El 37° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries tendrá lugar en Jujuy, territorio de luchas y resistencia ancestral. ¿Cómo se prepara un Encuentro autogestivo, federal y horizontal en el contexto actual? ¿Qué redes hacen posible viajar en medio de la crisis? ¿Qué estrategias y herramientas se piensan a futuro?
Fotos: Fer Der Meguerditchian
El 37° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries, en San Salvador de Jujuy, llega con el «amor» y con la potencia que cada año da cuenta de la fuerza transfeminista nacional. Es el primero con Javier Milei como presidente y hacerlo realidad, para el movimiento, no es poco.
El epicentro de este año son tierras norteñas, territorio de luchas, donde mujeres y diversidades sexogenéricas se dan cita para volver al abrazo, a la escucha y a poner en agenda reclamos colectivos y demandas sociales del día a día que pasan por el hambre, las dificultades económicas, la difícil situación en las barriadas populares, y un amplio abanico de consignas en defensa de las conquistas que se ganaron en la calle, a lo largo de los años y contra los discursos del odio.
Los debates convergen en más de un centenar de talleres dispuestos para las tres jornadas del fin de semana largo de octubre. ¿Qué expectativas cargan los bolsos y mochilas? ¿Cómo se prepara un Encuentro autogestivo, federal y horizontal en el contexto actual? ¿Qué redes hacen posible viajar en medio de la crisis? ¿Qué estrategias y herramientas se piensan a futuro?
Jujuy fue elegida como la sede del 37° encuentro, el año pasado, en Bariloche. La ovación no fue casual. Se trata de un territorio de luchas. «La definición de esta sede deviene de un contexto que también el transfeminismo viene denunciando. Es necesario conectar hechos políticos: cuando fue el encuentro 35°, en San Luis, en 2022, sucedió lo de la detención de las hermanas mapuches, y eso hizo que el movimiento y sus participantes definiéramos la siguiente sede en Río Negro. Para ese momento ya se había propuesto Jujuy como sede (también territorio de luchas de las comunidades originarias), ante las políticas que estaba llevando adelante el gobierno de Gerardo Morales, que tienen que ver con la reforma constitucional y cómo iba en retroceso con los derechos conquistados por el pueblo jujeño», recordó Majo Poncino, militante feminista de Rosario y del Movimiento Evita.
«Jujuy es una provincia que se caracteriza por luchar. El año pasado hubo un jujeñazo prácticamente, donde los docentes y todo el pueblo dijo NO a una reforma que el gobernador estaba imponiendo. Hubo movilizaciones inmensas, gente que perdió la vista en la represión, gente que todavía está procesada por esta persecución. Eran épocas del encuentro y Jujuy era una de las provincias que más conflicto tenía, y se la propuso como sede para este año», agregó Lorena, una de las integrantes de la comisión organizadora, desde Jujuy. «Sigue habiendo cuestiones que se hacen para generar más causas y demás. El gobierno sigue siendo del mismo palo, las mismas políticas», señaló. «Claramente lo que (la ministra de Seguridad) Bullrich expresa es lo que sucedió en Jujuy», dijo en relación a las políticas contra la protesta del gobierno nacional.
Con todo, desde la organización sostienen que «es un orgullo poder decir que estamos preparadas para recibir a quienes vienen. A pesar de todas las adversidades, con todo en contra, podemos lograr este encuentro», señaló. «Lo preparamos con mucho amor, mucho cariño, esperando a más de 50 mil compañeras, aunque en otros encuentros fueron más, porque sabemos cómo está la situación económica». En ese sentido, asegura que organizarlo es «todo un desafío, teniendo en cuenta que este presidente tiene políticas de vaciamiento. Todo lo que se logró ir consiguiendo, lo sacó; derechos que fuimos consiguiendo en tantos años de lucha feminista. Golpeó a estos sectores que siempre lucharon. Este gobierno nacional apunta a destruir. La última marcha por la universidad mostró que cada vez hay más gente en la calle».
