Esa fue la expresión de un policía cuando se enteró de la detención de un ex Drogas Peligrosas, involucrado en una causa narco, al que la justicia le embargó sus bienes. El fiscal pidió la elevación a juicio de la causa que investiga el hallazgo de un camión con 1.682 kilos de marihuana en Arroyo Leyes. Hay diez policías imputados. Algunos de ellos apuntan a la complicidad de la fuerza con el narcotráfico. Una subcomisario sostuvo que «el cargamento pertenecía al Jefe de Policía». También pidieron el procesamiento de los dos ex Jefes de la URI, Sergio Vergara y Sergio Fernández.
Por Nicolás Lovaisa, desde Santa Fe para Datadura
El 1° de noviembre de 2014 un camión Iveco patente LBR-421 atravesó el Túnel Subfluvial para ingresar a la provincia de Santa Fe. El cruce fue a las 23:16, según consta en el ticket de peaje número 13.399. Minutos después se detuvo en la intersección de las rutas 1 y 168. Esperó durante diez minutos con las balizas encendidas, hasta que arribó al lugar una camioneta de color blanco.
El camión retomó su marcha, siempre detrás de la camioneta, y siguió hasta el kilómetro 14 de la Ruta 1, donde se produce la intersección con la calle 62, en jurisdicción de Arroyo Leyes. El conductor volvió a estacionarse, hasta que llegaron una Volskwagen Amarok blanca, similar a la que habían captado las cámaras minutos antes, en la 168, y una Peugeot Partner, color gris. Se dirigieron hacia el oeste, a un basural. Allí los esperaba un camión Mercedes Benz 1114. Todos apagaron las luces.
Alertados por los movimientos, vecinos de la zona llamaron a la policía. Una camioneta oficial se hizo presente en el lugar. La Amarok y la Partner escaparon a toda velocidad, quizás alertados por las luces del vehículo policial. Los uniformados arrestaron en el lugar a Juan Carlos Villalba y Alejandro Daniel Agüero, el «Aguja», sargento de la policía que se desempeñó en los períodos 1998/2001 y 2008/09 en la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones.
Las conversaciones por la frecuencia de la radio de la fuerza dan cuenta de esas dos detenciones, tal como consta en el expediente judicial.
* Comunicación radial a la 1:29: “¿Ahí tiene una persona detenida, señora? ¡Ah, bueno! Otra mancha más al tigre, ¿eh? ¡Qué vergüenza!”
* Comunicación radial a la 1:36: «Calle 62 para el oeste, para el oeste… Aparentemente tienen un personal policial detenido».
* Comunicación radial a la 1:37: «Estaban pasando de un camión a un container, marihuana, cocaína, después líquido, ¿viste? De estiramiento… Este… Bueno, y ahí lo detuvieron, y es un personal policial el que detuvieron».
Sin embargo, al arribar al lugar el Jefe de la Comisaría 14°, Martín Díaz, y el Jefe de Orden Público de la Unidad Regional I, Cristian Hang, le ordenaron a los policías que habían efectuado las detenciones que las mismas quedaban sin efecto, por lo que Agüero y Villalba podían seguir con sus tareas. Así lo hicieron: Villalba se retiró del lugar en el camión Mercedes Benz en el que había llegado, cargando en el mismo un cargamento no precisado de marihuana. En tanto, Agüero, que en ese momento estaba asignado a la División Personal de la Unidad Regional I, se subió a la Partner y se retiró.
Una conversación telefónica entre dos policías refleja el desconcierto que reinó aquella noche en la fuerza al detectar un camión que, evidentemente, no debían detectar.
* Comunicación telefónica a las 3:06:
Policía 1: ¡Pero no hay nadie detenido, loco! ¿A vos te dijeron que había un detenido?
Policía 2: Sí, me dijeron que había un detenido, pero bueno… No sé…
Policía 1: ¿Pero quién te avisa que había un detenido?
Policía 2: No, avisaron… Escuchame, el tema es que manejaron todo bajo cuerdas, ¿viste? Se retiraron, se fueron a la mierda entonces.
Tiempo después, ante la justicia, la subcomisario Stella Olivera fue elocuente: » A mí me resulta muy difícil de creer que el Jefe de la Unidad Regional I, el Subjefe y el Jefe de Orden Público (Cristian Hang) hayan desconocido lo que me habían referido, que el cargamento pertenecía al Jefe de Policía de la Provincia”. En ese momento la máxima autoridad policial de Santa Fe era Omar Odriozola, que había asumido en febrero de 2013, en reemplazo de Cristian Sola. En septiembre de 2015 lo sucedió en el cargo Rafael Grau.
