El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) cumplió 25 años y a dos años del asesinato de su principal referenta, la lideresa social Berta Cáceres, la lucha por los derechos de las comunidades y la búsqueda de justicia continúan siendo los motores de esta organización ejemplo en el mundo.
Por Flavia Campeis
[dropcap]E[/dropcap]l COPINH fue fundado el 27 de marzo de 1993 por un grupo de personas entre las que estaba la ecologista y activista Berta Cáceres. Al igual que muchos de los integrantes del Concejo, Berta sufrió gran cantidad de amenazas hasta que fue asesinada el 3 de marzo de 2016, en su propia casa en La Esperanza. En esa localidad ubicada a 190 kilómetros de Tegucigalpa, la capital del país, está la sede del COPINH, su radio comunitaria y el Centro de Encuentros y Amistades “Utopía”, que es donde se realizan las reuniones, encuentros y capacitaciones de la organización.
En esa zona el paisaje es verde por donde se lo mire, solo contrasta con el marrón oscuro de las calles de tierra y los colores de las casas bajas. Montañas, bosques, lagos, ríos, son el escenario de la lucha desatada por defender esos territorios que le pertenecen ancestralmente a las comunidades y que están desde hace años en la mira de grandes emprendimientos hidroeléctricos y mineros, en complicidad con los gobiernos.
La sede de “Utopía” emerge en medio de un campo rodeado de montañas. Al llegar, lo primero que se ve es un gran cartel que grita lo que todxs allí sostienen: “Desa es responsable intelectual del asesinato de Berta Cáceres”. Desa es la Empresa de Desarrollos Energético denunciada por la construcción de una represa en el río Gualcarque, el curso de agua que alimenta a las comunidades de esa región.
En la sede de Utopía las paredes estallan de colores, dibujos con expresiones de los pueblos y rostros de líderes como el Che Guevara, Sandino, Francisco Morazan, Martin Luther King, Monseñor Romero, y hasta de su referente histórica: Doña Pascualita.
Doña Pascualita Vázquez es parte del Consejo de Ancianos de la cultura indígena Lenca. Ella no solo aparece en la pintura de las paredes, sino que su presencia en el lugar impacta de una manera inversamente proporcional a su tamaño. Muy bajita, pollera larga, zapatitos pequeños, cabeza tapada con una chalina y una vela en la mano con la que va prendiendo las otras que acompañan un altar lleno de flores, mensajes y colores, que en el centro tiene una foto de Berta y de otros líderes fallecidos. Pascualita cuida el altar de la lideresa asesinada, sembrada como dicen ellos, lo limpia y acondiciona porque al otro día llegarán cientos de referentes a una asamblea de las comunidades. En ese contexto de trabajo, de hombres y mujeres levantando palas con tierra para preparar el terreno, otros cocinando, niños correteando, José Gaspar Sánchez es quien nos recibe para contarnos sobre el COPINH. Él es el referente en el área de comunicación, parte de la coordinación general del COPINH, y quien además coordina el área de Diversidad Sexual e Igualdad de Derechos. El joven Gaspar, nombre por el que lo llaman, fue un gran amigo de Berta y cuando habla de ella se llena de emoción.
En la entrevista que mantuvo con enREDando, en mayo de 2017, repasó la historia del COPINH, la lucha de las comunidades, los desafíos con las radios comunitarias y la historia de su amiga y compañera, la hoy reconocida internacionalmente, Berta Cáceres.
¿Cómo nació el COPINH y cuáles son sus desafíos?
Gaspar: El COPINH es una organización que aglutina alrededor de unas 200 comunidades del pueblo Lenca, nos ubicamos en la parte occidental de Honduras y nuestra lucha principal siempre ha sido el tema de la defensa de los bosques, la tierra, el agua. Pero también estamos luchando para que se respeten los derechos del pueblo Lenca, que históricamente ha sido manipulado, ha sido un pueblo ultrajado e incluso hasta el día de hoy hay comunidades donde no hay escuelas, ni centros de salud e incluso no hay carreteras para llegar, entonces estamos luchando para que se les reconozca, se les respete.
