Atento. Comprometido. Locuaz. Darío Aranda nada como un pez en el agua al referirse a diferentes a temas socioambientales. Lleva años recorriendo el país y narrando luchas sociales frente al saqueo extractivista. A pesar del panorama gris, es optimista y ve en la organización social una sólida herramienta de resistencia para la defensa de la Vida.
Por Vivi Benito
Periodista. Militante. Escritor, autor de los libros “Tierra Arrasada. Petróleo, soja, pasteras y megaminería” (2015), y “Argentina originaria. Genocidios y resistencias” (2010), Darío Aranda lleva años recorriendo el país, investigando y narrando conflictos vinculados al modelo extractivista, estuvo en Rosario en el marco del encuentro “Agroecología: una solución a 20 años de transgénicos”, realizado el 29 de marzo en el Centro Cultural Parque España.
Un hilo común enhebra sus crónicas e investigaciones: el avance rapaz del modelo extractivista sobre comunidades, territorios y biodiversidad.
El trabajador de prensa nada como un pez en el agua al referirse a diferentes temas socioambientales, lleva tiempo prestando atención a grupos de vecinos, médicos, abogados y científicos que dan cuenta de las irreparables consecuencias de este sistema inhumano y depredador, donde el lucro está por encima de la vida. Situaciones presentes en nuestro país y en toda América Latina, es que no hay casualidades sino continuidades de un sistema colonialista y neoliberal.
Desde 2003 trabaja en el diario Página 12, como en todos los medios comerciales no le resulta sencillo abordar con libertad y en profundidad cada uno de los temas ambientales, que por supuesto también son político económicos. Sin embargo, no se queda insultado a los editores, le busca la vuelta colaborando en medios comunitarios, como herramientas de comunicación necesarias y posibles.
Pensar en un mundo mejor es también construirlo. Así como elige comprar yerba y alimentos sanos en ferias agroecológicas, lee los diarios comerciales por internet y compra medios alternativos. A pesar del complejo panorama sociopolítico, Darío es optimista y en la organización social vé una sólida herramienta de resistencia en defensa de la Vida.
e: A partir del camino que venís recorriendo, ¿cómo observás las resistencias y construcción de poder popular frente al modelo extractivista?
D.A: Sin dudas es una lucha desigual, donde de un lado están las grandes corporaciones, junto con los gobiernos, con los grandes medios de comunicación, por decir sólo alguno de los sectores nucleados en el mismo modelo, y del otro, están los sectores del campo popular, los pueblos indígenas, campesinos, asambleas socioambientales, organizaciones sociales, algunos sectores partidarios minoritarios.
«El vaso medio lleno son las luchas populares que se han desatado en América Latina y en Argentina en los últimos años, que tienen una historia y continuidad.»
Es una lucha desigual pero al mismo tiempo siempre que ha habido lucha hay resistencia y se han logrado avances, tengo una mirada optimista en ese sentido, dentro del pesimismo de 12 años de extractivismo a ultranza, más lo que viene con Macri, eso sería el vaso medio vacío. Y el vaso medio lleno son las luchas populares que se han desatado en América Latina y en Argentina en los últimos años, que tienen una historia y continuidad. Enumero en algunas puntuales:
. Esquel en 2003 fue un triunfo contra la megaminería pero también un faro que iluminó en los 5000 km de cordillera.
. En Malvinas Argentinas, Córdoba, la planta de Monsanto hace más de un año y medio que debiera estar produciendo y está paralizada, no está dicha la última palabra pero vienen colegas, periodistas de todas partes del mundo a ver cómo es el pequeño pueblo de América Latina que ha frenado a Monsanto, eso ya es un triunfo.
. En Río Cuarto, quizás pasó más desapercibido, hubo una movilización de la Universidad Pública y de organizaciones sociales, a la que se sumó el intendente, y lograron que no se instale una planta experimental de Monsanto, se ha vetado su instalación.
. Loncopué en Neuquén, también ha frenado en 2012 la megaminería.
. Andalgalá (Catamarca), si bien hace 20 años que funciona la minera Alumbrera, hace 3 años lograron paralizar el proyecto Agua Rica, que es más grande que Minera Alumbrera.
Me parece que hay frondosas luchas, hay triunfos que muchas veces están invisibilizados, hoy estamos en un encuentro de agricultura agroecológica, es también un triunfo, pensar en un encuentro de este tipo hace 15 años quizás era más difícil.
