Actrices y directoras rosarinas firmaron su Carta Abierta a Diputadas y Diputados por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Lo hicieron durante toda una jornada, en el Centro Cultural de la Toma.
Carta Abierta
[dropcap]N[/dropcap]osotras, actrices rosarinas y argentinas, estamos a favor de la legalización del aborto en mujeres, lesbianas y todos los cuerpos con capacidad de gestar.En este momento, en que la interrupción voluntaria del embarazo está siendo por fin debatida en el Congreso de la Nación y que muchas voces a favor y en contra están pudiendo expresarse en el propio Congreso en la capital de nuestro país, nos parece importante dar a conocer nuestra posición como actrices de una ciudad del interior del país, Rosario, que viene siendo pionera en políticas de salud pública en lo que aborto refiere, a través de este documento:
En primer lugar, expresamos nuestro acompañamiento y apoyo a la lucha que vienen llevando adelante las compañeras de la Campaña Nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Fruto de la lucha de estas compañeras en particular y de los colectivos feministas y movimientos de mujeres es que el aborto dejó de ser un tabú y está en el centro de la agenda política de nuestro país. Con todas las letras: no es gracias al oportunismo de ningún gobierno sino gracias a la infatigable lucha feminista que el aborto está hoy en el parlamento argentino.
La interrupción voluntaria del embarazo es un acto de autonomía sobre el cuerpo, que proyecta nuevas formas de estar en el mundo sobre la base para decidir sobre la propia vida. Concebimos al aborto como una decisión personal de todas las personas con capacidad de gestar, que la sociedad debe reconocer y legitimar como una opción y frente a la cual los estados nacional, provincial y municipal están llamados a garantizar que se realice de forma digna, segura y gratuita.
Decimos que el aborto es un problema de salud pública en el que están en juego nuestros derechos como sujetxs que abortaron, abortan y / o podrán hacerlo como actos voluntarios. En esto debemos ser contundentes: si no hay aborto legal, seguro y gratuito, HAY Y HABRÁ ABORTO CLANDESTINO y el aborto clandestino pone necesariamente en riesgo la salud de lxs sujetxs gestantes.
Es hoy de público conocimiento pero no por eso debe dejar de enunciarse con total claridad: un aborto clandestino realizado en clínicas privadas cuesta mucho dinero, no todas las mujeres pueden afrontar ese gasto y es por eso que se agravan con él las inequidades sociales. Quienes sufren desigualdades estructurales, padecen doblemente cuando tienen que hacerse un aborto, ya que se ven, muchas veces, obligadas a recurrir a métodos inseguros que ponen en riesgo su propia vida.
La mayor parte de las muertes de mujeres gestantes se produce a causa de abortos clandestinos y un gran número, imposible de determinar, vive con secuelas en su salud por prácticas realizadas sin un mínimo indispensable de asepsia. En cambio, un aborto realizado en efectores públicos de salud con buenas condiciones sanitarias y con posibilidad de derivación por complicaciones utilizando métodos seguros y eficaces por profesionales calificados, con buena atención pre y post aborto NO constituye un riesgo para la salud física y psíquica de lxs sujetxs gestantes, salvo los normales de cualquier intervención menor.
Si consideramos con la O.M.S. que la salud es el bienestar bio psico social de cada ser humano, y un embarazo pone en riesgo la salud, en cualquiera de sus formas, de las personas con capacidad de gestar, el aborto clandestino debe ser reconocido como un problema de salud pública y la interrupción del embarazo legal, segura y gratuita, considerada un derecho humano.
Por supuesto que NO DEBE SER PENALIZADO pero por sobre todo, lo que necesitamos, es que la práctica del aborto se realice en todos los efectores de salud y sea solventado por el conjunto de la salud pública y por todas las obras sociales. Por esto lo que pedimos es la LEGALIZACIÓN.
Como decíamos, Rosario fue pionera en materia de aceptación del aborto en los efectores públicos. Fue nuestra ciudad la primera en Argentina en la que se firmaron leyes y protocolos sobre el aborto no punible primero y sobre la interrupción voluntaria del embarazo después. Hoy día en Rosario se distribuye misoprostol en centros de salud y en hospitales. Desde el 2012 en nuestra ciudad no se registraron más casos de muerte materna por aborto provocado.
Como actrices trabajamos constantemente en la deconstrucción simbólica, la problematización y la aceptación de nuestros cuerpos. Desde este lugar, desde nuestro oficio, es que alzamos también nuestra voz y acercamos al debate público esta posición sobre una ley que atraviesa los cuerpos y subjetividades de mujeres, lesbianas y de todos los cuerpos con capacidad de gestar.
Todo lo expresado en este documento da cuenta de porqué la legalización del aborto es un paso firme y contundente que responde a la demanda de nuestro pueblo A FAVOR DE LA VIDA.
1 comentario
Gracias enredando! Grosas 🙂
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