Menos revistas, más costos y tarifazos: crítico panorama del sector gráfico autogestivo
Por Arecia
“Debido a la fuerte crisis económica que está atravesando el país nos vemos obligadxs a recalcular nuestrxs próximos pasos. No vamos a salir en papel (por lo menos este año). No es porque los ejemplares en papel no se vendan. Se venden, sí. Pero para seguir manteniendo una estructura de producción y ventas con las remuneraciones correspondientes, insumos y materias primas de calidad, cada revista debería tener un precio muy superior al que queremos darle y sería accesible solamente para una minoría. Entonces, bajo circunstancias que no buscamos, no deseamos y claramente no elegimos, decidimos mantener solamente el formato al que todxs tienen acceso”.
Así comienza el comunicado que la revista Extrañas noches envió a sus seguidores, tan sólo una muestra del presente que golpea el sector gráfico autogestivo en el actual contexto de suba indiscriminada de precios, devaluación y tarifazos. Fue una de las razones por la que la Asociación de Revistas Culturales e Independientes de Argentina (AReCIA), organización que representa a más de 200 publicaciones de todo el país, elaboró este informe de situación para reflejar el impacto de la crisis económica en los medios que editan publicaciones impresas.
Una encuesta realizada a las publicaciones asociadas entre fines de mayo y principios de junio reveló que las políticas económicas y el impacto en la estructura de costos de las revistas impidieron la salida en papel de un 15 por ciento de los títulos: si bien la mitad esos medios decidieron priorizar el formato digital (como el caso de Extrañas noches), las restantes no pudieron publicar ningún número en lo que va del 2018. “Si quisiéramos seguir saliendo en papel, cada número tendría que salir mucha más plata”, explica Marina Klein, editora de Extrañas noches. “Es muy incierto el panorama para saber a cuánto tendría que vender cada ejemplar para encarar una segunda o tercera producción. Hay tanta incertidumbre, con los precios atados al dólar, que no me animo a hacerlo. En agosto del año pasado fue el último número que saqué. Y era un producto que se vendía: hay un público lector, pero no hay uno que pueda pagar 200 pesos una revista y en este contexto”.
Una de las revistas que no pudo editar ni un solo número en 2018 es Maten al Mensajero. “No es que pasamos a lo digital sino que directamente dejamos de salir en papel”, afirma su editor y expresidente de AReCIA, Santiago Kahn. “No sólo por los costos de impresión sino porque vemos que nuestro enfoque fue virando a editar libros y que a nivel comercialización era difícil absorber los saltos brutales de los cambios de costos en una publicación como la nuestra, que tiene páginas a color, tapa dura y un buen laminado. Además, teníamos una política que no dejamos de sostener que era pagar las colaboraciones: diseños, ilustraciones o textos narrativos que significaban un universo de 55 trabajadores y trabajadoras. En un momento optamos por achicar la tirada para gastar menos en impresión, pero sí tuvimos un gasto muy grande operativo para que la revista siga teniendo ese lugar profesional. Sobre todo porque, desde nuestra perspectiva de laburo, comprendemos un concepto de autogestión de manera integral en la que no es sólo juntar la plata para imprimir la revista, sino de sostener puestos de trabajo. Entonces, si no podíamos sostener esa fuente de laburo, la variable de ajuste no podían ser los colaboradores”.
Con los aumentos, en jaque
Entre las revistas que aún siguen publicando, sin embargo, el panorama también es sombrío: el 95 por ciento asegura haber sufrido -en los últimos meses- aumentos en los costos de producción.
-Un 66,6 por ciento registró aumentos en los servicios de agua, gas y luz.
-Un 59,5 por ciento, en gastos de conectividad (teléfono e Internet).
El porcentaje promedio de los aumentos en los servicios es del 42,4 por ciento. Además, los editores también informaron aumentos en alquileres, transportes, correo y servicios profesionales contratados.
