La muerte de Ana Zabaloy nos inundó de dolor la mañana del domingo 9 de junio. Como “sus” chicos de la Escuela 11 en San Antonio de Areco sufrió directamente el impacto de este modelo basado en transgénicos y venenos. Recordarla implica hablar del amor por sus alumnos y la tarea docente.
Nota publicada en Huerquen, Comunicación en Colectivo.
[dropcap]L[/dropcap]a muerte de Ana Zabaloy nos inundó de dolor la mañana del domingo 9 de junio. Anita fue una amiga y una compañera entrañable para muchos y muchas en todo el país.
Como “sus” chicos de la Escuela 11 en San Antonio de Areco sufrió directamente el impacto de este modelo basado en transgénicos y venenos. Recordarla implica hablar del amor por sus alumnos y la tarea docente; su fortaleza para seguir dando pelea y testimonio aún con su salud desmejorada; su lucidez en la reflexión y la calidez de su compañía.
Es una pérdida enorme para todxs lxs que peleamos por defender la vida en medio de la voracidad y la prepotencia del agronegocio.
Después de un velorio sencillo, su amiga Laura compartió emocionada palabras de aliento para no bajar los brazos en esta lucha contra los agrotóxicos, recordándola como la mujer valiente y luchadora que fue. Después de llorarla y despedirla, quizá como exorcismo a tanta tristeza, propusimos esta conversación para seguir luchando y construyendo, como ella quería.
Conversamos con Yamila Vega y Daniela Dubois, compañeras de Ana Zabaloy en la Red Federal de Docentes por la Vida
Huerquen: El fallecimiento de Ana Zabaloy es un golpe enorme para quienes compartimos con ella la lucha contra las fumigaciones de escuelas rurales, y del campo socioambiental y popular en general. Para quienes no la conocieron qué les gustaría compartir de ella.
Daniela Dubois: Para nosotras es un poco no caer que no está… y lo que pudimos ir compartiendo… Ella era una mujer valiente, sabia, generosa… que tenía una visión amplia de la vida y de las cosas. Así reconoció que había muchas docentes que se enfrentaban a esta problemática en mucha soledad, y que era necesario generar lazos y tener una red que nos aúne. Que era la única manera… Por eso para nosotras es tan importante que se comparta desde la Red el trabajo que hizo Anita porque es lo que ella quería.
En estos momentos todo nos resulta difícil… por momentos es que una se puede dar cuenta de la enorme tarea que ella hizo; y que ella no va a estar más y la responsabilidad de que esa red que con tanto amor pensó vaya, y que logremos caminar hacia lo que quería… Por otros momentos por la vorágine de la vida como es actualmente, las redes, como que nos saca de foco… cuesta caer en que no vamos a volver a verla…
Yamila Vega: A Anita la voy a recordar siempre como una mujer profundamente solidaria. Comprometida con la realidad que vivían las comunidades rurales con las que ella trabajaba. Una mujer muy luchadora que nunca, nunca, bajó los brazos más allá las adversidades que tuvo que transitar como consecuencia de este modelo envenenador. Siempre con una sonrisa, con una palabra de aliento. Muy generosa… muy generosa con todas las compañeras y compañeros de lucha. Dando una mano donde podía para educar, para mostrar la necesidad de cambiar de modelo.
Además del valor que tuvo cuando todavía la problemática de los agrotóxicos no estaba “en agenda” digamos, y ella se movilizó, se animó a denunciar y a pelear, mucho tiempo en soledad.
DD: Anita siempre contaba su experiencia como directora de la escuela 11 con mucha alegría. Decía que era un grupo de niñas y niños muy curiosos que se hacían la preguntas de por qué había menos mariposas que antes, y a partir de eso uno de los chicos hizo la hipótesis de que era por las fumigaciones, de que cuando querían matar la isoca mataban todo; y a partir de ahí empezaron una investigación que llevaron como un proyecto para la feria de ciencias, y ese fue un trabajo que le marcó un antes y un después por lo que ella contaba. También era muy importante el lugar que les daba a las madres de los chicos. En las escuelas rurales muchas veces los estudiantes vienen de lejos y a veces no tienen medios de transporte adecuados; vienen a veces en una moto, caminando o a caballo, por lo cual muchas veces para no tener que ir y volver se quedaban en las horas de clases, y compartía y aprendían con los chicos; a veces eso se desarrollaba en la cocina del colegio y Ana tomaba la temática de la soberanía alimentaria y se daba un intercambio con ellas también aprendían y aportaban, por ejemplo recetas de sus lugares de origen.
Hqn: ¿Cuál es la situación de la mayoría de las docentes rurales?
