Tras dos semanas consecutivas desde el inicio de los primeros fuegos que arrasaron miles de hectáreas de bosque nativo, no quedan focos activos. Pero, el “detrás de escena” – un combo fatal de desmontes, expansión de la frontera agrícola y desarrollos inmobiliarios sumados al desmanejo de la política de prevención- revela que el fuego está lejos de poder ser declarado extinguido. Las brigadas ambientales permanecen activas en las guardias de ceniza y en alerta constante por posibles reinicios.
Foto principal: Gobierno de Córdoba
Como en la icónica frase del gran Rodolfo Walsh, el pueblo cordobés aprendió que estaba solo y debía sacar de su propia entraña, los medios, la astucia y la fuerza. En ese combate desigual se encuentran las brigadas ambientalistas diseminadas en distintos parajes y localidades de la provincia mediterránea. Si bien finalmente fue aprobada la declaración de emergencia ambiental, -clamor que unió a más de ciento cincuenta organizaciones sociales-, medida que instruye a la Secretaría de Turismo, Deportes y Ambiente el destino de un fondo extraordinario, aún se desconocen los montos y plazos en que la provincia recibirá el aporte para el proceso de reconstrucción y/ reparación de las zonas afectadas. Quienes lo perdieron todo, siguen esperando respuestas.
Luego del voraz incendio que en 2020 arrasó con alrededor de trescientas mil hectáreas, empezó a darse un proceso de toma de control por parte de las comunidades que buscan defender el monte, frente a la codicia neoliberal que entiende a la naturaleza como mercancía, arrasando tierras y recursos a partir de prácticas y proyectos netamente extractivistas. Así nacieron las Brigadas Ambientales, verdaderos espacios autogestivos, paridos por la ausencia e inacción del Estado cordobés. Hoy son más de veinte las comunidades que combaten los fuegos en la primera línea, como la Brigada Forestal Aromito, Sacha Brigada, de La Champa y Chiviquin, entre muchas otras.
“Muchas brigadas se conforman a partir de la organización de vecinos autoconvocadxs que se organizaron en el incendio del 2020 y que a partir de ese punto de partida comenzamos a capacitarnos, equiparnos y armar esta red donde hay brigadas en distintos territorios. A lo largo de estos años e incluso en este incendio hemos visto como los fuegos son provocados intencionalmente, muchas veces involucradas las instituciones de la provincia «encargadas de apagar el fuego«. Sabemos que nuestros Territorios son buscados para actividad minera, agronegocio y autovías ilegales y que muchas veces somos señalados por denunciar este accionar impune”-, señala una integrante de la Sacha Brigada Comunitaria del Tay Pichin, de San Marcos Sierras, que prefiere mantener su anonimato.
Las comunidades se niegan a acostumbrarse a la lógica neocapitalista que arrasa con sus casas y se lleva puestos sus sueños. Hasta ahora, se calcula que en lo que va de 2024 Córdoba lleva perdidas más de setenta mil (70) hectáreas de bosque y monte nativo que se suman a la tierra ya devastada por los fuegos. Son años de degradación ambiental y ecosistémica, que se reflejan en un combo dramático: el desmonte irrestricto impulsado para el avance de la frontera agropecuaria y el desarrollismo inmobiliario (en Córdoba queda solo un 3% de bosque nativo), la ausencia total de políticas preventivas, el desfinanciamiento presupuestario para atender las demandas en las zonas de riesgo.
Las medidas de los sucesivos gobiernos, además, avalan la permisividad en la rezonificación y el cambio del uso del suelo, lo que permite que se habiliten espacios para la construcción en medio del monte. Hoy, los cordobeses ven la evolución del trazado de la autovía de Punilla, obra que tendrá unos 43 kilómetros de extensión, en marcha desde hace unos años. Precisamente en esa misma zona de Punilla, donde se fuerza el mejoramiento de los caminos, se emplazará el emprendimiento Club Vacacional Veneto 360, que propone construir cuatro torres con centros comerciales y una pileta con cascadas artificiales, sobre terrenos al costado del lago San Roque; territorio devastado por los incendios de 2020.
