La Tetera es el primer medio gráfico de Diversidad Sexual que surge en Rosario, con una agenda que toma las banderas, luchas y voces de la militancia LGBT en la ciudad. Con identidad propia y con la furia travesti como bandera.
Por Maria Cruz Ciarniello
Un nuevo medio de comunicación autogestivo nace en Rosario para romper estereotipos, para construir otros discursos, para informar, defender conquistas e instalar debates visiblemente silenciados.
La Tetera despierta para ser la primera revista de Diversidad Sexual en Rosario, con una identidad que tiene a la Furia Travesti como bandera de lucha. Un horizonte que en las disidencias, encuentra el camino para hablar desde otros lugares, con otros relatos y miradas.
La Tetera retoma una agenda muy propia que es la de las organizaciones de la ciudad, lo que hacen los militantes locales, señala el equipo de producción que está ansioso por lo que será la presentación de la revista este domingo a las 20 hs en el bar cooperativo Pichangú.
Laura Hintze –periodista del Semanario El Eslabón- es parte de un grupo de siete personas que desde hace más de seis meses–y a partir de una iniciativa de referentes del Frente de Diversidad del Movimiento Evita como Michelle Mendoza y Julián Fernandez- trabaja con entusiasmo para otorgarle cuerpo a un sueño que es también una necesidad: es que la Tetera recoge las voces que pocas veces escuchamos en los medios comerciales salvo excepciones, o las que aparecen solo cuando la violencia se hace carne de las historias y las luchas del movimiento LGBTI.
En general, para los medios tradicionales es muy difícil salirse de la agenda y la diversidad aparece asociada cuando hay hechos de violencia. Lo que creo que está bueno es sobretodo, la posibilidad de encontrar una agenda de diversidad propia de Rosario, señala la periodista.
Quizá el antecedente más destacado sea la revista El Teje que publicaba el Centro Cultural Rojas en Buenos Aires y cuya directora era Marlene Wayar –destacada referente trans en el país- o el Suplemento Soy del diario Página 12. Aquí en la ciudad, desde la Tetera rescatan lo que fue la experiencia de la revista Quiero que gustes de mi en el año 2012, un intento por tener un medio gráfico que lamentablemente no pudo continuar.
En esos recorridos, el grupo encuentra un foco de aprendizaje: En este primer número, publicamos un articulo de Marlene Wayar porque nos nutrimos de esas experiencias y aprendemos de cómo ellos y ellas pensaron en la necesidad de tener su propio medio de comunicación.
Pero la revista también irrumpe en un contexto donde la aparición de nuevos medios y nuevas voces resulta trascendental, una pulsión de vida en los tiempos que corren.
¿En un contexto de ajuste donde estaría la agenda de diversidad? Hay que salir a reforzarla, cuando se hablan de despidos nosotros también somos parte de eso, responde Martín Paoltroni, militante de la diversidad sexual en Rosario y uno de los editores de la revista. La idea es pensar la diversidad desde la transversalidad con la política, agrega.
El grupo entiende y sabe que es fundamental defender las conquistas que el movimiento LGBTI logró alcanzar durante el último gobierno de Cristina Kirchner, además de impulsar y reforzar debates y reclamos locales que implicarían un claro avance en materia de derechos, entre ellos, el Cupo Laboral Trans que se discute en el Concejo Municipal. Por ello, la nota de tapa de este primer número –editaran 3 en el año- profundiza en el tema. Dice Martín: Estamos muy cerca de que se apruebe el cupo laboral trans, ese es el tema de la tapa, y la idea es que en el marco de incidencia política que militan los compañerxs, La Tetera sea un soporte para ir a discutir, e instalar el debate social y cultural.
¿Qué eran las Teteras? El nombre tiene un fuerte sentido político: las teteras surgieron como espacios de encuentros sexuales entre hombres en lugares públicos, durante los años 70. El contexto de aquella época marcó la necesidad de generar otros lugares donde la información avasallada y reprimida, pudiera circular. Lugares que fueron trincheras de resistencia en épocas de dictaduras militares. Eran microclimas donde circulaba mucha información, y por eso tomamos el nombre, también como un lugar de encuentro, explica otro de los integrantes del equipo, Gabriel Menicheli.
Diana y Lohana, presentes
Decir Diana Sacayan y Lohana Berkins es decir lucha, pasión, furia.
Referentes indiscutibles para la militancia trans del país, las dos supieron trazar caminos para continuar con las banderas que tanto defendieron. Sus cuerpos disidentes siguen gritando, con la misma fuerza con la que sus vidas atravesaron todo tipo de dificultades y contextos adversos. Diana fue una de las impulsoras del cupo laboral trans en la provincia de Buenos Aires y una activa defensora de los derechos humanos, voz imprescindible que la violencia machista nos quitó. Lohana luchó incansablemente por lograr la Ley de Identidad de Género en Argentina. Por eso, dicen desde la Tetera, la revista tendrá páginas dedicadas a lo que fue el travesticidio de Diana Sacayan y un artículo de Marlene Wayar que escribiera en homenaje a su compañera Lohana Berkins. También hay un espacio dedicado a Claudina Marek, una de las primeras lesbianas visibles que hubo en la Argentina.
Estas notas se suman a un temario amplio que aborda el trabajo sexual, una crónica sobre el Día de la Visibilidad Lésbica, un informe sobre violencia institucional y una nota que retoma una temática fundamental: las operaciones a las que se someten las chicas trans. La revista busca acercar información útil y por ello, se distribuirá gratuitamente en la zona roja, en bares y centros de salud. Es una herramienta para que también muchas chicas y chicos puedan tener información. En la primera página hay información útil que es algo bueno que retoma el papel, números de teléfonos en caso de denuncias. Rosario es una ciudad bastante avanzada pero hay debates que hay que seguir instalando. Hay discriminación y falta de acceso al trabajo. El cerco mediático llega a todos los barrios y hay chicas trans que quizá no saben que se esta discutiendo el cupo laboral trans, apunta Laura Hintze.
Apostar al papel es otro desafío que asume el equipo editor. Más allá de la gran cantidad de información que circula por redes sociales y portales de Internet, la gráfica aporta otro condimento: la permanencia en el tiempo y la circulación por espacios y grupos que no tienen acceso al medio digital.
Laura destaca otro aspecto interesante que tendrá la revista: la construcción de una agenda propia que nace de la militancia, de las propias organizaciones de la diversidad sexual en Rosario. Las voces en primera persona y las historias contadas desde adentro: queremos llevar el debate por fuera y por dentro del colectivo. Vamos a ser los únicos que tengamos el tiempo de pensar temas de diversidad, de investigar, y casi todos son militantes de diversidad, y saben cosas que otros no conocemos, y con esa perspectiva natural inevitable vamos a marcar otra agenda.
A esto, Martín suma: es cambiar la perspectiva en el abordaje periodístico. Hay una puja donde la comunidad de varones gays, blancos de clase media, son los que ocupan los lugares de poder, y en realidad la cara de la diversidad es mucho más amplia, más grasosa.
En esa grasa militante, la Tetera nace como un espacio más de resistencia y diálogo que sigue, resignificándose a sí misma, la senda que marcó Marlene, Diana, Lohana… ellas representan la disidencia, menos institucionalizada, y queremos identificarnos con esa lucha que es la furia travesti.