YV: El agronegocio afecta tanto a las familias que viven en el campo como a los trabajadores y trabajadoras de la educación. Es un tema muy difícil de abordar porque generalmente las familias que trabajan en el campo, que no son dueñas de la tierra en la que viven, y los docentes tienen muchísimo miedo de denunciar lo que les sucede por la complicidad que hay en el Estado, tanto a nivel de los municipios en general como en el sistema de salud. La realidad es que la creación de la Red fue un impulso muy importante para cortar con el aislamiento que teníamos los docentes rurales en relación a la problemática de las fumigaciones. A través de la Red que creó Anita se establecieron distintos lazos, no sólo entre los docentes de Buenos Aires sino de otras provincias para difundir y dar a conocer el protocolo de actuación frente a las fumigaciones, el acompañamiento en las denuncias, visibilizar las problemática del uso de agrotóxicos en la salud y el ambiente. Además Ana siempre fue muy propositiva y el objetivo de la red era también difundir y compartir recursos didácticos para distintos niveles; y como un medio para mostrar que hay otra forma de producir a través de la agroecología.
Hqn: ¿Podemos hacer un poco de historia de la Red?
DD: Anita fue una de las primeras docentes en denunciar las fumigaciones que sufría junto a sus estudiantes en la escuela; ahí fue empezando a investigar y a contactar gente, como el abogado Fernando Cabaleiro, con la Red de Médicos de Pueblos Fumigados, con Damián Marino del EMISA de La Plata, y fue en el 8vo Encuentro de Pueblos Fumigados de Buenos Aires, en agosto de 2017 donde junto a muchas docentes concretó esta propuesta de generar una Red donde las docentes puedan tener la contención necesaria y poder compartir estrategias de intervención como el protocolo de denuncia, y hasta materiales didácticos. En octubre de ese mismo año acompañamos a Mariela Leiva que con el gremio AGMER (Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos) pudo tener una sentencia que hiciera justicia por la fumigaciones que sufrió en su escuela; a partir de ahí le pusimos la denominación de “Federal” a la Red y comenzó también a ser más real la organización frente a una problemática que se sufre en todo el país, y que Anita ya venía contactando con varias docentes de otras provincias.
Como la Defensoría del Pueblo de la Nación había hecho recomendaciones sobre el tema de agrotóxicos y hablando también de la vulneración de derechos en las escuelas rurales Anita fue muy atinada en contactarse y armar una carpeta con los testimonios de las personas que integraban la red para darle más cuerpo a esa actuación que lleva adelante la Defensoría; después de una reunión con ellos quedó la disponibilidad para trabajar en conjunto. Con los gremios en su momento ella no encontró una respuesta pero con el tiempo frente a las políticas que llevó adelante el gobierno de Vidal en la provincia de Buenos Aires específicamente, de cierre y vaciamiento de escuelas rurales, donde los gremios intervinieron, ahí empiezan a tomar esta temática y empezamos a entablar una acercamiento porque las docentes de la red ya veníamos metidas en el tema, estábamos más empapadas y éramos la voz de las escuelas fumigadas, por lo cual era necesario que nos dieran ese lugar. Pudimos acercarles una carta a los gremios para que supieran cuales eran nuestras prioridades y lo que estábamos necesitando. En el último encuentro de Pueblos Fumigados que fue en Bolívar, en marzo de este año, hubo mucha participación de los gremios y ahí también pudimos pensar la problemática cara a cara, y plantearnos distintas estrategias.
Hqn: Después de la lucha de tantas docentes, estamos en un momento donde el reclamo sobre las fumigaciones ya no puede ser ninguneado, y en Entre Ríos los órganos máximos de justicia provincial han sostenido las distancias de resguardo a las escuelas. ¿Cómo viven este momento y qué perspectivas se abren?
DD: Para nosotras es muy importante que el tribunal de justicia haya ratificado el fallo impulsado también desde AGMER, pese al decreto del gobernador Bordet. Para nosotras da cuenta de cómo esta problemática con los años se va difundiendo y se va tomando conciencia, y algunos órganos del Estado empiezan a hacer lo que tienen que hacer: denunciar, hacer justicia, resguardar. Además tenemos un marco legislativo precautorio que nos ampara y que se tiene que empezar a hacer valer. Tenemos el artículo 41 de la Constitución Nacional, la Ley General del Ambiente, la Ley de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes… Todo eso no tiene que ser letra muerta, tiene que ser derechos puestos en práctica para salvaguardarnos a todos y todas. Y en el caso de los niños y niñas con mucho más ímpetu. Por eso el fallo de entre Ríos para nosotras es una alegría. Es uno de los pasos que necesitamos que dé el Estado, y esperamos que cada vez en más provincias las escuelas rurales tengan, como mínimo, un resguardo.