“Acá está pasando la autovía de montaña que empezó en la autopista Córdoba/Carlos Paz, y cuando esté terminada va a llegar hasta La Cumbre. Están justo en el tramo que pasa sobre la ciudad de Cosquín, luego de una gran movilización se logró que no pasara por las sierras, pasó por el oeste, una zona de impacto menor, se puede decir, aunque pasó por unas reservas de flora y fauna e hizo bastante daño” explica el brigadista Juan Pablo Ferrari, presidente de la comisión directiva de la Brigada Ambiental Cosquín. Y señala: “Esa autovía sigue, y siempre está y no hay manera de probarlo pero parece que donde va a pasar una autovía siempre hay más recurrencia de incendios. En esta zona de sierra no sería tanto el tema por la cuestión agropecuaria, la gente de campo no quiere que se le queme porque tiene animales, si se le quema, se queda sin comida. Ha habido situaciones de agresiones de gente de Capilla del Monte a bomberos o a gente de los Equipos Técnicos Anti Catástrofe (ETAC) porque no se les apaga el campo de ellos; cada uno pide que se le cuide su campo y hay algo que creo no se termina de entender y es que en estos incendios el recurso que hay no alcanza y no va a alcanzar nunca; es una ecuación matemática, tanta cantidad de combustible que se está quemando hay un momento en que la capacidad de extinción no alcanza, hay lugares que directamente son intrabajables, ni siquiera con la aplicación de los aviones, es como una inundación, que cuando llega no la podés parar, el fuego es un fenómeno natural pero cuando hay ahí un comportamiento, no lo podemos parar. Y en eso queda mucha preocupación de los vecinos, lo que significa perder cosas-”.
La implementación de los ETAC, creados por decreto por el ex gobernador Schiaretti sigue siendo motivo de debate y repudio desde algunos sectores sociales, (entre ellos la Federación de Bomberos Voluntarios de Córdoba), respecto de las responsabilidades concretas de estos grupos de élite en el manejo de los fuegos.
“Todo lo que se dice de que el ETAC es una mano del Gobierno para quemar la provincia, en lo personal pienso que no es así; sí creo que hay ineficacia en muchas de las tareas que hace el ETAC. Hay falta de conocimiento y se están viendo los resultados: esto se creó en 2020, a los ponchazos, como resultado de la exigencia del pueblo, para darle respuesta a la demanda de la gente que pedía medidas luego de un incendio grande –sostiene Ferrari–. Hay una total falta de eficacia en la coordinación del trabajo, por ejemplo, en la utilización del ensanche. El ensanche es una herramienta que se ha usado siempre, es la quema para terminar una zona contra un camino, de cuatro o cinco metros, o en una zona de cerramiento». El brigadista indica que “el fuego es usado históricamente, esa es una herramienta difícil, que no se debe usar así nomás. Hay una certeza de que los incendios son intencionales. Siempre se habló de que un 95% eran causados por la mano del hombre; pero más dañino es el incendio causado con mala intención, el que tiene que ver con las quemas producidas con lo inmobiliario. No tienen ningún problema, prenden y saben que dentro de dos años pueden lotear, pero se ahorraron millones de pesos al no tener que pasar las máquinas. La discusión quedó muy solapada, no se terminó de entender, sobre todo en esta provincia que acompañó mucho al gobierno nacional en las urnas. Se proponía directamente hacer desaparecer los fondos que iban para el Sistema Nacional, luego hubo modificaciones y terminó en un achicamiento. El Sistema Nacional tiene zonas de trabajo, nosotros somos la zona centro, tiene algunos brigadistas pero es un recurso muy limitado. Ya este año se vio que se movilizó menos ese recurso porque probablemente debe estar relacionado con el presupuesto que tenga y me parece que para adelante sin dudas se va a agravar. Ahora está la discusión a ver qué respuesta se da a lo que pasó con la declaración o no de zona de catástrofe, que eso significaría cuánta plata se va a destinar a reponerle las cosas a los vecinos, para traer forraje, construir de nuevo las casas; definir la zona de catástrofe no es solo una cuestión declarativa sino que trae aparejado acciones que tienen que ser cubiertas con plata. Ahora no hay más que dar una respuesta y cubrir lo que pasó. Reponer lo que el operativo gastó, el movimiento de gente, la ropa, tenemos que estar listos porque en cualquier momento tenemos otros incendios. Creo que la respuesta será marquetinera, mediática de decir que se dan unos ´pesos para cubrir acá o allá pero una real recorrida de ir a los lugares para ver que paso, por donde comenzaron los fuegos y empezar a trabajar en una cuestión preventiva, a eso no le tengo nada de fe«..
