A fines de 2003 desde estas páginas te contábamos del trabajo y proyectos de Poriajhú. Aquella búsqueda de posibles aprendizajes y de revalorización de saberes se fortalece a través de sólidas experiencias comunitarias, como la de ser coordinadores regionales de un sistema de microcréditos. Conciben a la economía del trabajo como un eje estructurante de la dignidad de las personas.
Nota publicada en el año 2008
La mesa está abarrotada de cosas, dos o tres termos, caramelos, yerba, cuadernillos, un par de lentes. Los mates circulan en varias direcciones, y esta cronista aprovecha para acaparar amargos de donde venga. La charla va desandando varios temas, aunque gira principalmente en torno a la organización de la reunión de las regionales de los Banquitos Populares. Una de las chicas toma nota, en frente, un compañero se levanta de a ratos para gesticular mejor sus ideas. Entre tanto, León duerme plácidamente en brazos de su mamá.
Ponerse en el lugar del otro y tratar de llegar a acuerdos entre las diferencias, están entre los ítems planteados en la ronda. Hace cuatro años, cuando desde esta sección charlábamos con los integrantes de Poriajhú, nos explicaban que el arte y la educación popular para la transformación social eran como la columna vertebral del proyecto de la organización. Hoy, aquella búsqueda de posibles aprendizajes, de revalorización de saberes y del trabajo, se fortalece con las experiencias comunitarias ya concretadas.
Desde hace años, junto a un grupo de vecinos hacen dos programas de radio, crearon la murga “El triángulo de Los Bermúdez” con integrantes de entre los 20 y más de 60 años; desarrollan talleres artístico pedagógicos, ajedrez, telar, juegos cooperativos, espacios de alfabetización y emprendimientos productivos, entre otras actividades. La recuperación de la política como un derecho, superando el escozor que la palabra causa al nombrarla, es un trabajo de todos los días, rumbo a la participación social por el mejoramiento de la calidad de vida en el sentido amplio del concepto. “Pretendemos meternos con la política y no en política, es necesario aprender a leer esta realidad para aprender a escribir la historia, como decíaPaulo Freire”, dice Marita Milagro, integrante vitalicia de la agrupación bermudense. “Creemos que en la construcción de poder, las organizaciones de la sociedad civil tenemos un rol particular, más allá de sus afinidades, simpatías o alejamientos a los partidos políticos éstas tienen que conservar la independencia que les permita seguir ocupando ese lugar de sociedad civil”, suma su opinión Toki Giampani.
Enmarcan la multiplicidad de actividades cotidianas en las áreas Comunicación, Educación, Arte y Economía del Trabajo. En Capitán Bermúdez “Reporter Poriajhú” ya se transformó en una referencia ineludible de la voz de los vecinos. De lunes a viernes a las 18 en FM Centenario (96.7) el programa rescata las noticias que realmente suceden en los barrios y que no aparecen en ningún lado. “Hay un equipo de vecinos que tomaron el micrófono por asalto y se trabajan problemáticas con distintos actores involucrados, planteando soluciones para transformar esa realidad”, comenta Marita y devuelve el mate. Además, los sábados a la mañana comparten con los oyentes “Tomátelo con soda”, con un perfil más bien de revista, con secciones e invitados, proponiendo ver las cosas desde diferentes ángulos.
La incidencia que el trabajo colectivo va teniendo en la comunidad se hace palpable gracias a la paciencia y el sostenimiento en el tiempo. Marita y Toki recuerdan un hecho sucedido hace unos años que en estos días tuvo una respuesta positiva para toda la comunidad. “Hace cuatro años, a partir de un accidente de una persona en la calle se descubrió que no había emergencia médica gratuita en Capitán Bermúdez. Los vecinos se hicieron cargo de la situación de esa persona y día a día recordaban la situación en distintos programas de radio. Se logró hablar con autoridades municipales y provinciales, y hace unos días entró el servicio del 107 a Bermúdez. No nos vamos a adjudicar el logro, pero sí que este tema pudo instalarse en el debate público, y que de alguna manera todos tuvieron que tomarlo, hasta los programas más oficialistas”, comentan.
Y la alegría se expande aún más cuando cuentan que están a punto de contar con una frecuencia para abrir una radio comunitaria. “Funcionará en la casita de Poriajhú que está en el barrio Copello, ya hay un lugar acondicionado, una sala de grabación, hay bastante equipamiento. Pensamos que esta experiencia de diez años de hacer radio nos va a ayudar en este inicio, estamos esperando, ya entregamos los últimos papeles para conseguir esta frecuencia en el COMFER”.
Microcréditos y economía del trabajo
Desde 2005 Poriajhú está a cargo de la coordinación regional del Banco Popular de la Buena Fe, un programa de microcrédito que desarrolla una forma de trabajo solidario mediante grupos que se capacitan y desarrollan la garantía recíproca. “Hay un trabajo que excede a la entrega de los microcréditos y es la reconstrucción del tejido social y de los vínculos sobre todo en los barrios. No son pocos los problemas que se presentan, hay gente de la vieja política que le molesta este trabajo. Dentro de los banquitos hablamos de tres ejes, la educación popular, la participación política y el de economía solidaria o del trabajo. La idea es poder hablar de economía, entender que no es sólo cosa de señores que hablan en difícil, entenderlo como un concepto nuestro, y saber que nosotros también tomamos decisiones que afectan a la economía y que podemos generar nuevos vínculos”, expresa Marita.
A nivel país, la organización participa de la Red Nacional de Banquitos Populares de la Buena Fe, que está compuesta por alrededor de 60 organizaciones regionales y apunta a consolidar el microcrédito para pequeños productores como política de Estado. En este andar, repleto de preguntas abiertas, de encuentros entre vecinos y familias que comparten el trabajo por una sociedad donde se democraticen la cultura, los bienes y la participación, el equipo decidió renombrar el área Economía Social, transformándola en Economía del Trabajo. “Hicimos una investigación en la localidad sobre qué pensaba la gente a cerca de la economía solidaria, el 90 por ciento de los casi 500 entrevistados pensaban que era el asistencialismo, el subsidio, el bolsón, la copa de leche, el comedor; y en realidad eso no tenía nada que ver con lo que hacíamos. Hablamos entonces de la economía del trabajo porque estamos convencidos de que el eje estructurante de la dignidad de las personas es el trabajo y que nosotros no queremos una economía para pobres, a través de nuestras acciones vamos pensando en otra economía posible”, reflexiona Marita.
La Enramada
Los productos elaborados por importante cantidad de emprendedores se comercializan en el local La enramada, almacén de tramas culturales, que a su vez forma parte de la Red Argentina de Comercio Justo. “Cuando hablamos de mejorar la calidad de vida de las personas, no hablamos solamente de lo económico, se trata de generar distintas acciones dentro de la Enramada donde los productores aprenden a vender, a presentar el producto, a mejorarlo e intercambiar saberes”, comentan.
Sobran colores y experiencias por relatar en este racconto de los diez años de construcción colectiva de Poriajhú, con los pies y la mirada puesta en esta realidad compleja y marcada de incertidumbres Marita analiza, “Es muy difícil sostener acciones desde nuestra mirada en estos contextos, hoy es más difícil que hace 10 años. Todo es más complejo, enredado, hay muchos nudos, conviven viejas y nuevas prácticas políticas. Nosotros siempre estamos cabalgando la urgencia de la necesidad, nuestro deseo sería concretar más proyectos, tener mayores posibilidades de planificación”.
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Capitán Bermúdez – Santa Fe
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