Medio centenar de trabajadores del Área Salud y Trabajo, sostienen un paro por tiempo indeterminado. Reclaman el cumplimiento del acuerdo salarial de julio y un compromiso de pase a planta. Tres áreas dedicadas a la formación se pasan el pato: rectorado de la UNR, la Facultad de Medicina y el Ministerio de Educación, esquivan hacerse cargo de esta situación que mantiene a los trabajadores en absoluta precariedad.
Por CTA Rosario
Si bien es moneda corriente, tanto en los sectores del Estado como los privados, no deja de sorprender que las instituciones educativas, universidades y el Ministerio de Educación, sostengan trabajadores en niveles de precariedad absoluta.
El Área Salud y Trabajo está compuesta por alrededor de 50 trabajadores y trabajadoras, entre personal médico, empeladas administrativas y de limpieza. Fue creada hace 10 años y atiende a todo el personal docente y no docente de la Universidad Nacional de Rosario y, a partir de julio de 2008, al personal dependiente del Ministerio de Educación de la provincia de Santa Fe. La confección de carpetas médicas de los ingresos de UNR, atención de trabajadores ausentes por enfermedad propia o de familiar enfermo, control de ausentismo en consultorio y domicilio y juntas médicas de reubicación laboral cuando la problemática lo requiera, son algunas de sus tareas.
De lunes a viernes de 8 a 19 horas, los y las empleadas del área atienden 200 personas diarias en la Sala 7 del Subsuelo del Hospital Centenario. La mayoría de quienes se desempeñan en Salud y Trabajo tienen más de cinco años de antigüedad, pero no están en el marco de ningún convenio, sus contratos se renuevan mensualmente y nadie se quiere hacer cargo de ellos. Sus recibos son suscriptos por la Universidad Nacional de Rosario, pero como en la canción del ‘sal de ahí chivita chivita’, la UNR dice que hablen con la Facultad de Medicina, y ésta los manda con el Ministerio de Educación, dado que la provincia terceriza el servicio de parte de sus agentes por un convenio de renovación anual con la Universidad.
La realidad es que en precariedad absoluta, sin convenio, con recibos firmados por la UNR, quienes trabajan en ASyT, tienen paritaria propia. La de este año fue acordada en agosto, e iba a ser un incremento del 28% retroactivo a julio. Pero el aumento nunca fue depositado, permanecen al día de hoy con salarios de julio de 2014 y les aseguran que hasta dentro de dos años no se puede hablar de pase a planta. La situación no dio para más y lanzaron un paro por tiempo indeterminado que ya genera caos en el régimen de licencias por enfermedad, el cual lleva una semana de duración.
“Nosotros reclamamos a la Sede de Gobierno de Universidad. No sé por qué desconocen su responsabilidad, mi recibo de sueldo dice que me pagan ellos. Por eso estamos de paro por tiempo indeterminado y no lo vamos a levantar hasta que no nos paguen el aumento y no nos den un plazo firme de pase a planta. Nuestro reclamo es lógico y justo, vamos a seguir adelante, en la lucha”, aseguró Nadia Breganni, trabajadora del sector y afiliada a ATE.
En este marco de inestabilidad laboral, organizarse y pelear por lo que corresponde, siempre es difícil. Pero desde 2010 estos trabajadores comenzaron a armar sus paritarias anuales como autoconvocados. “En 2012 fuimos a buscar ayuda a los gremios. APUR (Asociación del Personal de la Universidad de Rosario) nos cerró las puertas por no ser de planta permanente, los médicos se afiliaron al SIPRUS y las administrativas junto a la empleada de limpieza fuimos a buscar ayuda a ATE, donde fuimos recibidas con todo el apoyo de los compañeros. A la par, AMSAFE Rosario y la CTA Autónoma, siempre se solidarizaron con nosotros, dando todo el apoyo”, recordó Breganni.
En el día de hoy, los trabajadores de ASyT entregarán una carta al Rector de la Universidad para que le de resolución al conflicto, pero no con dilaciones, sino con respuestas claras por parte de una patronal que no se asume como tal, perpetuando una situación de inestabilidad para los trabajadores y trabajadoras de, nada más ni nada menos, un área llamada “Salud y Trabajo”.