Interfaz
En medio de esta coyuntura, otros factores complejizan el comportamiento actual de los incendios, apuntando, claramente a la responsabilidad de la creciente urbanización en pleno monte o en zonas históricamente inexploradas, cuyo avance territorial modifica sustancialmente no solo el uso del suelo sino el trabajo de bomberos y brigadistas a la hora de combatir las llamas.
“Trabajamos en incendios forestales», explica Ferrari-. “Durante el año se hace trabajo de prevención para facilitar todo el trabajo posterior en los incendios, tenemos gente de aquí, los lugareños, y hablamos mucho con los “viejos” de la zona, que son quienes mejor nos indican, por ejemplo, dónde hay huellas abandonadas. El comportamiento del incendio en las rutas de las sierras es dificilísimo de manejar, se deben tomar lugares como puntos de anclaje, hacer limpieza tipo corta fuegos, marcas en planos satelitales, y, por otro lado, el trabajo ambiental. Nosotros trabajamos en un vivero de especies autóctonas, controlamos y monitoreamos hasta la entrega de semillas, a quien se le entrega, donde va a plantar ese arbolito, enredadera, lo que fuera, como aporte a la recuperación de las zonas quemadas; un trabajo que se hace en conjunto con otras reservas o parques nacionales, la erradicación de especies exóticas. Esto es una ventajita que se le va dando a la autóctona, y trabajar con los autóctonos en los incendios es mucho más fácil, son árboles que generan mucho menos follaje, mucho menos combustible. Si pudiéramos tener incendios naturales como hace dos mil años serían mucho más fáciles de ser controlados. Hoy estamos afectados por muchos otros factores, entre ellos la presencia de especies exóticas que los complican. Lo que notamos en este incendio de Capilla del Monte fue que el comportamiento del fuego es cada vez más difícil de controlar. Son dos factores, que se van acumulando; el ambiente está empeorando, es decir, hace más difícil el combate; la temperatura, la humedad y los vientos, nos dan como consecuencia el indicador de riesgo extremo que no veíamos hacía muchos años. A veces no nos podemos explicar por qué no podemos bajar las llamas y el fuego nos está ganando en lugares que antes podíamos parar; el incendio está subiendo de generación, nos estamos arrimando a la sexta generación. Y, por otro lado, la urbanización de las sierras, cantidad de gente que busca lugares tranquilos para vivir, escapando de la ciudad y se viene a la sierra; muchos deciden vivir en zonas perimetrales en barrios y complica que hay muchas casas metidas en el medio del monte. En el momento del incendio la presencia de casas hace que sea mucho más complejo. Venimos trabajando el incendio forestal, incendio de campo y se transforma en uno interfaz, así se llama cuando se arrima a las propiedades, y cuando eso pasa, se empieza a desarticular o desarmar la estrategia, le saca mucho recurso al forestal y se lo pone para cuidar la casa, si hay tres o cuatro casas, todo el recurso y la estrategia que se estaban aplicando al incendio forestal se desarma, se protege las casas, se salvan las casas o no, y hay que volver a armar la estrategia que se abandonó, la interfaz de la provincia de Córdoba está cada vez más complicada. Hay complejos de cabañas que arman a cinco kilómetros del camino de tierra en medio de los montes. Por supuesto a medida que se acerca el incendio, cada uno de esos complejos, casa, ranchito o mansión, lo que sea, va a solicitar el recurso para que no se le prenda fuego, y el recurso es limitado«.