El COPINH nació primeramente en el departamento de Intibucá, a raíz de una tala de bosques exagerada que se estaba dando en esta zona, donde hay bastante madera de pino, que es muy codiciada por los aserraderos. Aquí había alrededor de unos 15 aserraderos y la compañera Berta junto a otros líderes y lideresas de varias comunidades del departamento Intibucá se organizaron y se plantaron frente a los aserraderos y les dijeron: “tienen 24 horas para que se vayan de aquí, si ustedes no se van, nosotros vamos a tomar este lugar”. Así fue, los aserraderos no se quisieron ir, no se fueron a pesar de la advertencia y lo que hicieron las comunidades fue ir a tomarlos. Eso logró sacarlos en 1993, luego en otro departamento de Intibucá y Lempira también se estaban dando este tipo de situaciones y es allí donde buscan al COPINH para organizarse y desde ahí hemos venido creciendo.
¿Cómo llega el COPINH a ser importante en todo el país?
Yo creo que una de las cosas importantes por las que el COPINH es conocido a nivel nacional fue porque puso en relieve el tema de los pueblos indígenas, ha sido el que se planteó la idea que luego se fue trabajando y en el año 1994 se logró que el Estado de Honduras ratificara el Convenio 169 (de la Organización Internacional del Trabajo sobre pueblos indígenas y tribales). Lo que se hizo fue lo que se llamaron “las peregrinaciones”, una movilización masiva donde por primera vez en la historia de Honduras, en el año 1994, se inundó la capital con la gente que venía de las comunidades y se juntaron todos los pueblos indígenas. De ahí para acá se logró también crear municipios autónomos, que se crearon a partir de esas peregrinaciones.
Hemos ido ayudando a las comunidades a tener centros de salud, educación y acceso a las carreteras, entonces hasta el año 2006, 2007, en esos años logramos conseguir el Centro de Amistades “Utopías”, contamos con una oficina propia, donde funcionan todas las oficinas del COPINH.
La lucha fuerte que hemos venido teniendo ha sido el tema de las radios comunitarias, que es una lucha bien fuerte porque hasta el día de hoy nos siguen amenazando. Conatel, que es la Comisión Nacional que vela por la comunicación y las televisoras nos ha tratado de regular constantemente, dicen que tenemos una deuda de unos 127 mil Lempiras porque dicen que tenemos que pagar un canon cada año al Estado de Honduras. Pero nosotros decimos que el Estado de Honduras no nos ha proporcionado las radios, han sido un esfuerzo propio del COPINH, por lo tanto no tenemos por qué pagarles. Además nos basamos en un convenio que habla de que debería ser gratuito para los pueblos indígenas, así que estamos en esa lucha, que no ha sido fácil.
¿Cuál es la importancia de las radios comunitarias en estas comunidades?
Iniciamos con una radio en 2007 y ya tenemos cinco radios. Entre ellas está: “La voz Lenca”, “Radio Guarajambala” que funciona en la Esperanza Intubunca, radio “La voz Lenca” en San Francisco de Lempira, “La voz del Gualcarque” que es una radio que se consiguió a raíz de la lucha que emprendió la comunidad en defensa del río Gualcarque y la radio “Puca Opalaca” en un municipio indígena, y estamos en proceso de instalar otras dos radios más.
Para nosotros como COPINH es importante porque a través de las radios comunitarias damos a conocer la situación que se vive en este país, porque algo que tienen las radios comunitarias es que se da el espacio para que las comunidades puedan expresar lo que sienten y expresar la situación que se vive. Y también porque para nosotros es un medio de educación, cómo educamos a las comunidades o a los oyentes sobre los temas que el gobierno o el Estado no quieren que se sepan.
Por ejemplo desde el Golpe de Estado del 2009 para acá se nos ha pintado que el desarrollo de Honduras es a través de todos los proyectos extractivistas y nos pintan que la energía y la minería van a generar tantos empleos, que va a venir el desarrollo, y nosotros nos preguntamos el desarrollo para qué y para quiénes, porque a nosotros nos utilizan, no es que nosotros nos beneficiamos de ese supuesto desarrollo.
Nosotros en las radios damos a conocer todos esos temas, porque como organización nos oponemos a estos proyectos porque ha sido comprobado que no dejan nada para las comunidades. Si hablamos de la minería lo que deja es destrucción, daños en el medioambiente, pero también en la vida, en los cuerpo humanos. Entonces a través de las radios contamos las experiencias de otras comunidades donde han funcionado mineras y todas esas experiencias hemos logrado pasarlas a través de las radios para tomar conciencia de por qué la importancia de cuidar el bosque, el río, la tierra, entonces las radios para nosotros son un medio de comunicación, pero también de educación.
¿Qué significa Berta para el COPINH?
Berta es la fundadora de la organización, una de las que fundó el COPINH y una de las personas con mayor claridad política. Una persona que además motivaba, no solo era el discurso, también era la práctica, con ella caminamos mucho camino, muchas comunidades, visitamos varios ríos, estuvimos en un montón de espacios y ella siempre nos señalaba que había que practicar la colectividad, decir que todo sea comunitario, que no estamos para cosas personales, sino que aquí el bien mío tiene que ser el bien de todos. Yo creo que lo que ella hizo fue sobre todo guiarnos, enseñarnos a luchar, a defendernos, a que las comunidades ya no sigan siendo sumisas y que se defiendan, a ejercer la autonomía.
Berta para nosotros es como una madre, la amiga que todos quisiéramos tener, la compañera que siempre nos animaba, con una fuerza muy grande, porque ella tuvo momentos muy difíciles. Conocimos su situación personal, conocimos toda la presión del Estado en contra suyo a raíz de la lucha en defensa del Río Blanco.
¿Por qué creen que la asesinaron?
Creo que a Berta la asesinan porque era una mujer que no era sumisa y que siempre salía adelante. Y también porque Berta fue una de las primeras que denunció el Golpe de Estado en el 2009 a nivel internacional, entonces yo creo que el miedo que tuvo el gobierno de Honduras fue que Berta iba creciendo no solo como líder, sino con un montón de seguidores. Si a Berta no la hubieran asesinado, quizás posiblemente dentro de unos dos o tres años más, todo el pueblo de Honduras la hubiera elegido como la presidenta de este país, porque era una persona muy conocida y además una persona que era referente de la lucha del pueblo hondureño. Yo siempre menciono que Berta fue la persona que vino a dignificar la lucha del pueblo Hondureño que hoy por hoy está ultrajado, nos están hundiendo en la miseria. Berta es y seguirá siendo para nosotros nuestra líder, nuestra guía, nuestra compañera, nos dejó un camino ya marcado y que debemos de continuarlo.
Si a Berta no la hubieran asesinado, quizás posiblemente dentro de unos dos o tres años más, todo el pueblo de Honduras la hubiera elegido como la presidenta de este país, porque era una persona muy conocida y además una persona que era referente de la lucha del pueblo hondureño.
¿Cómo impactó en todo esto el Golpe de Estado de 2009?
Es importante mencionar que en Honduras, del Golpe de Estado para acá, los gobiernos han venido entregando los ríos, las montañas, departamentos enteros para las ciudades modelos, donde las leyes no van a prevalecer dentro de ese territorio, sino que van a hacer prácticamente un Estado dentro de otro Estado con sus propias leyes.
Berta de cierto modo empezó a denunciar la entrega total del país, empezó a denunciar a los gobierno, a los bancos, a las empresas privadas. El asesinato de Berta se da en un momento en el que como COPINH nos estábamos empezando a plantear las energías alternativas, desde la visión del pueblo Lenca que no tiene nada que ver con explotar el río, sino con cómo utilizamos lo necesario y no sobreexplotamos los bienes comunes. El asesinato de Berta se dio en la noche del mismo día que en horas de la mañana se estaba dando inicio a un Foro sobre energías alternativas, entonces por eso la llegada de nuestro hermano y compañero Gustavo Castro de Otros Mundos Chiapas de México (quien estaba en la casa de Berta cuando fue asesinada y resultó herido) para darle vida a esa propuesta de energías alternativas y para contrarrestar ese modelo de desarrollo que nos han impuesto. Por eso decimos que los autores materiales que dispararon al cuerpo de la compañera solamente son mandaderos, ellos no toman la decisión por ellos mismos, sino que tuvo que haber venido una orden de mucho más arriba.
El concejo de la empresa privada unos meses antes estuvo dando declaraciones bien fuertes en contra de la compañera Berta Cáceres, diciendo que Berta se aprovechaba de las comunidades indígenas, difamándola, luego se da el asesinato de ella y eso nos deja marcado que ya en este país el sistema no va a permitir que venga alguien y le contrarreste la propuestas de lo que nos ha impuesto. Por eso decimos que el asesinato de Berta tiene que ver con el grupo económico que controla al país. Son alrededor de diez familias las que tienen el control absoluto del poder político, económico y social, de este país. Por ejemplo el proyecto hidroeléctrico Agua Zarca es uno de los proyectos de la familia Tala, que tiene mucho poder económico y tienen la concesión del río Gualcarque.
