«¿Escuchas el crepitar de las ramas como si alguien la estuviera pisando? ¿ves caer la ceniza blanca? ¿viste ese pajarito que quiere volver a ese árbol negro? ¿Existe algún registro que describa a la majestuosa naturaleza muriendo?»
Estas preguntas se hace Carlos Salazar. Ayer estuvo, junto a un grupo de 70 voluntarixs, intentando apagar el fuego. Intentando registrar el desastre, el dolor, y también la acción. Porque fue cuerpo a cuerpo; porque ante la falta de todo, está la organización. Como sea: insistiendo ante la desesperanza, ante la impotencia frente a tanto fuego intencional que se lleva todo: la flora, la fauna, los ranchos, las colmenas. La vida, el aire, la tierra.
¿Ves caer la ceniza blanca? La pregunta repiquetea, una y otra vez. El silencio duele. Pero hay acción. Un nuevo corte en el puente, y otra vez poner el cuerpo para apagar el incendio. Otra vez, hasta que el humedal esté a salvo.
Fotos: Carlos Salazar