Mirá que Quema es una banda liderada por seis mujeres músicas que tocan el tambor. Se proponen no solo reversionar sino además investigar sobre los ritmos del caribe Colombiano. Ya cuentan con su propio cancionero que habla de nuestra memoria litoraleña, de nuestras luchas feministas. El cuerpo político, feminista y tamborero que resuena en Rosario.
Foto destacada: Ana Isla
Se encienden las luces del escenario y las seis mujeres con turbantes, tambores, blusas blancas y polleras rojas se acomodan para empezar a tocar y cantar. Suena el ritmo del caribe colombiano y los cuerpos danzan. Es inevitable: todo vibra cuando se escucha el repique del tambor.
Mirá que Quema es una banda integrada por mujeres que además de hacer música, conforman un proyecto de investigación que busca combinar los ritmos del caribe de Colombia con sonoridades contemporáneas. Empezaron a juntarse, a estudiar y aprender en el 2017. Paola es colombiana y lleva esos ritmos en su propia sangre. El papá de Luciana es uruguayo y ella toca percusión desde sus 18 años. Hoy, con 33, es profesora de música con especialidad en percusión latinoamericana y se dedica -ademas de tocar en distintas bandas- a enseñar tambor en talleres donde, en muchos casos, hay mayoría de mujeres. La ecuación se revirtió, cuenta Luciana: hace unos años ella era una entre 15 varones aprendiendo percusión.
Históricamente se nos ha negado la posibilidad de tocar porque decían que no teníamos la fuerza o la habilidad que tienen los varones, y entonces nos relegan al canto o a la danza. Y eso no es así.
Paola y Luciana invitaron a otras amigas que conocían del “mundo del tambor” a sumarse al grupo. Así nace Mirá que Quema. Actualmente no solo reversionan temas de Petrona Martinez y Toto La Momposina, entre otras artistas, sino que además cuentan con un cancionero propio: temas donde las letras que escriben hablan de la lucha feminista, de Pocho Lepratti o de las Madres de la Plaza. El contenido siempre es político y remite a nuestra historia, a nuestra propia memoria colectiva, a nuestra territorialidad. En realidad, dirá Luciana, para ellas, “el tambor es político”.
“Nuestra idea es reforzar la idea de que el tambor es parte de la cultura de Argentina. Es un instrumento que fue negado e invisibilizado, y desde nuestro lugar, queremos mostrar toda esa cultura que significa el mundo del tambor, y también nuestro recorrido como mujeres en este género. Históricamente se nos ha negado la posibilidad de tocar porque decían que no teníamos la fuerza o la habilidad que tienen los varones, y entonces nos relegan al canto o a la danza. Y eso no es así”.
Luciana Harreguy siente el tambor en su cuerpo: cuando toca arriba de un escenario o cuando lo hace en la calle acompañando una movilización con “5 mil pibas que te agitan al lado”, dice. “Se te prende fuego todo”. Tocar, para ella, es mucho más que aprender secuencias rítmicas. Es entender el contexto, la historia. Pensar para qué y para quiénes . “Hay una concepción entre lo que es ser percusionista y ser tamborera. Yo prefiero esta definición porque tiene más que ver con tener conocimiento del contexto histórico en el cual surgen estos ritmos que tocamos, por ejemplo el samba reguee que tiene toda una historia larguísima de opresión y si no conoces eso, después lo que tocas en el tambor no tiene mucho sentido”.
Atrás están quedando los tiempos en que las mujeres eran relegadas solo a danzar o cantar en determinados géneros musicales. Acaso, aquellas que, desafiando a las viejas estructuras patriarcales, estudian y además enseñan zapateo en el folclore sean un ejemplo claro del avance y de la lucha de los feminismos para romper con ciertos cánones en la música. Con el tambor ocurre algo parecido: “la cumbia tradicional colombiana es una danza de cortejo, y en ese cortejo la mujer se va tapando con la pollera y el hombre insiste. Y eso todavía persiste. Antes no se permitía que una mujer se suba al escenario a tocar tambor”, explica Luciana. Pero más allá de que actualmente hay gran cantidad de pibas que se suman a los clases a aprender, las chicas de Mirá que Quema todavía reconocen ciertas actitudes machistas arriba de los escenarios: “hay sonidistas varones que vienen a explicarte cómo amplificar el sonido del tambor cuando eso vos ya lo sabés”, dice. Básicamente, -aporta Luciana – “estamos entendiendo que este lugar lo podemos ocupar nosotras y eso es hermoso”.
“hay sonidistas varones que vienen a explicarte cómo amplificar el sonido del tambor cuando eso vos ya lo sabés”
De nuevo aparece el cuerpo: esa sensación de prenderse fuego la invade. Luciana, y sus compañeras, dan cuenta de cómo vibran al tocar. De toda la vida y la historia que intentan transmitir más allá de cualquier técnica. “Yo tuve maestrxs que me enseñaron todo ese sentido que encierra el tambor. Todo lo que significa. Muchas veces se toca en festividades para venerar algún dios o un orixá. Hay mucha fuerza. Y cuando tocás se te pone la piel de gallina. Siempre nos quisimos parecer un poco a Europa y el tambor ha quedado recluido, de hecho todavía hay gente que hace una denuncia por “ruidos molestos” cuando tocamos en el parque”.
Algo de todo eso relatan en su primer EPK, una producción audiovisual que pudieron realizar con el apoyo del Ministerio de Cultura de la provincia y que presentaron en el marco de un espectáculo en el Distrito Siete, con músiques invitados y la realización de una pintura en vivo a cargo de dos muralistas. Un trabajo documental para conocer en profundidad las raíces, la identidad y la proyección de esta banda de tamboreras liderada por 6 mujeres que hacen vibrar a todo Rosario: Belen Aguirre, Fátima Latino, Paola Fussi, Luciana Harreguy, Camila Dellatorre, Nancy Paola Sabogal Quintín. “Desde una perspectiva feminista elegimos acompañar nuestra lucha y nuestro día a día desde el tambor, entendiéndolo como un símbolo, una experiencia de vida que nos ayuda en nuestra forma de vincularnos, en construir nuestros vínculos y nuestra de ver el mundo”
Encuentro de tamboreras latinoamericanas
En Buenos Aires se realizó en forma presencial el sábado 11 de diciembre el Tercer Encuentro Internacional de mujeres y disidencias en el tambor. Un proyecto musical y artístico que busca propiciar espacios para el intercambio, encuentro, convivencia, diálogo y formación feminista artística- musical en torno a distintos ritmos y géneros percutivos. “Es gestado por 14 colectivas feministas tamboreras latinoamericanas que desde hace 3 años sostenemos una construcción colectiva de resistencia a través del artivismo feminista, el tambor como una apuesta política-sonora de lucha”. Un espacio donde no solo se generan instancias de aprendizaje y capacitación, sino además, conversatorios y diálogos sobre lucha antirracista y la opresión que todavía persiste sobre el cuerpo de mujeres y disidencias afrodescendientes.
Más info: https://www.facebook.com/tamboraslibertarias