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Nuestra provincia es un ícono de la vertiginosa expansión del modelo agroindustrial en la Argentina. En Santa Fe, la ley que regula el uso de agrotóxicos está desactualizada y su tratamiento viene siendo esquivado por la Legislatura, lo que favorece el negocio y desprotege la salud de la población. El colectivo «Paren de Fumigarnos» trabaja intensamente en una campaña de concientización y recolección de firmas para que de una buena vez sea modificada la normativa y que contemple criterios socioambientales. Ya presentó un petitorio y más 25 mil firmas en la Legislatura provincial. Conversamos con Carlos Manessi, referente del Cepronat sobre la Campaña y los intereses creados. Sumate y firmá el petitorio.
Por Vivi Benito
“El actual modelo agroproductivo necesita cada vez más de la aplicación de agrotóxicos que envenenan el ambiente y a las comunidades cercanas. Nuestro territorio provincial se encuentra cubierto, principalmente, de soja y maíz transgénico, cultivos que requieren la constante aplicación de productos tóxicos tipificados como fitosanitarios. Dispersados estos productos en el ambiente cada vez en mayores cantidades, provocan contaminación y enfermedades en los santafesinos”, explican desde Movimiento de los Pueblos Fumigados de Santa Fe.En el marco de la vertiginosa expansión de la frontera agroindustrial y del monocultivo de soja, la actual ley provincial de Fitosanitarios Nº 11.273 (del año 1995), ha quedado desactualizada. Dentro de ese marco normativo las fumigaciones están permitidas y ponen en riesgo la salud de la población y de los ecosistemas.
En nuestra provincia son cada vez más los pueblos que se organizan y logran frenarlas, a través de la presentación de informes médicos e investigaciones científicas donde se constata la relación directa entre la fumigación con agrotóxicos y el aumento de enfermedades en poblaciones cercanas a los campos regados con veneno. Tal es el caso de Zavalla, San Jorge y Carcarañá -entre otras- donde se ha logrado la sanción de normativas locales de protección, lo que deja a la vista la gravedad de la problemática y la urgencia de contar con una ley provincial que priorice criterios de salud socioambiental, antes que los intereses corporativos.
El inédito e histórico juicio a las fumigaciones con agrotóxicos desarrollado recientemente en la ciudad de Córdoba, suma expectativas al minucioso trabajo que tantas organizaciones vienen realizando de norte a sur del país, en defensa de la vida.
Sin atención Legislativa
En 2010 a partir de la sostenida lucha de comunidades y organizaciones ambientales, se consiguió que la Cámara de Diputados de la provincia dé media sanción al proyecto original, el cual prohibía las fumigaciones a menos de 500 metros de zonas pobladas. Pasó al Senado, durmió una interminable siesta, hasta perder estado parlamentario.En noviembre de 2011, el entonces senador Juan Carlos Zabalza volvió a presentarlo y desde la Campaña Paren de Fumigarnos, integrada por más de 70 comunidades de la provincia, se está trabajando intensamente para que sea tratado, antes que finalice el plazo, en noviembre de este año.
Campaña por el tratamiento de la ley
El petitorio presentado el 30 de agosto en la Legislatura provincial junto a más de 25 mil firmas, intenta hacer oír las voces sociales, de los pueblos, instituciones, escuelas rurales que son afectadas cotidianamente, busca lograr que se prioricen criterios de defensa de la vida antes que el negocio de las multinacionales. El texto fue consensuado en actividades y plenarios realizados por la campaña Paren de Fumigarnos, junto a más de 90 pueblos de toda nuestra provincia.
Según observan desde la Campaña, la presentación generó repercusiones en el ámbito legislativo pero no hay certezas de que exista la decisión política de modificar la ley y de ponerle límites al corporativo negocio sojero. La recolección de firmas sigue vigente, con la idea de presentar otra tanda el día que finalmente se trate la modificación de la Ley, aparentemente será a fines de septiembre.
“Son tres las modificaciones básicas que estamos solicitando: La prohibición de las fumigaciones aéreas en la provincia de Santa Fe. Zonas de resguardo alrededor de pueblos, escuelas rurales y cursos de agua, de 800 metros en donde no se pueda fumigar con ningún producto. Y la prohibición de fumigar con agrotóxicos los silos que se encuentren en aéreas urbanas y zonas de resguardo”, nos explica Carlos Manessi, integrante del Centro de Protección a la Naturaleza (Cepronat) y referente de la Campaña.
¿Cómo fue el proceso de recolección de tanta cantidad de firmas?
-El petitorio ha sido muy bien recibido en los lugares que se lo ha presentado. La presentación del pedido de aval en las instituciones ha sido y es la excusa perfecta para hablar del tema, visibilizar la problemática, concientizar, igualmente con las firmas individuales.
Ante la falta de tratamiento de la ley: ¿Qué argumentos han dado los legisladores?
-No hay argumentos válidos… sólo silencio e indiferencia. Digamos «de eso no se habla».
¿Qué cantidad de glifosato y agroquímicos nocivos se utilizan hoy en nuestro país?
-De acuerdo a las cifras brindadas por Casafe nos remiten a más de 400 millones de litros de agrotóxicos por campaña agrícola. Las cifras seguramente serán mayores, pero hoy en el país, nadie sabe a ciencia cierta la cantidad de agrotóxicos que se están utilizando en agricultura, horticultura, fruticultura, tabaco, montes implantados, flores, etc. Podemos decir que existe una cultura del veneno que es imperioso desmontar rápidamente.
¿Existe la posibilidad de hacer un registro para dar a conocer el vínculo de cada legislador con el agronegocio?
-Es muy complicado acceder a datos. Por lo menos nosotros no tenemos esa facilidad, pero sería importante realizar esa tarea. La Campaña está pidiendo que los senadores que están ligados al agronegocio se autoexcluyan en la votación. Porque no pueden ser juez y parte en esta cuestión.
Sumate a la Campaña
“Pedimos que te involucres firmando el petitorio dirigido a nuestros representantes en la Legislatura, para que traten la reforma a la ley 11.273, impidiendo las fumigaciones terrestres a menos de 800 metros de las poblaciones y prohibiendo las aplicaciones aéreas. Para ambos pedidos, tenemos motivos fundados en investigaciones independientes y de científicos reconocidos. De vos depende que te fumiguen o que caiga veneno sobre las cabezas de tus parientes, amigos u otros santafesinos.
Sumáte a la Campaña Paren de Fumigarnos, la cual ya desarrolla actividades en más de 90 pueblos del interior. Solidarizáte con los santafesinos que merecemos tener una vida saludable y prolongada. Tu firma vale. Y los diputados y senadores lo saben. Movimiento de los Pueblos Fumigados de la provincia de Santa Fe Campaña “Paren de Fumigarnos”, expresa parte del petitorio que está circulando por toda la provincia y que todos podemos firmar, bajándolo de la página web del Cepronat o del espacio de facebook: Pueblos Fumigados.