Desmanejo del fuego
“Los countries han avanzado generando esta zona que le llaman de interfase y responde al límite entre la construcción urbana y el monte”, precisa el abogado ambientalista Darío Ávila, en diálogo con enREDando. “Las viviendas se metieron en el monte, y ahora hay que salir a salvar todos esos countries, donde mete la guita el modelo sojero, y hay que salir a salvaguardar toda esa infraestructura porque se les viene el humo encima. Ahí aparece la connivencia con el gobierno provincial que aprueba los estudios de impacto, las construcciones: es exótico abrir la ventana de tu casa y tener un algarrobo, animalitos en el patio-, lo mismo que ha pasado con Nordelta”.
-¿Qué pasa con la legislación vigente en cuanto al manejo de los fuegos y cuanto tiene de aplicación concreta en la defensa de las tierra y los recursos naturales?-
-En Córdoba hay una ley provincial, la ley 87.51 del año 99, una ley pionera, fue de las primeras en regular el Plan Provincial de Manejo del Fuego. Establecía entre otros puntos la prohibición de la utilización del fuego, salvo en determinadas circunstancias; la obligación de todos los ciudadanos de denuncia toda vez que veían un incendio, y disponía una serie de pautas concretas como la obligación de elaborar un plan anual de prevención y lucha contra el incendio, la realización de un mapa de rezonificación de las zonas de riesgo, etc. Pero lo más importante era que, igual que en el caso de la Ley de Bosques, disponía de un fondo para la lucha y prevención del fuego. Ese fondo había sido creado por ley por un período de 20 años, con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2019. Parte de ese fondo se integraba con un aporte que hacíamos todos los cordobeses con la factura de la luz, una pequeña alícuota destinada al Plan Provincial de Manejo del Fuego. Era bastante ínfima en relación al consumo y permitía que se recaudaran 98 millones de pesos mensuales. La ley establecía que ese dinero estaba destinado exclusivamente para la compra de aviones hidrantes, para la prevención y para educación ambiental. En julio de 2017, en plena campaña electoral para la reelección porque era gobernador en vigencia, Schiaretti saca un decreto por el que ese aporte deja de funcionar, le da de baja, esgrime como argumento que no se debía pedir un esfuerzo a los ciudadanos para sostener un plan, que el Estado debía hacerse cargo. Ahí se produce claramente un retroceso en cuanto al financiamiento.
Lo primero que se deja de hacer es la prevención; si en materia de incendios lo primero que abandonas es la prevención claramente no sirve, y deja de funcionar un sistema de alerta temprano, que se llamaba sistema vigía. En Córdoba hay sesenta y dos cuarteles de bomberos; en cada uno había seis bomberos destinados a esta tarea vigía: recibían una suma, una cantidad extra de dinero para cumplir esta tarea de vigía. Todos los días estaban apostados en un torre en altura, ubicados en zonas estratégicas haciendo este monitoreo diario. Apenas ellos veían el comienzo de un incendio en un lugar se reportaba al cuartel más próximo, caía la autobomba y se sofocaba de inmediato, por una cuestión de cercanía. Era un sistema que funcionó prácticamente a la perfección. Los últimos registros y datos estadísticos que se publicaban hasta ese momento, dieron que, en el último, de 2010 se produjeron 21 focos de incendios y se perdieron a lo largo de ese año, cerca de diez mil hectáreas de bosque. La intervención hacía que el incendio no devorara grandes extensiones, hoy con unos pocos días de incendios en Córdoba ya llevamos perdidos más de sesenta mil hectáreas, cuatro veces más de lo que en aquel momento perdimos en un año. En 2020, se produce uno de los hechos de incendio más graves en Córdoba, en Villa Yacanto de Calamuchita, con alrededor de doscientas mil hectáreas consumidas por los fuegos, en una zona donde había plantaciones de pino. Otro decreto de Schiaretti crea la figura de los Equipos Técnico de Atención a la Catástrofe (ETAC). Se arma todo un circo, una parafernalia del gobierno de Córdoba que compra equipos, compra camionetas 4 x 4 y logra conformar un equipo de elite con agentes especializados en el manejo del fuego, integrantes de la policía de la provincia, etc. Se gastó en equipamiento, en la compra de tecnología moderna, de teledigitación, mapas, GPS y no sé cuanta parafernalia más.