Hqn: En esa provincia un sector del agronegocio plantea que “no es posible producir de otra manera”, qué les gustaría comentar?
YV: Ya está demostrado que hay otra forma de producción posible. Que no solamente conviven con el medio ambiente sin envenenar, sin afectar a la salud sino que además es un modelo absolutamente rentable. La RENAMAestá asesorando a un conjunto de productores que abarcan 85.000 hectáreas de producción agroecológica. Y es una de las organizaciones que trabajan con la agroecología, y hay muchos otros productores que producen que no integran una organización, osea que hay muchísima más superficie. Además está la producción orgánica que según datos oficiales son más de 87.000 hectáreas produciendo de esta manera; por lo tanto hay otros modos de producir y es realmente llamativo que estos productores del campos no lo sepan si es que están involucrados en esto.
Hqn: El agronegocio también busca incidir en las aulas, en las currículas y formaciones docentes no?
YV: Ya desde hace algún tiempo este gobierno está promocionando sobre todo en las escuelas técnicas agrarias, la difusión de las mal llamadas “buenas prácticas agrícolas” (bpas) a través del ofrecimiento de cursos con puntaje para los docentes pero también en jornadas extensivas dirigidas a los estudiantes. Como lo fue el “Agro Escuela” donde convocan a distintos miembros de la Sociedad Rural, Aapresid, etc. para difundir las bondades del agronegocio y de alguna manera ningunear las prácticas agroecológicas; buscan promocionar que el campo crece a través de la tecnología ligada al agronegocio (maquinarias, semillas transgénicas); osea como la única forma de producción posible. Desde la Red venimos denunciando ya hace un año y medio estas iniciativas y por eso consideramos tan importante difundir otros materiales didácticos. También denunciar a la Dirección Provincial de Educación Técnico-Profesional que son los que están difundiendo estas capacitaciones.
Más allá de que en muchos municipios se avanzó en la sanción de ordenanzas que establecen distancias de resguardo para la población y las escuelas rurales, sabemos que la deriva de los agrotóxicos es incontrolable. Si estamos hablando de una práctica agrícola que utiliza enormes cantidades de agrotóxicos que se liberan en el ambiente no podemos hablar de ninguna “buena práctica”. Las empresas con la anuencia del estado están promocionando estas llamadas BPAs. Muchos trabajadores rurales que realizan fumigaciones, que según estos cursos deberían usar un atuendo imposible, desconocen a qué están expuestos y conviven con estos venenos. Sabemos por los relevamientos que se hicieron en muchas localidades que en los Pueblos Fumigados las enfermedades como el cáncer, trastornos hormonales y respiratorios, pérdidas de embarazos y nacimientos con malformaciones aparece aumentadas con respecto a la media del país. Por eso decimos que las “buenas prácticas agrícolas” no existen, salvo que hablemos de agroecología.
Hqn: La Red participó del Foro Agrario ¿qué les gustaría compartir de esa experiencia?
DD: La Red fue invitada a participar; fuimos una de las organizaciones participantes del 1er Foro Agrario Nacional. Realmente para nosotras fue una alegría inmensa, porque este otro modo de producción que estamos diciendo que es posible, el lugar y con quienes llevarlo adelante es con los movimientos campesinos que ya están demostrando que hay posibilidades y que ellos están eligiendo esa otra forma de producción. En ella tienen salud y realmente por lo que escuchamos es donde se valoriza su rol como trabajadores de la tierra, quienes producen los alimentos para la población. Producir agroecológicamente no es sólo hacerlo sin veneno y resguardando la salud sino tener una vinculación distinta con todo. En ese Foro donde estuvimos muchísimas organizaciones se pudieron hacer propuestas concretas, y que la Red sea parte nos permite sentir un apoyo muy grande de organizaciones que tienen otra trayectoria, y nos permite difundir nuestra lucha para resguardar las escuelas rurales y agrarias.
Hqn: ¿Qué desafíos se plantean hacia adelante?
DD: Anita cuando genera la Red, que poco a poco va siendo más grande sumando madres y padres, docentes, personal no docentes, comunicadores y distintas personas que están interesadas en esta problemática y en aportar y compartir, tenía la esperanza de que podamos encontrarnos y compartir para tomar fuerza. Entonces es un gran deseo poder seguir adelante, y darle fuerza a esta Red que creó Anita para seguir difundiendo los costos humanos de este modelo basado en venenos, y poder contar y mostrar que hay otra forma de producir, y que eso es un contenido que tiene que estar en las aulas.