En ese aspecto, Poncino agrega: «No quedamos exentas nosotras y nosotres. Hoy Milei define avanzar sobre una reforma laboral, avanzó sobre una ley de Bases, hoy tiene vigente el Decreto de Necesidad y Urgencia que desregulariza en todos los sentidos nuestra vida cotidiana y que es un proyecto que termina perjudicándonos, en un contexto de ajuste, de recorte presupuestario, de despidos que lleva adelante, decimos que nos afecta de manera desproporcionada, por encontrarnos en una situación de mayor vulnerabilidad. Esto mismo lo vivimos con la erradicación del Ministerio Nacional de Mujeres, Género y Diversidades, que promovía políticas en torno a la erradicación de las violencias. Hoy nos encontramos en una situación muy compleja de femicidios, transfemicidios y travesticidios, que es uno de los puntos a denunciar».
Entre los temas a abordar durante el Encuentro, hay uno que aparece como central: «Principalmente, lo que venimos planteando en cuanto a las desigualdades de género y la precarización de las condiciones de vida tiene que ver con el hambre, hasta organismos internacionales han declarado que hoy más de un millón de pibas y pibes se van a dormir sin comer; y para nosotras y nosotres es el punto central de denuncia que hoy tienen los movimientos sociales, populares, el transfeminismo donde militamos», dice Poncino.
Esto se da en momentos en que «también somos quienes llevamos el pan a la casa. Se suman miles de familias a las ollas populares, donde más allá de ocho fallos de la justicia que dice que tienen que entregar alimentos, el gobierno lo único que hace es hambrear más. Es importante que esto se exprese y se denuncie en este encuentro. El hambre, la precarización, los despidos, la desregularización de la economía hacen a una situación muy compleja», sostiene.
En el marco del encuentro, Poncino también apunta «contra la criminalización de la protesta y el control de los cuerpos de las mujeres, diversidades y disidencias sexuales. Hay una criminalización creciente de la protesta. Estamos en un retroceso. Desde el transfeminismo impulsamos estrategias que dejen de hablarnos a nosotras mismas y que podamos hablarle a otres, otras y otros. En ese sentido, el encuentro es fundamental, es esa democracia transfeminista que nos permite pensar en qué situación nos encontramos, qué estrategias y acciones nos damos y cómo avanzamos hacia adelante, en oposición a este gobierno que lo único que busca es erradicarnos».
Al mismo tiempo destaca que la forma en la que se hace posible el Encuentro «es única en el mundo, porque son autogestivos, democráticos, por consenso, autogestionados, y entendiendo el momento, hay muchas expectativas, porque claramente va a demostrar fuerza frente al gobierno y los gobiernos alineados».
«Las denuncias que venimos haciendo son transversales. Sumado a que intentan inculcar que quieren se organizan y movilizan van a tener sanción, para eso implementan un protocolo que hicieron antes de anunciar todas estas medidas que impulsan.
En ese sentido, subraya la importancia que tuvo el Pre Encuentro Regional en Rosario, el 7 de septiembre pasado. «Demostró la fuerza que tiene el transfeminismo en nuestras ciudades y posibilitó la participación de muchas compañeras y compañeres que no pueden movilizarse a Jujuy, por eso desde la Asamblea Lesbotransfeminista Rosario nos parecía tan importante organizarlo. Es un diagnóstico de lo que estamos atravesando en términos de educación, de salud, porque hay programas fundamentales para el desarrollo de nuestra vida sexual y reproductiva, como el Plan ENIA, para prevenir embarazos adolescentes. Hoy nos encontramos con que el proyecto de ley de presupuesto 2025 tiene una disminución brutal de lo destinado a compra de preservativos, por ejemplo», lamenta.
«Las denuncias que venimos haciendo son transversales. Sumado a que intentan inculcar que quieren se organizan y movilizan van a tener sanción, para eso implementan un protocolo que hicieron antes de anunciar todas estas medidas que impulsan. Es sustancial exponer esto en el Encuentro. Estamos discutiendo tierra, techo, trabajo, salud. Hoy es un programa integral del gobierno erradicar todo en lo que hemos avanzado».
