosotras.”
Esa misma minita es reproductora pero también víctima – inconsciente quizás- de un modelo patriarcal y cultural que aun nos destina a los cautiverios socialmente legitimados: los modelos hegemónicos de belleza, la importancia de la estética, la moda, la maternidad como destino ineludible, el prejuicio ante la diferente, el cuidado de lxs demás, el hogar…y la lista sigue larga.
Marianela eligió el camino de la autogestión y se dio cuenta que ahí “aprendes a la fuerza y a los portazos, muchas puertas se te cierran y otras se abren con mucha calidez. Algunas librerías, cuando yo iba con mi bolsito lleno de revistas me decían “no, no trabajamos revistas locales” ó “no, no tengo lugar”. Y yo les decía “pero mirá lo que es!, no te ocupa nada, nada de lugar!”. También, en contraste a eso tuve muchas librerías que me dijeron “¡Sí, tráelas!”.
El camino de la revista Femme Fetal recién comienza. Con la colaboración de un nuevo editor se están abriendo nuevas puertas en la Capital del país y son cada vez más diversas las voces y estilos que se incorporan.
Cada edición tiene una mujer elegida, casi en plan de homenaje: en la primera la gran Gilda, en la segunda Beyonce, en la tercera Amy Winehouse. Cada una con sus bellezas, estilos, arte, batallas, vidas, comienzos y finales diferentes. Pero jamás se las menciona, cada una escolta en silencio el abanico de relatos y los ordena a su gusto.
Al recorrer las páginas de Femme Fetal aparecemos todxs: la que se enamora en el supermercado, la “conchuda” del boliche, la que critica a los hombres y su pretensión de virilidad genital inexistente, la enamorada de lo simple, la desenamorada, la femme fetal manifiesta, la que odia las despedidas de solteras, las empoderadas sin saberlo, la jipi, la madre, la simple, la mujer que se recuerda en una canción, la que se deja, la que no deja, la avergonzada, la que le escribe una carta a una planta, la que cambia roles, la que goza con mujeres, la real, la surfer, la tullida, la anti chetos, la que se expresa con poesía y es poesía, la culposa, la amada, la imperfecta, las que, como editorializa Marianela, “tropezamos, reímos y gracias a la risa nos levantamos y seguimos caminando” .
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La revista Femme N° 3 se puede conseguir en las Librería El Lugar, Buchin Libros yLibrería El Juguete Rabioso
1 comentario
es preocupante llamar a todo feminismo…
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