Las calles rosarinas y un día de lucha desde la mañana hasta la noche. El pedido de Declaración de Emergencia en Niñez y Juventud y el reclamo por justicia para Franco Casco como banderas unificadas de un pueblo con demandas.
Por Martín Stoianovich
Cada 10 de diciembre se celebra a nivel mundial el Día Internacional de los Derechos Humanos, en homenaje a la Declaración Universal firmada en 1948 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. En Argentina, por coincidencias o no tanto, se liga a esta fecha con la vuelta a la democracia en 1983, cuando después de siete años de terrorismo de Estado bajo una dictadura cívico militar, el pueblo volvía a elegir a sus gobernantes. Se cumplen treinta y un años ininterrumpidos de una democracia que en sus bases está vigente pero que a cada año se lastima un poco más con distintos hechos que van teniendo lugar a lo largo y ancho del territorio nacional.
Rosario, como punto geográfico de una Argentina vulnerada en términos del respeto de aquellos derechos inalienables que van de la mano con la democracia, se movilizó a un día de semejante fecha simbólica como muestra de que todavía queda un largo camino por recorrer. El día 11 de diciembre, desde la mañana temprano y hasta largas horas de la noche, tuvieron lugar en distintos puntos de la ciudad dos movilizaciones que dan cuenta de las demandas de un pueblo que utiliza las calles como vidriera para sus reclamos. Vale la pena destacar otra actividad relacionada como lo fue la encabezada por una multisectorial integrada por diversas organizaciones sociales y sindicales que durante las primeras horas de la mañana se movilizó “contra el hambre en los barrios”.
Por un lado, en las puertas del Concejo Municipal, la Asamblea por los Derechos de la Niñez y la juventud avanzó sobre su proyecto de Declaración de Emergencia presentado el 11 de junio de este año. Ante la falta de respuestas de los ediles en el tratamiento de la propuesta, la juventud de los barrios más vulnerados de la ciudad realizó una declaración simbólica en las puertas del Concejo. Decenas de pibes y pibas dieron sus razones para que se avance sobre esta iniciativa, que busca destinar mayor partida presupuestaria para las políticas de niñez y juventud en la ciudad, y que va contra la estigmatización y criminalización de los jóvenes considerados artífices de la compleja violencia social que azota a una ciudad gobernada hace más de 25 años por el socialismo. Mientras tanto, puertas adentro del Concejo, y salvando algunos pocos ediles que manifestaron compromiso con la causa, el proyecto continúa estancado como ha sucedido a lo largo de esta segunda mitad del 2014.
Por otro lado, en horas de la tarde y desde la histórica plaza 25 de Mayo, la familia de Franco Casco junto a organizaciones sociales, políticas y de Derechos Humanos se movilizaron hacia la sede de Gobernación provincial frente a la plaza San Martín para reclamar justicia y celeridad en la causa. La policía de la Comisaría 7ma, el poder judicial y distintos funcionarios del gobierno santafesino, fueron señalados como responsables y cómplices de la desaparición y posterior muerte del joven de 20 años que sólo estuvo siete días con vida en la ciudad. Elsa Godoy, madre de Franco, aferrada a los brazos de las madres de la plaza de Rosario, personificaron el reclamo por un verdadero “Nunca más”.
Anocheciendo en el Concejo Municipal
El proyecto de Declaración de Emergencia, presentado por la Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud en Rosario, se concretó luego de un exhaustivo estudio que determinó las precarias condiciones de las políticas estatales destinadas a niñez y juventud. Este aspecto principal -sumado a la creciente suma de muertes de jóvenes y su total exposición a las redes de negocios clandestinos como el narcotráfico, y a la criminalización de esta juventud por parte de las fuerzas de seguridad que ocupan los territorios barriales- impulsó la presentación de esta propuesta que fue entregada al Concejo en junio de este año.
El proyecto ingresó a cuatro comisiones: Salud y Acción Social, Derechos Humanos, Gobierno y Cultura, y Presupuesto y Hacienda. “Hace seis meses que entró y no se movió un centímetro, no hubo respuesta salvo por algunos concejales. Tenemos condiciones desfavorables porque lamentablemente los sectores populares no tienen representación acá adentro”, destacó Facundo Peralta como referente de la Asamblea.
Después de diez horas de espera fuera y dentro del Concejo, cuando finalizó la sesión que votó el Presupuesto Municipal 2015, la Ordenanza General Impositiva y la renovación de las autoridades, pasada las once de la noche tuvo lugar la presentación sobre tablas del proyecto. “Resulta imperioso que en la ciudad de Rosario se declare la emergencia en la situación de vulnerabilidad de niños, niñas y adolescentes, para poder formular entre todos los niveles de gobierno una consigna, un presupuesto y decisiones que tengan la intención y el destino de promover los derechos y valores de nuestra juventud y no estigmatizarlos y volverlos a dejar al desamparo del Estado”, solicitó la edila Norma López cuando pudo acceder a presentar la propuesta.
