El podcast es ya el contenido de audio más popular entre los habitantes de grandes ciudades en Argentina, millenials y centennials, según una encuesta de Statista de 2020. Su portabilidad, accesibilidad y carácter asincrónico están transformando las formas de producir y escuchar radio. Tres proyectos liderados por mujeres han encontrado, en este formato de nicho, un canal ideal para hacer periodismo con perspectiva feminista.
La accesibilidad y el carácter asincrónico de los podcast permiten desarrollar temas por fuera de la inmediatez de la noticia, con mayor profundidad, donde se busca interpelar, invitar a reflexionar y que lxs protagonistas pasen al frente. Es posible descargarlo y almacenarlo en dispositivos digitales. La accesibilidad es otra de sus marcas: se puede escuchar desde cualquier dispositivo con acceso a internet.
Suelen estar cargados en plataformas como Spotify. Ivoxx, Google Podcast. “Podemos escuchar las voces, hablar de los temas que queramos, publicar y compartir en Spotify, en la webs de los medios en los que trabajamos, compartirlo por whatsapp y en todas las redes sociales”, dice Flavia Campeis, co-autora junto a Hagar Blau Makaroff del podcast ¿Dónde está Paula?.
“Nos permite escuchar en primera persona las voces de las y los protagonistas de las historias”, reflexiona la periodista especializada en podcasts e integrante de la radio comunitaria Poriajhú. Flavia también destaca la gran ventaja de escuchar las voces de lxs protagonistas y recrear ambientes a través de la música y los sonidos. “Es un nuevo modo de entender y escuchar la radio. No desapareció ni va a desaparecer. Es la radio con un montón de potenciales nuevos”.
La periodista Anabel Barboza menciona, como ventaja, la posibilidad de “componer un paisaje sonoro, que acompañe eso que se está diciendo”. Comenzó a trabajar en la radio de su pueblo, Carlos Pellegrini, a los 12 años en un programa donde se contaba la historia del lugar. Hoy desde Radio Universidad se da espacio para seguir narrando y pensando la mejor manera de acercar los relatos. “Me gusta mucho la posibilidad que ofrece el podcast de pensar no sólo qué y desde qué lugar contar, sino también con qué paisaje sonoro, con qué sonido”.
Junto a Vanina Cánepa produjeron los podcasts Este es el plan, El año de la quema y La voz de les adolescentes. Las entusiasma la libertad en cuanto a tiempos de duración. “No corremos atrás de la primicia ni de la noticia, nos permite construir una agenda periodística a partir de temas que nos interesan de manera muy creativa. Se piensa en las imágenes visuales para generar un clima, una atmósfera de escucha”, dice Barboza.
“Es un nuevo modo de entender y escuchar la radio. No desapareció ni va a desaparecer. Es la radio con un montón de potenciales nuevos”
El factor asincrónico del podcast transforma el lugar de la escucha y la producción. Quien está del otro lado puede detenerlo, retrocederlo, adelantarlo e incluso saltearse partes. “Respecto de la radio tiene la ventaja de poder trabajar los temas con más profundidad y se pueden manejar los tiempos a criterio de quien lo está produciendo. Como desventaja se pierde ese ida y vuelta que en la radio se da de manera casi inmediata”, analiza Barboza.
Para la periodista especializada en género Laura Charro, los podcasts no son mejores ni peores que otros formatos, sino que se complementan. “Es un contenido que está disponible para escuchar cuando y las veces que se desee; se puede compartir fácilmente. Un beneficio que con la radio tradicional no estaba”.
Me gusta mucho la posibilidad que ofrece el podcast de pensar no sólo qué y desde qué lugar contar, sino también con qué paisaje sonoro, con qué sonido.
Con lentes morados
Flavia Campeis reconoce las opciones que ofrece el formato en un caso de violencia de género como el de Paula Perassi porque posibilita escuchar las voces de las personas involucradas y también, rescatar las de las víctimas. “Recuperamos chats de Paula, cartas que ella escribía, mensajes que dejaba. Permite visibilizar desde muchos aspectos”, explica. Dice que se transformó en una periodista feminista a partir de la cobertura que realizó sobre la desaparición de Paula Perassi, donde la perspectiva de género estuvo prácticamente ausente en el tratamiento que tuvo el caso en sus comienzos. “Siento que como periodista fui creciendo junto a la cobertura que iba haciendo, siempre con la idea de contar de la mejor manera una historia sobre la que aún no tenemos muchas respuestas”.
Flavia hace radio desde los 11 años, escribe para la revista Late y llegó al podcast más recientemente. Su trabajo Paula Perassi, desaparición, poder y corrupción en el cordón industrial santafesino fue ganador de la beca Programa Cinco Sentidos de la Fundación Gabo para el Nuevo Periodismo Iberoamericano en 2017. Realizó varios talleres de podcast a través del Festival Gabo en Medellín y en El Salvador y produce podcasts para la radio comunitaria en Poriajhú.
Con Malcriadas sus autoras encontraron una oportunidad. “Nos parecía que podíamos crear contenidos que no estuvieran vinculados específicamente con la agenda dura feminista. Era un canal para hablar de diferentes temas con nuestra mirada feminista, explica Laura Charro y agrega: “por ejemplo, el segundo episodio de Malcriadas es sobre la creatividad. Invita a pensar que nos pasa a las mujeres y las diversidades cuando hablamos de creatividad, qué pasó históricamente con nuestro lugar en la creatividad”.