Olivera también contó que el ex Subjefe de la Unidad Regional I, Sergio Fernández, le preguntó si se habían llevado droga del operativo, “porque necesitaba saber dónde estaba lo que faltaba del cargamento”. Además, dio detalles de una reunión que mantuvo con el ex Jefe de la URI, Sergio Vergara, el 5 de noviembre de 2014, tres días después del hallazgo del camión. Ese día Vergara le dijo que “hay cosas que están consensuadas y se hacen desde hace años, como el tema de las putas, de la quiniela clandestina, pero nosotros meternos en esto no, hasta ahí no llegamos”.
A Olivera le extrañó que los jefes policiales se mostraran sorprendidos por el hecho, porque se sabía que uno de los detenidos (Agüero“siempre se dedicó a la venta de drogas en la zona de la costa para la superioridad e incluso no prestaba servicios en ninguna dependencia”.
Elevación a juicio
El fiscal federal Walter Rodríguez solicitó la elevación a juicio de la causa, en la que hay diez policías imputados. En primer lugar, Alejandro Daniel Agüero, «Aguja», a quien se lo acusa de haber participado del traslado de la droga junto con Juan Carlos Villalba. En segundo lugar, Martín Díaz y Cristian Hang, quienes liberaron a los dos detenidos y fraguaron el acta de procedimiento. En este último punto aparecen también en la causa otros siete uniformados: Iván Papini, Matías Zoratti, Claudia Moreira, Mauro Ruoppulo, Fabián Mankja, Luciano Astrain y José María Murguía.
Los policías de menor rango dejaron constancia en sus declaraciones ante la justicia del temor a hablar. “Mis superiores tienen muchos contactos. Todo el mundo sabe que la misma policía tiene contacto con gente de ese entorno del narcotráfico. Los que trabajan verdaderamente para la policía son contados con los dedos”, declaró uno de ellos. “Nadie me garantiza que alguien venga y me mate, porque hablando mal y pronto esto es falopa. Yo sólo recibo órdenes de mis superiores”, agregó.
“Hasta el día de hoy yo tengo temor de lo que pueda pasar. ¿Quién me garantiza que a mí no me pase nada? Desde el momento que encontramos la droga tengo ese miedo”, señaló uno de sus compañeros. Un tercero fue en el mismo sentido: “Yo tengo miedo de que me pase algo a mí y a mi hijo, por las represalias que pueda tomar alguna persona por esto que estoy declarando”.
Embargaron al «Aguja»
El juez federal Reinaldo Rodríguez trabó un embargo contra Alejandro Daniel Agüero, medida solicitada por el fiscal Walter Rodríguez y la titular de la Dirección General de Recuperación de Activos y Decomiso de Bienes de la Procuración General de la Nación, María del Carmen Chena. El embargo alcanza dos inmuebles y el secuestro de tres vehículos pertenecientes a Agüero, su padre, Carlos Alberto, y la concubina, María Silvina Arredondo.
Para los fiscales, «no hay dudas de que Agüero y su familia tuvieron un incremento patrimonial injustificado que se verificó durante el transcurso de un corto periodo y en el que se constataron vínculos con diversas actividades ilícitas”. En este sentido, agregaron que es posible «sostener que los bienes adquiridos no tienen origen lícito ya que los ingresos no se corresponden con el volumen de gastos realizados por ellos en un lapso de tiempo breve”.
En el escrito detallan que hay pruebas «de que durante el marco temporal que abarca el despliegue delictivo que se adjudica a Alejandro Agüero, se incorporó al patrimonio del nombrado y de su entorno más cercano, varios automóviles, un inmueble y se realizaron costosas remodelaciones de la vivienda familiar”, las cuales “de ninguna manera pudieron solventarse con los ingresos corrientes de los investigados”, que se desempeñan como sargento de la Policía de Santa Fe, portero de una escuela y enfermera.
Vergara y Fernández
En octubre del año pasado el juez federal Reinaldo Rodríguez dictó el sobreseimiento del ex Jefe de la Unidad Regional I, Sergio Vergara, y del Subjefe de la misma unidad, Sergio Fernández, en la causa. El fiscal apeló esa medida y la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario, en términos muy duros, cuestionó la decisión del magistrado. De hecho uno de los camaristas, en el escrito, sostuvo que el juez Rodríguez debió haber dictado el procesamiento de los dos jefes policiales. Procesamiento que el fiscal Rodríguez le solicitó al juez en los últimos días.