El socialismo, por su parte, argumentó su negativa representado por el concejal Manuel Sciutto como presidente del bloque. “Compartimos la preocupación por las problemáticas de la juventud y la niñez, pero no compartimos para nada la metodología en los términos en que se está planteando. Creemos que tanto el municipio como la provincia están haciendo denodados esfuerzos por incrementar la participación e inclusión de los jóvenes. No creemos que sea positivo para la ciudad trabajar en la confrontación”, declaró el edil. Luego haría mención al Plan Abre como ejemplo de las supuestas políticas de inclusión. Dicho plan es el que, entre otras acciones, promovió la creación de la Policía Comunitaria en los barrios rosarinos. Justamente la postura de la Asamblea va en contra de todo tipo de intervención que no contemple la vida de los jóvenes como sujetos de derechos y por el contrario los criminalice por su condición social.
En relación a la postura de Sciutto, la concejala Fernanda Gigliani aclaró que no se trata de confrontación, y que además el socialismo debería tomar a la Declaración de Emergencia no como una crítica a la gestión, sino como una posibilidad de acompañar un proceso de transformación genuino y verdadero en las barriadas populares. Sin embargo, a momentos de votar la aprobación del proyecto sobre tablas la mayoría se opuso, por lo cual la iniciativa volverá a tratarse en las comisiones correspondientes.
Horas antes, cuando el sol todavía ardía sobre las calles rosarinas, los pibes y las pibas de los barrios que se habían llegado hasta el Concejo Municipal, acompañaron la jornada desde afuera. “Si adentro no se declara la Emergencia, lo vamos a hacer nosotros acá, que tenemos las prioridades un poco más claras”, decía Luz Olazagoitía, integrante de la Asamblea, desde el escenario montado sobre la ochava del Concejo. Minutos después, una comitiva de jóvenes concejales arribada desde distintos barrios de la ciudad se preparaba para comenzar la sesión simbólica a cargo de los Payasos Autoconvocados como máximas autoridades. “El proyecto se tiene que aprobar porque los pibes tienen mucho para expresar, como la cultura misma”, señalaba “El Colo” del barrio La Sexta, poeta y escritor. Lo acompañaban en su postura chicos y chicas de Villa Banana, Santa Lucía y Fuerte Apache. La aprobación simbólica fue unánime, y así fue que declarada la Emergencia social por quienes la padecen.
Justicia por Franco Casco
Norma Vermeullen y Chiche Masa, Madres de la plaza 25 de Mayo de Rosario, abrazan y consuelan a Elsa Godoy y su irremediable llanto. La toman de la mano y la invitan a dar una vuelta como lo hacen cada jueves en la histórica ronda de las Madres. Es toda una postal de herencia de fuerza y convicción, pero también de dolor y padecimientos de vejámenes que nada tienen que ver con los derechos humanos. Mientras tanto, la multitud contempla la escena preparándose para movilizarse hacia la sede de Gobernación. El recorrido, realizado por calle Santa Fe y ocupando casi dos cuadras de marcha, va dejando en el camino el rostro de Franco Casco que hasta hace poco más de un mes era un desaparecido en democracia. Ahora es uno más de los jóvenes asesinados en Rosario, sumado a la lista que ya supera las 130 personas a punto de cerrar el 2014.
Una vez arribada la movilización a Gobernación, sobre el escenario Elsa Godoy alcanzó a agradecer el acompañamiento de todas las organizaciones que desde un primer momento están a su lado. Luego se dio paso a la lectura del documento de la multisectorial conformada a raíz del hecho. “Franco Casco fue detenido el martes 7 de octubre de este año por policías de la comisaría 7° de la ciudad de Rosario, último lugar donde fue visto con vida. Luego de casi tres semanas de búsqueda, reclamos de sus familiares y de organizaciones, y tras no haber llegado a su casa de Florencio Varela el día acordado, la familia sólo recibe de parte de la policía santafesina y funcionarios del Gobierno Provincial silencios, ocultamientos y mentiras. Su cuerpo apareció flotando sin vida en el río Paraná el 30 de octubre, mientras se realizaba la primera marcha frente a la comisaria 7ma”, apuntaba en un principio dicho material.
El principal reclamo que se sostiene hoy en día está relacionado a los pocos avances que se pudieron apreciar en la causa judicial. Si bien el pasado 27 de noviembre la justicia santafesina dispuso su incompetencia y solicitó que se modificara la caratula de la causa a “desaparición forzada de persona”, como lo había solicitado la defensa de la familia Casco, todavía resta esperar la aprobación de la justicia federal para que se concrete el traslado de la causa y se retome la investigación. La familia Casco está atravesando el obstaculizado camino hacia la justicia que padecen los sectores de bajos recursos. Hoy, el nombre de este pibe se alista al de Luciano Arruga y todos aquellos que, más allá de las banderas políticas de los gobiernos provinciales, padecen la represión sistemática de las fuerzas de seguridad.
La ciudad de Rosario movilizada desde la mañana a la noche en un solo día, por causas íntimamente relacionadas como lo son el asesinato de un joven y el reclamo de Declaración de Emergencia para la niñez y la juventud, es la muestra cabal de una demanda a nivel social. Mientras los poderes legislativos discuten los presupuestos del año próximo y el ejecutivo continúa negando una realidad que se evidencia en cifras y estadísticas, son cada vez más las personas que unen el grito en un reclamo colectivo.
Documento de Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud