Con una perversión que pareciera buscar el aplauso continuo del núcleo duro de sus votantes, el gobierno nacional continúa con la aplicación de medidas de ajuste y despidos constantes. ¿“La casta” son lxs trabajadorxs?
Foto principal: Rayen Perreta
Trabajar en el periodismo desde hace cuatro meses atrás significa recibir en forma constante nuevos comunicados de gremios, sindicatos y asociaciones de trabajadores que expresan la preocupación continua y el descontento que significa la incertidumbre de poder convertirse en lxs próximxs despedidxs. Las políticas de ajuste y despidos que aplican desde el Gobierno nacional amenazan día a día a lxs trabajadorxs de distintas áreas y la desesperación se refleja en la vida cotidiana.
En diálogo con enREDando, Lorena Almirón, secretaria general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Rosario, sostiene: “Estamos en plan de lucha desde hace varios meses, desde que asumió el gobierno de (Javier) Milei luchamos contra los despidos, estuvimos manifestando nuestro rechazo a la Ley Ómnibus, la nueva Ley Bases y el DNU. En relación a los despidos, que fueron más de 15.000 en todo el país, contamos con alrededor de 114 casos en nuestra zona incluyendo los cierres de organismos como Enacom (Ente Nacional de Comunicaciones) y CDR (Centro de Referencia)”.
Respecto de estos últimos casos, el eco resonó en distintas zonas del país con presencia de la Policía Federal que junto a sus armas largas y escudos anunciaban la imposibilidad del ingreso de lxs trabajadorxs a sus oficinas habituales de trabajo. En otros casos, los sistemas de huellas digitales ya no funcionaban y el temor latente tomaba forma en la realidad.
Puntualmente, la secretaria general de la sede rosarina del organismo aludió a las oficinas de Anses y Conicet locales y resaltó el caso de un compañero que durante el gobierno de Mauricio Macri había sido despedido. Finalmente, el trabajador fue reincorporado con pase a planta pero, días atrás, fue vuelto a despedir. En cuanto a Conicet, los tres casos rosarinos se suman a los más de 80 en todo el país. Anses, hasta el momento, contabiliza alrededor de 1300. “Y creemos que se van a seguir afectando distintas áreas y zonas del país”, sentencia la referente.
Que la mayor cantidad de despidos surja en el interior del país tiene que ver con una política de desguace de los organismos y cierres de agencias que cumplen un rol fundamental y se encargan de atender a la población más vulnerable de la nación
Más despidos en el interior del país
Uno de los grandes fenómenos que ocurren, corresponde a contabilizar mayores cantidades de despidos fuera de Buenos Aires. “Que la mayor cantidad de despidos surja en el interior del país tiene que ver con una política de desguace de los organismos y cierres de agencias que cumplen un rol fundamental y se encargan de atender a la población más vulnerable de la nación”, indica Almirón.
Es por este motivo que el estar en la calle se presenta como la medida principal para mostrar lo que sucede junto a un constante plan de acción: “Estamos con acciones directas como el paro, asambleas, plenarios, volanteadas, ferias, todo lo que ayude a dar cuenta de la tarea que realizamos a diario y por qué sostenemos que nuestro trabajo representa los derechos de la población. Además, desde lo legal también apelamos a organismos internacionales que puedan dar cuenta tanto de la situación como de la ilegalidad de los despidos, la ilegalidad de sostener paritarias a la baja con salarios muy por debajo de la línea de pobreza”.
Las amenazas que no cesan
Semana a semana ATE convoca, desde sus distintas sedes, a nuevas marchas, movilizaciones y jornadas que busquen llamar a la acción concreta para evitar las amenazas de apagar 71 mil puestos de trabajo en total, un número que resuena en distintos organismos desde mediados de marzo.
Algunas de esas amenazas ya se fueron concretando por medio de telegramas de desvinculación, el no acceso a los lugares de trabajo, entre otras medidas perversas y con justificaciones que se inmiscuyen en los grises de leyes que no protegen a quienes deberían. Además, lxs trabajadorxs estatales que aún conservan sus puestos de trabajo, ya perdieron más del 20% de su poder adquisitivo.
En tan solo 4 meses han destruido los ingresos de los trabajadores y jubilados. El supuesto déficit cero hasta ahora se ha traducido en un deterioro grave de las condiciones de vida de toda la gente
Sobre ello, Rodolfo Aguiar, Secretario General de ATE Nacional, señala: “En el sector público hemos perdido más poder de compra durante estos últimos 4 meses que en los 8 años anteriores. El recorte sobre salarios y jubilaciones es brutal”. Y agrega: “No podemos aceptar mansamente que el Gobierno celebre el 11% de marzo y la supuesta desaceleración de la inflación. En tan solo 4 meses han destruido los ingresos de los trabajadores y jubilados. El supuesto déficit cero hasta ahora se ha traducido en un deterioro grave de las condiciones de vida de toda la gente».
A su vez, el gremialista sostiene: “Caen más del 27% las ventas de alimentos, caen más del 45% las ventas de medicamentos, y paralelamente conocimos la ejecución presupuestaria del Gobierno. Aumentan las partidas destinadas al pago de la deuda pública en un 60%, de Seguridad en un 52%, mientras que, tomando sólo un sector como ejemplo, la inversión en ciencia y tecnología es cero. Estamos en una Argentina en donde no hay plata para comprar comida, no hay plata para comprar remedios, y para lo único que hay plata es para reprimir”.
El osado aumento de salarios de Senadores nacionales, los desmedidos ascensos de puestos de trabajo de funcionarios de gobierno, junto a la compra de aviones de caza por 650 millones de dólares, dan cuenta de que los ajustes son selectivos y las prioridades no se centran en los valores de los distintos organismos, incluso el desarrollo de la Ciencia y Tecnología.
“A la rebaja salarial se le suman miles de despidos en la administración pública. No podemos tolerar semejante vulneración de derechos en el Estado. El plan de lucha en el Estado no se puede detener. Los trabajadores y jubilados no llegamos a fin de mes”, concluye el Secretario General de ATE.
El temor y la incertidumbre crecen en la misma medida en que los salarios no alcanzan. Un llamado concreto a continuar con movilizaciones y acciones que logren frenar la monstruosidad a la que lxs trabajadorxs están expuestos en su integralidad.