El colectivo de militancia popular autónoma, promueve la participación y reflexión política a través de la educación popular. Trabajan en el barrio Magnano junto a los compañeros de la CTD Aníbal Verón en un Centro Cultural de la zona sur. Desde el afecto y la alegría, hacia la horizontalización de las posibilidades.
De pronto la casa de pasillo se pobló de palabras. Palabras que se echaron a andar entre mates, relatos de proyectos compartidos y por venir. Poco a poco (como dice mi abuela) “fue llegando gente al baile”, en un ratito el patio se convirtió en bicicletería y, aunque la cita esta vez no fuese para bailar, allí dentro el ambiente era el de una fiesta. Lucho pasa el mate y abre la charla: “La educación popular es un eje transversal de los diferentes espacios en los que trabajamos. Nos orienta la idea de generar participación, protagonismo, reflexión con los compañeros y compañeras que participan del movimiento”, comenta; y cuando habla de protagonismo se refiere a la propuesta de trabajar en la construcción de un poder popular, donde los mismos grupos vayan asumiendo su capacidad de decisión.
Los jóvenes que hoy participan de este encuentro, son integrantes de “Surastilla”, un Colectivo de Militancia Popular Autónoma creado en Rosario hace poco más de un año. Semanalmente trabajan junto a los compañeros de la CTD Aníbal Verón (Frente Popular Darío Santillán), del Barrio Magnano, en un Centro Cultural ubicado en Ayacucho al 6800, en la zona sur de nuestra ciudad. “Hacemos reflexión sobre la práctica, hay instancias en las que se trabajan cuestiones internas de la organización y otras en las que se reflexiona sobre lo coyuntural, siempre tratando de tener posiciones y pensamientos propios sobre la realidad”, continúa Lucho. “La mayoría de nosotros va a la facultad de medicina, comunicación, política, trabajo social, también hay docentes”, suma Romina, al tiempo que explica que varios fueron militantes estudiantiles en el Pampillón.
Si bien la educación popular guía los pasos y el horizonte de acción de los Surastilla, el proyecto está organizado en las áreas: Educación Popular y Formación, Salud, y Comunicación y Cultura. “En las distintas áreas tratamos de partir de las necesidades que plantea la gente del barrio, no queremos imponer nada. Al principio costaba hablar, incluso a nosotros mismos, se fueron creando lazos de confianza, los compañeros hoy ya se animan un poco más”, agrega Chipi, cambiándole la yerba al mate. Los integrantes del colectivo saben que animarse a expresar los propios puntos de vista representa mucho más que ordenar palabras en una oración, que conlleva toda una dimensión simbólica. Por eso en los talleres abordan distintas dinámicas pueden ir desde una canción a una dramatización. “Vamos con un planteo desde la educación popular tratando de generar espacios de horizontalidad pero en lo concreto para muchos sos el profe o la profe. Costó mucho hacer entender que estas son relaciones de ida y vuelta. Laburamos temas que nos movilizan, que nos preocupan y van notando que esto no es una clase. Se le da gran importancia a la mística, al ambiente, a la emotividad y afectividad de cada encuentro”, dice Lucho completando la idea.
Sentidos de la lucha
El 24 de marzo fue una de las fechas significativas en el quehacer grupal, a través varios encuentros trabajaron en el barrio desde el intercambio de experiencias, desde la memoria y la problematización del tema, compartiendo miradas sobre la última dictadura militar. “Un compañero contó que tenía un pariente que había estado en la ESMA, vinieron compañeras que estuieron detenidas, ex presas políticas a compartir sus testimonios. Se trabaja desde lo experiencial, la marcha del 24 fue muy fuerte porque fue después de todo este proceso”, agrega su voz Nenu.
Algo similiar les pasó con la marcha del 26 de junio pasado, al cumplirse seis años de los asesinatos de Kosteki y Santillán. “Muchos compañeros no saben que el movimiento se llama CTD Aníbal Verón, ni que está adentro del Frente Darío Santillán. Laburamos el tema de la identidad, sobre el porqué de recuperar los nombres de determinados compañeros, de reconstruir el hecho. Previo al aniversario vinieron compañeros de Buenos Aires a contar lo que pasó, cerramos la actividad con la marcha a la Estación Avellaneda”, comentan más que contentos por el viaje, el cual fue decidido y planificado asambleariamente.
Articulaciones
Desde el mes de marzo los Surastilla están compartiendo con varias organizaciones de nuestra ciudad un espacio de formación en educación popular que brindan referentes dePañuelos en Rebeldía, una agrupación que desarrolla su práctica político pedagógica con movimientos populares de Argentina y de América Latina. “Estamos participando del espacio con la Asamblea El Ombú, Giros, Malabares, el Pampillón, Tierra de Alguien y los chicos de El Hormiguero (que trabajan en villa Banana). Se trabaja con la búsqueda de los grupos y con la necesidad de formación y articulación regional con otros colectivos. La capacitación se extiende hasta diciembre”, relatan, y la casa sigue poblada de sueños y de acciones concretas hacia la horizontalización del poder.
Contactos:
E-mail: surastilla@gmail.com.ar