-Entonces la ley quedó obsoleta…-
-La ley existe, el problema es que no se aplica así como no se aplican sanciones ni se garantiza la reparación. No es casual que lo que se esté quemando es el último relicto de bosque nativo de mayor valor de conservación que tiene Córdoba; todo el noroeste, es todo el sector que hace diez años, la Sociedad Rural de Jesús María, la Federación Agraria, Coninagro vienen peleando para modificar la Ley de Bosques con el fin de transformar esa zona que es zona roja, pasarla a zona amarilla para meter ahí ganadería intensiva. De hecho, días atrás lo dijo públicamente el presidente de la Sociedad Rural de Jesús María frente a la vicegobernadora. Dijo claramente que le ley no sirve y se iban a seguir quemando los bosques. ¿Cómo tomamos eso? ¿Cómo una advertencia en cuanto a estudios científicos o una amenaza? Cuando vos decís que atrás de los incendios está la mano del agronegocio, está la mano der la ganadería y del desarrollismo inmobiliario es porque lo podemos probar. Porque después de los incendios donde hubo fuego, no se recuperó, no se restauró y aparecieron todos los desarrollismos inmobiliarios. La ley 26.815 que crea el Sistema General de Manejo del Fuego, en el art 22 dice que el responsable de daño ambiental, producido por ejemplo por un incendio, tiene la obligación de recomponer y tomar las medidas de reparación para restaurar el área incendiada. Recomponer es volver las cosas al estado anterior. La recomposición es la única medida. Técnicamente es así, es viable y es factible, el problema es que no se hace; después de un incendio nadie cierra la zona quemada, no se hace un seguimiento, nadie valora qué pasó en uno o dos años con esos árboles ni se hace un plan de reforestación; se incendió y ahí quedo todo librado a la suerte. Una cosa es lo que dicen las leyes y otra bien distinta es lo que los funcionarios no hacen con esas leyes. El problema es la implementación, los responsables máximos son las autoridades provinciales, el Ministerio de Ambiente de Córdoba, que debería, cada vez que hay un incendio hacer aplicar el artículo 22”-.
Después de un incendio nadie cierra la zona quemada, no se hace un seguimiento, nadie valora qué pasó en uno o dos años con esos árboles ni se hace un plan de reforestación; se incendió y ahí quedo todo librado a la suerte.
Mientras las brigadas mantienen las últimas guardias de ceniza y trabajan el perímetro de la tierra quemada para evitar el reinicio de nuevos focos, el ministro de Economía cordobés, Guillermo Acosta anunció la adhesión al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) con «un esquema superador”. Desde Hijos del Churqui, colectivo integrado por Darío Ávila (abogado, diplomado en Derecho Ambiental), Melina Dasano (Brigada Comunitaria Las Mojarras), Guillermo Galliano (Presidente Fundación Mil Aves), Federico Kopta (Presidente Foro Ambiental Córdoba), Fernando Barri (docente de la UNC e Investigador del Conicet) y José Luis Serrano (músico y actor), mientras, pregonan que cambie la política para hacer frente a los incendios que azotan la provincia. Porque si algo entienden las comunidades es que “Todo incendio es político”.
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Nunca nadie recompone tierras incendiadas. Lo que demuestra que la impunidad es la madre de todos los males, desde estos incendios a la anexión política de tierras ancestrales, desde la represión fascista de los soldaditos de Bullrrich, Wolf, Kravetz y cía, al nombramiento irregular de jueces y hasta miembros de la Corte, desde las operaciones desinformantes en prensa y redes al vaciamiento por decreto de fideicomisos y presupuestos aprobados por ley, desde los crímenes por género al disciplinamiento social persiguiendo pobres, adolescentes, personas vulneradas y opositores…
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