Laura se especializó en Comunicación y Género en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí y la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad, da talleres de comunicación con perspectiva de género y es parte del equipo de Chicas Poderosas Argentina. Cree que lo mejor del periodismo o la comunicación feminista es “repensar qué es lo que queremos comunicar, de qué manera y cuál es la realidad que queremos construir”.
“Cuando nos acercamos al feminismo y empezamos a ver el mundo y la realidad que nos rodea con los lentes violetas del feminismo, todo cambia: las prácticas, las conversaciones, los lugares que habitamos, los contenidos que escuchamos, qué consumimos en los medios, hasta las canciones y las bandas que nos gustan, todo se va modificando”, reflexiona Laura.
Por su formación y manera de entender el periodismo, “la perspectiva de género atraviesa los contenidos”, sostiene Vanina Cánepa. “No es que hablemos de temas feministas en exclusiva, sino que tenemos la mirada de género en cualquier contenido que desarrollemos”, reflexiona.
Vanina Cánepa creció escuchando los Musicuentos en el tocadiscos de su abuelo. “Me quedó impregnada esta idea de cómo contar a través de los silencios, la palabra, la música, los sonidos”, dice. Estudió Comunicación Social y trabajó en diferentes medios. Hoy desde Señal Santa Fe realiza guiones y produce diferentes documentales.
Tenemos la mirada de género en cualquier contenido que desarrollemos
Con Anabel Barboza en La Voz de lxs adolescentes pretenden instalar temas como la Educación Sexual Integral (ESI), su relación con la violencia de género o la formación que hay en las escuelas del tema. “Nos fijamos que las voces de las mujeres estén, que haya equidad de voces. Nos damos esa posibilidad de desarmar ciertos estereotipos de género y darle voz a las nuevas generaciones”, expresa Cánepa.
Tres proyectos: pasado y futuro
El podcast “Donde está Paula” nace después de una conversación entre las periodistas Flavia Campeis y Hagar Blau Makaroff. Se conocieron a partir de las coberturas que realizaban sobre la causa y al cumplirse los diez años de la desaparición de Paula. Entrevistaron a más de veinte personas, sumaron material de archivo reunido a través del trabajo durante todos esos años. La producción sonora fue presentada en el ECU con más de 130 personas, entre ellos Alberto y Alicia, los padres de Paula, en primera fila.
“A partir de este caso comprendí cómo quiero encarar el periodismo. Aprendí a escuchar, a necesitar que muchas voces cuenten las historias, porque no tenemos una voz que pueda darnos la verdad. Acá Paula no está, no se sabe qué hicieron con ella. Necesitamos las voces de cada una de las partes involucradas para poder reconstruir la historia y comprenderla”, dice Campeis.
La Voz de lxs Adolescentes comenzó con el programa “Este es el plan” que Vanina Cánepa y Anabel Barboza iniciaron en 2019 en Radio Universidad. “Nos proponíamos conversar siempre con adolescentxs y niñxs para escuchar sus voces y constituir a estos sectores de la población como fuentes de información. Sus voces raramente son escuchadas. Muchas veces cuando se los consulta es en referencia a temas que tienen que ver con la criminalidad o hechos de violencia. Queríamos salirnos de ese lugar y pensar a las adolescencias y las infancias en otros contextos”, relata Cánepa.
A poco de andar comenzaron a pensarlo como un podcast, lo subieron a Spotify y lo empezaron a presentar en episodios. El podcast se produjo de manera semanal durante 2019. En 2020, con la pandemia, reformularon su trabajo y constituyeron una pequeña productora, El Plan Contenidos Sonoros.
A fines de octubre lanzaron la segunda temporada de “La voz de lxs adolescentes”, una co-producción realizada con la Defensoría de las niñas, niños y adolescentes de Santa Fe. “Tiene una marca muy fuerte territorial, porque son historias de toda la provincia de Santa Fe, acerca de diversidad de género, cambio de género, discapacidad en la adolescencia, sobre corporalidades y lo que pasa con los cuerpos de las adolescentes y los mandatos sociales”, anticipa Vanina Cánepa.
El proyecto de Malcriadas cuenta con una historia previa al podcast. Florencia Chabrillon, Gisela Espinoza y Laura Charro comenzaron en 2016 con un programa de radio en la emisora on line “Sonamos Radio”. Se conocieron en la militancia del movimiento feminista y consideraban que faltaban espacios locales para hablar de los temas que les interesaban con perspectiva de género. Con este programa ganaron su primer “Juana Manso”, certamen de premios de la Municipalidad de Rosario a las producciones periodísticas que promueven los derechos de las mujeres y disidencias.
En el contexto de la pandemia eligieron volver a salir, pero en formato de podcast. Con el primer episodio sobre el amor propio ganaron un segundo “Juana Manso”. Se sumaron al proyecto Mariela Prieto y Lucía Fernández Cívico desde la edición. Están preparando un tercer episodio, que dadas las dificultades de financiación que tienen este tipo de proyectos — la contracara más dura a la accesibilidad del podcast, es su dificultad para hacerlos económicamente viables — se está demorando. “Hacemos esto sin retribución monetaria, sin subsidio ni pauta. Todo lleva sus horas de trabajo, su dedicación y todas tenemos también otros trabajos. Como tantas otras mujeres, tenemos otras jornadas laborales”, lamenta Charro.
Como otros formatos de nicho, la monetización de lo producido plantea un desafío. Eso no detiene las voces, la fuerza de la mirada de género o la potencia del podcast para multiplicar y hacer llegar las historias cada vez más lejos.