El Centro de Desarrollo Infantil y Promoción Familiar (Cedipf) lleva casi dos décadas de trabajo en la zona sudeste de Rosario. Desarrollan actividades con niños/as, adolescentes y sus familias, a la par de otras instituciones del barrio, abriendo paso a nuevos espacios de aprendizaje y de intervención sobre problemáticas concretas, en un contexto socioeconómico sumamente complejo.
Hace cuatro años desde enREDando charlábamos con integrantes de esta institución que lleva casi dos décadas de trabajo en el barrio República de la Sexta, en ese entonces, el querido Gregorio Larrosa “Goyo”, uno de sus fundadores y militante social reconocido más allá del barrio, daba cuenta de la profundidad del proyecto socioeducativo. Goyo hablaba de la necesidad de abordar el trabajo de un modo integral y comprometido; como también de las dificultades económicas en la sostenibilidad del mismo.
Actualmente, aquel horizonte continúa guiando el quehacer organizacional, trabajan con niños/as, adolescentes y sus familias, a la par de otras instituciones del barrio, abriendo paso a nuevos espacios de aprendizaje y de intervención sobre problemáticas concretas, en un contexto social tanto o más complejo. Uno de los primeros pasos que dio del Cedipf fue a través del jardín maternal “Puerto Alegría”, ubicado en Pje Puerto Belgrano 146 bis, en el corazón de la Siberia. Cada mañana esa casona de ventanas grandes, vestida en tonos lilas, recibe a más de 40 bebés, niños y niñas que tienen entre 45 días y 5 años; en el jardín hay un comedor al que también asisten otros chicos del barrio. “Hay una planificación con respecto a la nutrición, el menú está hecho por un nutricionista, en este momento estamos tratando de remontar la temática de la desnutrición, queremos relevar cuántas situaciones hay en el jardín y en el barrio en general”, explica Jésica Redondo, integrante de la Comisión Directiva.
A principios de julio, a las actividades habituales del jardín se sumaron las “horas especiales”, con la implementación de espacios lúdico creativos, la utilización de recursos teatrales y literarios, intentando potenciar las posibilidades sensoriales y cognitivas.
Acompañando el crecimiento
A pocas cuadras del luminoso jardín, en Esmeralda 2541 funciona el Centro de Desarrollo Integral de Niños y Adolescentes (Cedina), otro de los programas del Cedipf, del cual participan chicos de 6 a 18 años. Allí está instalado un consultorio odontológico que atiende tres días a la semana con aranceles mínimos, contemplando la posibilidad de que toda la comunidad tenga acceso a la atención. En este momento el equipo está esperando los fondos que desde el Presupuesto Participativo municipal se destinarán para renovar el equipamiento y refaccionar el consultorio.
Asimismo, desde hace años sostienen espacios de promoción del aprendizaje con niños/as y adolescentes. “Tratamos de que no sea un simple hacer la tarea sino una actividad más lúdica, de no repetir lo que pasa en la escuela. Nos interesa motivar a los chicos a que aprendan de otra manera, que sea un espacio continuo y frecuente donde se potencien actitudes para el aprendizaje”, agrega Luciana André, coordinadora del Cedina.
Otra actividad compartida con los chicos es la ludoteca, instrumentada en diciembre pasado a través del Presupuesto Participativo. “La ludoteca llegó con recursos humanos, materiales y un quipo técnico. Es importante poder detectar cosas en los chicos a través del juego, que luego nosotros podemos retrabajar como equipo”, dice Luciana. “También trabajamos en relación a las escuelas de la zona, el trabajador social y el psicólogo hacen un seguimiento de las familias y de las derivaciones. Nos encontramos con los docentes a charlar sobre las situaciones de los chicos”, referencia Jésica la perspectiva integral, comunitaria e interinstitucional con la que se desenvuelven. Los referentes del Cedipf señalan que tanto la ludoteca como el espacio de promoción del aprendizaje, y también una huerta orgánica están funcionando en las instalaciones del Caepi, ubicado en Pje. Puerto Belgrano 123 bis.
El Caepi (Centro de Atención y Estudio de los Problemas de la Infancia), fue uno de los últimos programas creados por el Cedipf y se desarrolló durante dos años. Pensando en las posibilidades que el Cedifp le ofrece a los adolescentes, nos cuentan que en estos años han intentado “motivarlos” a través distintas propuestas a las que cuesta darles continuidad, considerando los intereses y motivaciones propios de la edad. En este sentido, una de las opciones es trabajar a través del Telecentro Comunitario de Informática (TCI), proyecto que desde hace tiempo viene gestionándose con el Nodo Tau, y está a un paso de concretarse.
Entre varios
“Tratamos de participar en todas las actividades en las que podemos junto a otras organizaciones sociales e instituciones. En el barrio participamos en un espacio interinstitucional que funciona quincenalmente, las reuniones son el Ceac (Esmeralda 2300) Vamos referentes, contamos novedades, vemos en qué anda cada una, se trabaja en el fortalecimiento de las redes”, dice Jésica.
En esta misma línea de trabajo articulado señalan que actualmente hay seis residentes de Psicología vinculados a las tareas del Cedipf y que en agosto se firmaría un convenio con la Secretaría de Extensión de la facultad de Psicología para sumar otros dispositivos y programas. En este momento también están tratando de que los estudiantes de la escuela de Danzas y Artes de calle Laprida puedan realizar sus prácticas de expresión, danzas contemporáneas y folklore en la institución barrial.
Reflexiones sobre la práctica
“La única manera de que la cosa cambie es apuntando al fortalecimiento y a la relación entre las diferentes organizaciones, funcionando en común con el Estado, con los vecinos que no están organizados, abriendo espacios de participación. Las problemáticas de la infancia y las familias siguen estando y se profundizan cada día más, con algunas características anteriores y otras que tienen que ver con la realidad social de nuestro país. Lo importante es el trabajo en común entre todos los que intervenimos en terreno no sólo en el barrio, sino también en el resto de la ciudad. Sino son esfuerzos aislados, que sirven, pero tienen un límite”, dice Lucas De la Torre que preside la Asociación Cooperadora del Cedipf.
La charla con Jésica, Luciana y Lucas transcurre entre relatos de trabajos actuales, futuros y recuerdos de lo que Goyo significó en el camino de este proyecto colectivo por una infancia digna y con derechos. Nos cuentan que luego de varios meses de retrabajar cuestiones internas, de resolver problemas económicos, de repensar el cómo de cada propuesta que llevan adelante, la institución volvió a tomar impulso, que se renovó la Comisión Directiva, y que tienen mucho por hacer. “Es importante la organización, la división de roles y responsabilidades. El año pasado nos dimos un tiempo para repensar, para plantear la necesidad de una Comisión Directiva que esté presente, de poder trazarnos roles o y funciones específicas, para que entre todos la institución salga adelante”, completa Lucas.
Contactos:
TE: 0341 – 4810126
E-mail: cedipf@hotmail.com; alfonsina2000ar@yahoo.com.ar