“¡Pasen y vean. Suban a participar!”, la propuesta es de un grupo de vecinos platenses para conocer y sumarse al proyecto artístico-cultural que pusieron en marcha hace casi diez años. Organizados “se subieron al tren” por la recuperación de la vieja estación, la memoria barrial y las historias en torno al ferrocarril.
Entre las cosas que el sistema neoliberal y la cultura globalizadora se llevaron soberbiamente por delante se encuentran muchos símbolos identitarios de los pueblos y comunidades, sus modos particulares de ser y de producir. El sistema ha borrado expresiones autóctonas, destruido industrias nacionales, así como construcciones reveladoras de una historia colectiva, entre ellas fábricas, clubes, cines o estaciones de ferrocarril.
Frente a semejante arrebato, en nuestro país se han desarrollado cuantiosos proyectos por la reivindicación de las voces y la lucha popular, por la diversidad de identidades. En este sentido, y en torno a la importancia que tuvo Ferrocarril Provincial para la ciudad de La Plata (Buenos Aires), y en especial para el barrio Meridiano V, un grupo de vecinos se organizó por la recuperación del espacio físico y de su historia.
En el “barrio” se dan múltiples interacciones: es, a la vez, escenario de encuentro, de pertenencia y referencia, un ámbito de vinculación social. A partir de muchos encuentros y con el ideal de “hacer de la estación un espacio donde la cultura y el arte sean los motores del barrio y renovar el espíritu del lugar”, fueron construyendo entrelazados el Centro Cultural Estación Provincial. “No dejar que el tren se vaya” es una invitación a comprometerse y participar en el trabajo cultural por el rescate de la memoria del barrio y sus expresiones.
En este antiguo barrio de La Plata, con alegría y variadas herramientas culturales se organizaron para ser parte de la historia presente, reconociendo el pasado y mirando hacia adelante desde un andar inclusivo. En la Comisión son 15 personas pero el grupo casi se duplica al agregar a los profesores y colaboradores.
“Esta asociación está destinada a brindar un soporte de información, formación y análisis que colabore en la comprensión de los sucesos que ocurren en el mundo, desde un punto de vista nacional, humano y popular tratando de fomentar una Argentina socialmente justa”, proponen entre sus principios.
“Es fundamental para todos nosotros tener esa pertenencia al barrio y que el lugar se llame Centro Cultural Estación Provincial porque el Ferrocarril Provincial está ligado a la memoria del barrio y de toda la gente”, nos cuenta Juan Montiel, uno de los integrantes del grupo de vecinos que lleva adelante el proyecto cultural.
“Peleamos para que la Estación no se transforme en un shopping o en cualquier cosa, sino que siga manteniendo el espíritu y la memoria ferroviaria. Que la gente que trabajó ahí en otra época, que tuvo que ver el cierre del tren y de su fuente de trabajo, que vio como el edificio se venía abajo, hoy venga a hacer un curso y vea como los vecinos recuperamos no solo el lugar sino la historia del lugar, es muy significativo para todos”, sostiene.
Muchos jóvenes se acercaron al grupo con iniciativas para transformar la realidad barrial, otros participantes son ex ferroviarios, lo que posibilita el intercambio de experiencias entre generaciones. “Hemos realizado los encuentros Mates con Historias, con fotografías de ex Ferroviarios, quienes nos ayudaron a reconstruir la historia del barrio y del Tren”, referencia Montiel. “Además el grupo de Teatro Comunitario realiza la obra Historias Anchas de Trocha Angosta, una creación colectiva de los chicos del grupo basándose en relatos de la gente del barrio”.
De esta forma, por medio de testimonios y anécdotas la historia sigue viva y en movimiento en palabras, relatos y las posibles interpretaciones. El colectivo de Estación Provincial, a la hora de programar las actividades parte de que cualquier persona que lo desee puede participar desde su autenticidad y que no hay limitaciones para avivar un proyecto cultural comunitario.
Una y otra vez resaltan que la solidaridad vecinal y la permanente colaboración los llevó a concretar semejante sueño colectivo, “en base al esfuerzo, la voluntad y el amor que hemos puesto en él”.
Entre los espacios de taller que ofrecen al barrio están: plástica, literatura, títeres, tango, danzas afro y árabes. Tejido, bordado en cinta, escultura, telar Mapuche, historia argentina, escritura, lectura y producción de textos. Además portugués, ingles, música, percusión, candombe, magia e ilusionismo, entre otros.
“La franja de edades es muy variada, desde el taller literario para niños o el grupo de tercera edad pasando por jóvenes en el grupo de Percusión “Batuquele” o de Teatro Comunitario independiente “Los Okupas del Andén” que reúne a gente de todas las edades”, explica Juan. Al mismo tiempo opina que la variedad de propuestas es un punto importante para que la gente se sume.
“Tratamos de hacer partícipe a todo el que viene, el lugar es de toda la comunidad. El edificio estuvo abandonado mucho tiempo y la idea de recuperarlo motiva a todos a participar. Salvo al Estado que por ahora nos respeta pero nos mira con desconfianza porque no le somos funcionales”. Actitud que da cuenta de cierta apatía oficial con relación a proyectos populares, los cuales deben ser apoyados y garantizados por el Estado.
Llevan casi diez años de trabajo vecinal y más allá de la proposición cultural anhelan el involucramiento social en cuestiones que afectan a la comunidad. “Crear conciencia y ver al otro. Rratamos de ocuparnos no solo de la Estación, sino de las problemáticas comunes del barrio en general”, dice Juan. En los encuentros se comparte un tiempo desde lo cotidiano, las experiencias acumuladas y la memoria colectiva.
El trabajo, como todo emprendimiento autogestionado, no cuenta con apoyo extra más allá de los ingresos que puedan autogenerar. Se dan a través de las cuotas de los talleres y por medio del café-bar que hay en la Estación. Refiriéndose a los vínculos interinstitucionales el referente cuenta que son parte de la Red de Centros Culturales Independientes de la Plata y que hacen cosas en conjunto.
“También con gente de la localidad rural del Pueblo de Bavio que pelean por la vuelta del Tren a la zona y generar actividades culturales en su estación de tren. El tema del tren, las estaciones abandonadas y la cultura nos une a ellos y tratamos de estar presentes”.
Ya sobre el final de la charla que Juan mantuvo con enREDando expresa con la mirada puesta en el horizonte, que la proyección grupal es seguir creciendo en la participación vecinal “para que se imponga la cultura del encuentro y la solidaridad sin perder la raíz popular y la alegría que (a mi modesto modo de ver) debe tener todo proyecto colectivo”.
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