Un nuevo Carnaval Cumple de Pocho se prepara en el barrio Ludueña de Rosario. En un contexto de precarización de la vida, donde se criminaliza la protesta, donde el ajuste se sostiene sobre el lomo de lxs de abajo apuntando en contra la educación y salud pública, el Carnaval vuelve a sembrar la semilla de la solidaridad., «Posicionarnos disidentes es lo que nos permite transformarnos», sostiene todo el grupo que cada año organiza el ritual que celebra el cumpleaños de Claudio Lepratti, asesinado en el 2001.
«Este carnaval fue parido luego del asesinato injusto de nuestro compañero Claudio Pocho Lepratti, en su lugar de trabajo durante la represión del 2001. Politizar la tristeza y transformarla en organización es celebrar la vida en dignidad de un compañero que ha dejado muchas semillas en Ludueña y que se multiplica y vive en cada rostro de lxs que luchan
Carnaval es un espacio donde podemos empuñar la palabra desde un escenario colectivo, cuerpo-carnaval…
¡Arde Carnaval disidente!
Hace 18 años que Carnaval Cumple de Pocho se planta y se opone a todos los disciplinamientos que se inscriben en nuestros cuerpos y desde la voz colectiva anuncia horizontes de mundos nuevos, libres, autónomos, realzándose desde la memoria. Posicionarnos disidentes como piso político, como construcción es lo que nos permite transformarnos y también poder nombrarnos: Feministas, clasistas, defensorxs de la vida.
Caminando un presente de lucha.
En un contexto adverso, de precarización de la vida, donde se criminaliza la protesta, donde el ajuste se sostiene sobre el lomo de lxs de abajo apuntando en contra la educación y salud pública, carnaval siembra la semilla de la solidaridad para que pueblo y memoria enyuntadas nos sigan abriendo camino gritando bien fuerte que la salida es juntxs, sino no es.
En su grito organizado denuncia el despojo, la impunidad de la justicia patriarcal sobre los cuerpos de todas las mujeres y disidencias que día a día pechean la vida y se alzan en rebeldía por todxs lxs que nos faltan.
Sanando con amor y ternura
Carnaval como ritual de pasaje en donde el reconocernos en esta construcción histórica nos obliga a sanar, politizar nuestros cuerpos, convocándonos a un gran aquelarre junto a Mome, para fundir en su fuego todos los disciplinamientos, para que arda la vida y seguir sembrando la semilla de la digna rabia.
Porque nuestra alegría es política, acá estamos luchando con amor y ternura junto a otrxs por vida digna con infancias libres, sin femicidios, transfedicidios y travesticidios
¡Arde Carnaval disidente! Caminando un presente de lucha, sanando con amor y ternura.