Las mentiras del agronegocio ya son tantas que obviamente hay muchos que despertamos, que conocemos y que vamos contagiando unos con otros de que otro modelo es necesario, es posible y se está haciendo. Aquí están compañeros de Naturaleza Viva, un emprendimiento que es de referencia para la agricultura y otro modelo agropecuario.
En términos de coyuntura política creo que todavía está pendiente la evaluación de lo que significaron los 12 años de kirchnerismo para el campo popular. Corre más por cuenta de las organizaciones -muchas de ellas que integraron el kirchnerismo- si hoy están más fuertes o más débiles que hace 12 años. Es una evaluación que a mí no me corresponde hacer, aunque la pienso y me repregunto.
Al mismo tiempo siguen de pie muchas otras organizaciones que han estado siempre en lucha, por ejemplo el domingo 27 terminó el encuentro N° 26 de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC) en Jáchal (San Juan), nada más más ni nada menos que la capital de la megaminería en la Argentina. Eso muestra la fortaleza y resistencia de muchos compañeros con mucha coherencia justamente en eso, en denunciar lo que iba a hacer la megamineria y comprobar que es lo que habían dicho, que iba a contaminar, que no iba a provocar trabajo, ni desarrollo local.
e: Esta asimetría en las luchas sociales se traduce también a la hora de narrarlas en los grandes medios. ¿Cómo lo vivís desde tu trabajo?
D.A: Sin dudas, mientras más grande es el medio de comunicación más restricciones te pone, eso lo tenemos claro. Entré a Página12 en 2003, durante 12 años de kirchnerismo nunca pude escribir una nota crítica sobre el Ministerio de Agricultura, aunque a veces se puede mechar algo, pero ni bien asumió Macri ya me aceptaron una nota cuestionando al Ministerio de Agroindustria, como se llama ahora en manos de la Mesa de Enlace, y está muy bien que salga eso pero cómo se acomodan rápidamente, cómo cambian…
Siempre escribí en lo referido al extractivismo, busquemos una nota crítica al fracking (fractura hidráulica) en Página 12 y va a ser muy difícil encontrarla. Busquemos una nota crítica a Monsanto, a Singenta o a las fumigaciones con agrotóxicos en Clarín o La Nación y tampoco, o sea, cada medio silencia según su conveniencia, según su interés político o económico.
Sabemos lo que son los grandes medios, la crítica tiene que profundizarse y apuntar al rol de los periodistas en esos medios. Hay periodistas que durante 12 años han silenciado un montón de cosas y ahora de golpe se vuelven “denunciadores seriales”, otros que han denunciado todo el tiempo al kirchnerismo y ahora parece que Macri es la maravilla de la gobernabilidad en Argentina. Ahí también hay un doble estándar, hay que hacer esas críticas de esos profesionales que trabajan en esos medios.
Por otro lado, hablando del vaso medio lleno, es importante cómo se ha reproducido la cantidad de medios compañeros, comunitarios, alternativos, que por supuesto no están lejos de las dificultades. Cuesta mucho sostener un medio, lo digo desde adentro porque participo en medios comunitarios como FM Kalewche, FM La Tribu, cooperativa La Brújula, es un debate pendiente, interesante y necesario.
Se ha aumentado en cantidad y en calidad las producciones y el trabajo en los medios comunitarios pero tenemos que profundizar en la sustentabilidad, trabajar en ese sentido para potenciarlo y no reproducir las lógicas de los medios comerciales. A su vez tenemos que hacer bien el periodismo y no correr con las primicias y esas falsedades que nos enseñan en las facultades de periodismo y que se repiten en los medios comerciales.
Así como hoy estamos hablando de consumir productos sanos y eso uno lo aprende, con los medios comunitarios pasa lo mismo, soy un “consumidor serial” de medios alternativos, también leo Clarín, la Nación, Página, Ámbito Financiero pero por internet, no los compro. Los medios compañeros los compro porque con eso se sostienen, a veces no llego a leerlos todos en el mes, pero hago circular esas revistas. Consumir y difundir los medios comunitarios es un gran paso que podemos dar.
1 comentario
Admiro profundamente las convicciones que te llevan a ser tan claro en el relato,tu sencillez y lucha por un mundo mejor. A veces creo que es muy difícil multiplicarse en esa idea, pero también se que es posible empezar con lo que se tiene cerca…gracias por estar cerca. Abrazooo..
Comentarios no permitidos.