Relatoría 10
En la Quebrada de Escoipe, provincia de Salta, ya se encuentran instalados tres nodos de de internet libre y comunitario. La experiencia y el aprendizaje en el Semillero organizado por AlterMundi hizo posible que la radio comunitaria de la quebrada hoy cuente con acceso a la red. Un derecho conquistado con esfuerzo y compromiso social.
El tiempo es un factor clave y decisivo al momento de proyectar y concretar un montaje de red libre y comunitaria de internet. Las distancias que existen en cada territorio marcan el pulso de la vida, de la comunicación y la conectividad en aquellas zonas rurales donde el acceso se transforma en una necesidad vital.
Esto ocurre en la Quebrada de Escoipe, ubicada a 57 kilómetros de la ciudad de Salta. Se trata de un paraíso natural de Salta, un camino de los Valles Calchaquíes con abundante vegetación, cerros y un río que le dá nombre a la quebrada. La gran mayoría de las más de 300 familias que habitan en sus distintos parajes se dedican fundamentalmente a la agricultura. “Los parajes están muy distanciados entre sí y difícilmente llegan las tecnologías de la comunicación por eso aparece como una demanda y una necesidad imperante”, nos cuenta Virginia, comunicadora popular y una de las impulsoras de un proyecto que tomó forma en el año 2019: la radio comunitaria La Voz de la Quebrada.
La radio es un vínculo de comunicación para las familias de Escoipe. Comenzó a pensarse en el año 2013 cuando aparece la demanda concreta de contar con una radio que posibilite el contacto entre los distintos parajes. El objetivo era que los propios habitantes de la quebrada le dieran forma al proyecto. En el 2015, con el apoyo del Inta y la Mesa de Comunicación Popular de Salta y Jujuy realizaron talleres de comunicación popular y, más tarde pudieron comprar los equipos para comenzar a instalar el estudio. Finalmente, la radio se inauguró en el año 2019. “Durante esos cuatro años pudimos hacer radio sin tenerla y eso fue muy interesante. La Quebrada de Escoipe tiene fiestas patronales, feria de verano, eventos turísticos, entonces en ese lugar de encuentro ponían un parlante y un micrófono y transmitían como si fuese una radio. Así empiezan a practicar como se hace radio”.
Pero como ocurrió en todo el país, la pandemia por Covid – 19 alteró la rutina cotidiana e incluso, el avance de los proyectos comunitarios de muchísimas organizaciones sociales. La radio de la Quebrada de Escoipe no fue la excepción. “Cuando tuvimos los equipos llegó la pandemia y no pudimos sostener la continuidad de los programas. Hoy, la comunidad está retomando el del proyecto y el ejercicio de hacer radio con una particularidad: es muy difícil encontrarse en la quebrada. No hay datos móviles, no hay llegada de internet, entonces eso dificulta también el funcionamiento de la radio”, repite Virginia. Y aquí, otra vez el factor tiempo: las enormes distancias -casi cinco kilómetros entre una casa y otra- hizo y hace difícil la sostenibilidad diaria de la programación. Aún así, la radio comunitaria sigue en pie con transmisión los días miércoles y viernes. “Hoy hay un programa de entrenamiento laboral que les permite potenciar el trabajo en la radio con el beneficio de tener una retribución económica. Hay dos programas, uno quincenal y uno semanal. Uno de los programas es llevado adelante por personas de la comunidad, y se van turnando y los operadores son de la escuela Islas Malvinas del paraje Agua Negra. La radio también tiene otra pata que es la organizativa, un espacio que es muy importante porque es la instancia de reunión y toma de decisiones.”
Contar con la red
Si algo estaba haciendo falta en la radio comunitaria de Escoipe era el acceso a internet para potenciar el alcance de tan solo 15 kilómetros que actualmente tiene la antena. No fue tarea fácil. Este año, y gracias a la participación en los talleres del Semillero organizado por AlterMundi, las familias de los parajes de Escoipe lograron instalar tres nodos de internet comunitario. Un desafío cumplido y un sueño que empieza a concretarse a pesar de las dificultades que tuvieron que atravesar. “Nuestra distancia es muy amplia y es la principal dificultad pero pudimos hacerlo, con otros tiempos. Para llegar a la zona donde hicimos el despliegue de los nodos fue muy difícil, fue un trabajo muy largo. Nos fuimos acompañando y pudimos montar 3 nodos”. Quien habla es Magalí. Ella participó de cada uno de los talleres virtuales del Semillero y además fue quien viajó junto a Virginia hasta Córdoba para ser parte del montaje que se realizó en Villa del Parque, una experiencia de aprendizaje colectivo que Magalí jamás olvidará. Con respecto a los nodos instalados en Escoipe, cuenta: “El primer nodo esta en la escuela de Escoipe. El segundo en la casa de un compañero de la comunidad y el tercer nodo lo colocamos donde tenemos la radio comunitaria. La idea era poder comunicarnos entre los once parajes y el proyecto de radio nos ayudó bastante”.
La jornada de despliegue fue ardua y duró casi todo un día. El principal obstáculo fue poder encontrar una persona que pueda subir hasta la antena y además que cuente con el equipo de protección requerido. “No fue el mismo despliegue que veíamos en otros grupos”, confiesa Magalí. Finalmente lo lograron y los tres nodos de internet quedaron conectados: “nos llevó mucho tiempo, muchas reuniones de planificación, poder encontrar línea de vista entre los nodos, planificar las distancias”. En la Quebrada de Escoipe ya están proyectando la conexión de un cuarto nodo en otro de los 11 parajes que hay en la zona. De esta manera, serían 3 los parajes que tendrían acceso a internet.
Con respecto al proyecto de radio, el entusiasmo es cada vez mayor. Es que en la Quebrada de Escoipe saben la importancia que implica contar con un proyecto propio de comunicación popular. “La radio posibilita la comunicación entre nosotros, juntarnos, compartir. Es un punto de encuentro para todos. Donde nosotros vivimos no había señal de internet y de acá tenemos que caminar dos horas para llegar a alguna casa. Gracias al Semillero aprendí cosas que jamás hubiera imaginado. Estamos muy emocionados, es algo muy grande lo que estamos logrando” nos cuenta Magalí. Las mismas palabras comparte Érica, otra de sus compañeras: “Gracias a internet ya no seríamos un paraje olvidado. Podemos mostrarnos y contar hacia fuera todo lo que hay en la Quebrada”.
Virginia, por su parte, dimensiona lo que significa el acceso a internet libre y la relación con un proyecto de radio comunitaria. “Tener la radio es una forma de hacer política. Escuchar noticias propias. Hablar de lo que nos interesa, pasar la música que nos gusta. Es una forma de tomar la palabra. Internet es un servicio esencial para la vida cotidiana. Cuando llega el 2020 todo pasaba a través de internet y era muy difícil que una empresa privada llevara esta tecnología a la quebrada. Cuando aparece la posibilidad que brinda AlterMundi, las familias se entusiasmaron, y más con la posibilidad de que la radio pudiera contar con internet y todo lo que eso significa. Es un hito importante para la radio porque se podrá intercambiar opiniones, voces, y con eso p construir otro tipo de contenido y beneficiar a muchas más familias. Los beneficios son mútilpes, variados e imprescindibles para un territorio como es la Quebrada de Escoipe”.