En el plano local, pregunta: «¿Cómo pensar en la capacidad de movilizarnos si tenemos un boleto de colectivo que aumenta a 1200 pesos? Hay que encontrar y construir desde la resistencia otras alternativas». Por eso, considera que «como militantes transfeministas tenemos un gran desafío». También recuerda que en la provincia de Santa Fe «se degradó de Ministerio a Secretaría las áreas de género y diversidad, y que hasta hace unos días estamos peleando puestos de trabajo. Hoy una mujer se tiene que endeudar, pedir créditos para comer; o acercar a su hijo o hija a una olla popular que no puede terminar de darle de comer a toda la gente, y se ven filas grandes».
«Principalmente, lo que venimos planteando en cuanto a las desigualdades de género y la precarización de las condiciones de vida tiene que ver con el hambre, hasta organismos internacionales han declarado que hoy más de un millón de pibas y pibes se van a dormir sin comer; y para nosotras y nosotres es el punto central de denuncia que hoy tienen los movimientos sociales, populares, el transfeminismo donde militamos»
En los meses que transcurrieron, cada organización y sindicato tejió sus redes para poder viajar. «Vendieron rifas, empanadas, todo lo que se pudo generar colectivamente para poder solventar el viaje. Es una práctica que venimos compartiendo. Para nosotres lo central es la participación, más allá de la cantidad, porque no todas y todes van a poder viajar, pero no va a dejar de ser un encuentro opositor. Desde los transfeminismos venimos construyendo a nivel nacional. Desde el inicio del gobierno de Milei la situación viene siendo muy compleja, con un proyecto político que es cruel, genera odio, reproduce y genera violencia. Busca definir la eliminación de los espacios políticos que se organizan colectivamente y en ese sentido ha declarado a los sindicatos, movimientos sociales y populares, como el transfeminismo, como enemigos», resume Poncino.
Romina Marucco, militante feminista, de derechos humanos e integrante de Hijos Rosario cuenta que hace años viaja a los encuentros con ATE Rosario. «Desde marzo comenzamos a reunirnos y cambiaron mucho las posibilidades de juntar dinero del año pasado a éste. Hubo compañeras que hicieron cosas para vender, empanadas, bingo y todo muy a pulmón, cuando otros años había menos dificultades. Es un año atravesado por diferentes situaciones de mucha vulnerabilidad, atacadas constantemente, por eso vamos con muchas expectativas», señala.
Según destaca, el Pre Encuentro en Rosario fue valioso para «escuchar la voz de muchas de las compañeras de los barrios que tiene que ver con cómo llenar las ollas y cuestiones relacionadas a la presencia de las fuerzas policiales, pedidos de documento en la vía pública, entre otras cosas». Además, lamenta que «muchas compañeras se quedan con ganas de viajar. Lo mismo pasa con mis compañeras de Hijos, que no todas pueden estar».
Hubo compañeras que hicieron cosas para vender, empanadas, bingo y todo muy a pulmón, cuando otros años había menos dificultades. Es un año atravesado por diferentes situaciones de mucha vulnerabilidad, atacadas constantemente, por eso vamos con muchas expectativas»
Para Maruco es «un año diferente y genera incógnitas». También recuerda la importancia que tiene hacer el encuentro en Jujuy. «El año pasado fue escenario de una violencia institucional muy importante, así que pensamos en estrategias de cuidado también. Tenemos un gobierno que permanentemente está atacando, que se encargó de ir desmantelando lo construido en relación a la institucionalización de demandas. Padecimos un ataque sistemático a través de los discursos».
De todos modos, sostiene: «Vamos con alegría y entusiasmo por el reencuentro, a pesar del sabor amargo por las que se quedan. También pensamos en cómo será en los próximos años. Queremos aprovechar los talleres, que nos aporten ideas creativas para realizar acciones concretas que nos permitan a cada una en sus territorios rearmarse y seguir adelante desde los diferentes lugares. Este gobierno fue de lleno con el ataque a los feminismos, transfeminismos y a los derechos humanos. Hacer el Encuentro es poder decir ‘a pesar de todo, hacemos el encuentro'».
Con más de 102 talleres previstos en diferentes escuelas que «costó conseguir» y otros extra, que se prevé armar sobre la fecha, desde la organización destacan que «las temáticas abarcan los feminismos de la manera más transversal posible». Por eso -asegura Lorena, desde Jujuy- «las expectativas son grandes». Y remarca algo que este movimiento tiene claro: «Mientras haya organización, nada es imposible».