En lo que refiere a la impresión, el golpe de los costos es aún más claro:
– El 50 por ciento de las revistas redujo su tirada.
– El 25 por ciento redujo la cantidad de páginas o la calidad de impresión.
– Y las ediciones que mantuvieron la edición sin modificar la calidad de impresión ni la cantidad de páginas sufrieron aumentos en los costos de impresión que van del 7,5 al 500 por ciento. Para cada revista, AReCIA confrontó costos por ejemplar informados por cada publicación en su último censo, en agosto de 2017, con los de mayo de este año. El aumento promedio es casi del 67 por ciento. En sólo 9 meses.
El editor del Diario de los poetas, Eduardo Monte Jopia, subraya que la publicación tuvo un incremento del 100 por cien en los servicios. “Es un diario que tiene 18 años y que en los últimos dos la situación se volvió muy crítica”, grafica. “Cuando empezamos, el Correo cobraba un envío simple de sólo 25 centavos: hoy cuesta casi 50 pesos. Tuvimos que dejarlo: en Capital el envío lo hacemos con el esfuerzo de toda la revista. Vamos personalmente. Y eso nos está comiendo poco a poco. En algún momento no vamos a salir. Es terrible. Recién pudimos salir en marzo, abril y mayo, pero en junio no pudimos y estamos juntando monedas para julio. No tenemos publicidad, pedimos el mangazo pero la gente tampoco tiene para darnos. No puede ser que salga lo mismo papel ilustración que diario: hablo con uruguayos y chilenos y no entienden lo que estamos hablando. La ilustración es caro en todos lados menos en Argentina. Y eso tiene que ver con el monopolio del papel, concentrado en empresas escondidas. Son números que escapan a nuestras realidades. Es imposible. Tuvimos que reducir la tirada, y eso que somos sólo una publicación de 8 páginas. ¿Te imaginás una de 60?”.
Ballentin Dance, otra de las revistas socias de AReCIA, era una publicación con 60 páginas: tuvo que reducir a 44 por el incremento de costos. “Tenemos dificultad en la venta de publicidad porque nuestra clientela está quedrando: está bajando mucho porque eran pequeñas pymes que cerraron. Y, cuando conseguís, es muy difícil cobrar: empiezan a tirar cheques a 90 días. La pauta oficial, por ejemplo, es seis meses después. Hacés tu plan de negocios lo más bien, pero te pagan 90 días después y con una devaluación impresionante”.
El propio Estado agudiza la crisis
Otra dimensión relevada en este informe de urgencia es la situación en relación a la pauta oficial, que tienen 6 de cada 10 revistas relevadas. La demora en los pagos de la publicidad del Estado es otra señal de alerta. Ninguna revista está al día con los cobros. El 15,4% tiene una demora “aceptable” de 1 a 3 meses. En el 34,6% de los casos, cobran de 3 a 6 meses tarde. Y el 50% de las revistas apuntó que retrasos en los pagos superan el medio año.
“El panorama es cada vez más negro: con los cierres, se nos cayó el 30 por ciento de publicidad. Por eso tuvimos que hacer 16 páginas menos: pasamos de 60 a 44. A todo eso se suma el incremento de tarifas, pero es imposible trasladar esos precios a la publicidad. Al ser de distribución gratuita, es de lo que vivimos. Tenemos trayectoria: vamos a cumplir 25 años de salir todos los meses. Pasamos crisis y experiencias. Lo vamos a sortear. Pero está difícil”.
AReCIA exige a las autoridades políticas nacionales, provinciales y municipales, y en especial a los funcionarios del área de cultura, que brinden una respuesta ante el estado de emergencia en el que se encuentran las publicaciones gráficas autogestivas de todo el país.
Por eso, exigimos:
1-Eliminación del 2,5% de IVA
2-Acceso igualitario y protegido al precio del papel, principal insumo del sector
3-Posibilidades de crédito sin tasas usurarias
4-Democratización del circuito de distribución
5-Reparto equitativo y transparente de la pauta pública