Ser visibles
El 7 de marzo se realizó una movilización conmemorando el Día de la Visibilidad Lésbica y recordando como siempre a la Pepa Gaitán, asesinada hace 5 años en Córdoba por lesbofobia.
Por Loreley Flores para enREDando
Todas las lesbianas sabemos que el 7 de Marzo no es un día de celebración. Todas recordamos a la “Pepa” Gaitán, asesinada hace cinco años por lesbofobia.
Sí, a Natalia Gaitán la mataron por lebofobia, por odio irracional hacia una mujer con una orientación sexual no heteronormativa. Una orientación sexual que descree y niega con su cuerpo deseante que haya una sola manera de ser mujer. Una orientación sexual que sentimos muchas mujeres, pero que no todas se animan a vivir en libertad.
Pepa era lesbiana y tenía una expresión de género masculina y eso, a algunas personas, les molestaba tanto pero tanto que fueron capaces de matarla.
La lesbofobia incluye: insultos y burlas, amenazas, sanciones y extorsiones afectivas, la imposibilidad o negación de otorgarle existencia al deseo, el encierro doméstico, la expulsión de la familia, la atención ginecológica bajo conceptos heterosexistas, las dificultades laborales, el aislamiento, la pérdida de la tenencia de hijos e hijas, la estigmatización, las violaciones correctivas y muchas pero muchas cosas más, incluso el asesinato.
A la “Pepa” la mataron como a un perro por ser lesbiana —dijo su madre, y esa frase cambió la historia. La nuestra, la de las mujeres lesbianas de Argentina.
No era común para nosotras que una madre “nos” defendiera así, con todas las letras. Porque en nuestra cultura y con la educación recibida, ninguna de nuestras madres soñó con nosotras así como somos: lesbianas.
La aceptación viene después y casi entre dientes, pero Graciela Vázquez, madre orgullosa de la Pepa, salió a pedir justicia por su hija asesinada y abandonada en la calle, por lesbofobia.
Había llegado el momento de llamar a las cosas por su nombre y Graciela lo estaba haciendo. Muchas de nosotras deseamos tener una madre así, y amparadas en esa fortaleza salimos todas a pedir justicia para Natalia Gaitán y ¡VIVA LA PEPA para las lesbianas!
Pasaron cinco años y la sociedad parece avanzar, sin embargo, este 7 de Marzo —que por Ordenanza Municipal 8.746 del 2011 fue declarado Día de la Lucha contra la Lesbofobia — el acto “Destape lésbico” convocado a metros del mural “Rosario, libre de lesbofobia” vió una pared totalmente blanqueada por odio, por venganza, por callarnos, por ocultarnos…¿por qué?
En ese mural se veía un beso entre dos mujeres lesbianas y una presencia infantil en el más puro de los marcos de amor. Se mostraba la realidad de nuestras familias, pero evidentemente, Rosario no está tan libre de lesbofobia porque hubo quienes lo han violentado sistemáticamente una y otra vez tapándolo y blanqueándolo como queriendo ocultar el sol con las manos.
Las mujeres lesbianas estudiamos, trabajamos, hacemos deportes, somos artistas, profesionales, hijas, madres, esposas, amantes, amigas, clientas, proveedoras, vecinas.
Las mujeres lesbianas existimos, nos deseamos, nos relacionamos, nos amamos, formamos familias y nos mostramos, porque estamos orgullosas de ser quienes somos.
La Organización Las Safinas propuso al Concejo Municipal que el 7 de Marzo sea declarado además, Día de la Visibilidad Lésbica y eso sí celebramos el sábado en el Parque España. —Ord.Mun 9.378.
Las Tortas de Chavela convocaron a una marcha desde el Paseo de la Diversidad hasta las escalinatas del Parque España a las cinco y media de la tarde. La tarde era ideal para estar al aire libre y a las lesbianas el orgullo nos salía por los poros. Con banderas, mates, remeras pintadas y alegría de vernos fuimos llegando, nosotras y todas aquellas personas que independientemente de su orientación sexual o expresión de género luchan día a día por una igualdad real y palpable.
Las Tortas de Chavela, Las Safinas,Vox Asociación Civil, Varones Antipatriarcales, Mujeres de Negro, Frente de Mujeres de Nuevo Encuentro, Mónica Burkiewickz —desde Buenos Aires— y la gente que la acompaña en su reclamo de volver a ver a su hija Eva porque “Eva tiene dos mamás”, las chicas de Concepto Les, El Centro cultural La Toma, La Magdalenas —grupo de teatro de las oprimidas— y “Bichos raros” emprendimos esta marcha por la visibilización y llegamos hasta las escalinatas.
La emoción de estar juntas y unidas, con nuestras familias, amigas y amigos, hijas e hijos, hermanos y hermanas, con nuestras parejas era palpable.
Al bajar, las fotos, el escenario armado por el Área de la diversidad de la Municipalidad y el resto de las organizaciones convocantes vieron a una multitud de mujeres sonrientes que cantaban: “Cuidado, cuidado, cuidado que caminan lesbianas feministas por las calles rosarinas”
Y empezó el acto, a orillas del Río y con el mural blanqueado a metros. Llegaron las adhesiones, las placas y los compromisos de trabajar junto a nosotras por la visibilidad de nuestra realidad.
María Eugenia Sarrias —representante de Las Safinas— leyó un documento elaborado por todas las organizaciones convocantes donde se reconocieron todas las ordenanzas que se han aprobado en la ciudad en materia de diversidad y no discriminación, pero se reclamó por el efectivo cumplimiento de cada una de ellas, también se reconoció la importancia de la Ley Provincial 13.348 de Protección integral y erradicación de toda forma de violencia contra las mujeres, pero se pidió que se implementen las políticas necesarias para que se evite toda acción que tienda a la invisibilización de las lesbianas.
Se destacó también la importancia de las leyes aprobadas a nivel nacional y se exigió el debate y la legalización y despenalización del aborto; la urgente necesidad de separar a las religiones de las decisiones de estado que afectan a nuestros cuerpos y a nuestra libertad a decidir sobre ellos; la sanción de una ley antidiscriminatoria que incluya la orientación sexual y/o identidad o expresión de género y la concreta y completa implementación de la Ley de Educación sexual Integral.
Comenzó a anochecer, una luna roja nos guiñaba un ojo —parafraseando a Marilina Ross— y Dafne Usorach e Isabel Puebla nos envolvieron con sus voces. Y nosotras, con nuestras banderas nos pusimos a bailar, a enredarnos en rondas que hablan de luchas, de afectos, de amores. Nos abrazamos, nos reímos, nos besamos, nos aplaudimos, nos reencontramos, nos fotografiamos orgullosas, felices y dispuestas a seguir luchando y militando por una sociedad madura.
Las redes sociales se inundaron de comentarios y fotos, felicitaciones y compromisos; buenos augurios y deseos, pero los medios no. Ni los periódicos, ni las radios, ni los canales de televisión nos acompañaron. No nos dieron lugar. No nos mostraron ni nos vieron.
Por eso, las lesbianas de Rosario seguiremos juntando nuestras manos y nuestras voces para exigir una ciudad y una sociedad verdaderamente libre de lesbofobia .