El gobierno capturó 8 personas y dijo que ahí están los actores materiales y actores intelectuales, nosotros estamos seguros de que varios de los que están ahí detenidos no tienen nada que ver con el asesinato de Berta. Hay dos que son como el jefe y ex jefe de seguridad de la empresa que sí se ven vinculados con el asesinato de Berta, nosotros a ellos sí los responsabilizamos, pero no quiere decir que ellos sean los que tomaron la decisión, sino que dentro de la empresa Desa hay dos personas de apellido Atala que son los directivos, que toman la decisión, por eso nosotros decimos que el asesinato de Berta no queda ahí en estos que son los que están detenidos.
Sin embargo hemos venido diciéndole al Estado de Honduras que cancele el proyecto, que queremos una comisión independiente, no confiamos en la investigación del Ministerio Público dado que en el 2013 fueron los que acosaron a Berta, le dieron una persecución judicial, queriéndola encarcelar solo por órdenes de Desa, luego cuando no les funcionó eso, fueron los sobornos de la empresa diciéndole a Berta cuántos millones quería y qué quería el COPINH para que los dejen construir el proyecto. Como nada de eso les funcionó, terminaron asesinándola, eso es lo que duele, porque a pesar de que ella se negó a todo eso y supo enfrentar todas esas persecuciones, al final terminan asesinándola, es un miedo y un pánico que tiene el Estado de Honduras ante personas como ella y ante organizaciones como el COPINH, porque tenemos las luchas territoriales. El Estado nos ve como una amenaza. Hemos tenido infiltraciones dentro del COPINH, hemos descubierto órdenes de casa presidencial para que se infiltren dentro de las organizaciones.
… el asesinato de Berta tiene que ver con el grupo económico que controla al país. Son alrededor de diez familias las que tienen el control absoluto del poder político, económico y social, de este país. Por ejemplo el proyecto hidroeléctrico Agua Zarca es uno de los proyectos de la familia Tala, que tiene mucho poder económico y tienen la concesión del río Gualcarque.
¿Cómo sigue ahora el COPINH?
El COPINH se mantiene, sigue más fuerte todavía porque sabemos que el asesinato de la compañera Berta Cáceres de cierto modo nos deja un vacío, pero también lo vemos como que nos dio esa valentía, nos hizo realmente caer y pensar en dónde estamos, quiénes somos y qué es lo que queremos.
Y en ese sentido, hay alrededor de unas 15 o 20 comunidades que después del asesinato de Berta dijeron: “nosotros queremos organizarnos en el COPINH”. Lo vemos como una ganancia en el sentido de que vamos ganando terreno y vamos ganando más comunidades para seguir dando la batalla. También mucha gente de otras comunidades que están luchando contra proyectos hidroeléctricos nos llamaron, que quieren organizarse en el COPINH, vamos ganando terreno y esa es la amenaza que el gobierno nos ve, porque iniciamos en un departamento y ahora vamos llegando a seis departamentos hasta el día de hoy.
Desde el área que coordinas, ¿Cómo es el trabajo sobre diversidad sexual con los jóvenes de las comunidades?
Eso es algo importante, el COPINH en Honduras fue la primer organización y además la primer organización indígena que tocó el tema de diversidad sexual. En el año 2014, dado que se estaba haciendo reforma a los estatutos internos de la organización, fue el momento ideal para decir que haya un espacio para trabajar el tema de diversidad sexual, y no hubo ningún problema. Hubo alrededor de 800 delegados y delegadas que aceptaron que existiera un espacio como este. Y eso nos ha puesto como un ejemplo para otras organizaciones porque ya hay otras de otros pueblos indígenas que están trabajando el tema y que lo han incluido dentro de su agenda.
Me atrevería a decir que en Centroamérica somos la primer organización que iniciamos con el tema. Sin embargo nos encontramos con una dificultad cuando vamos al trabajo a las comunidades, a los pueblos indígenas siempre ha sido la cuestión religiosa sobre todo, tanto católica como evangélica, la que nos han atacado y hay personas que aunque son gays o lesbianas, no se atreven a decirlo. Para eso es el espacio que se brinda en el COPINH.
Una de las estrategias que estamos utilizando es cómo realmente informamos y capacitamos a la juventud, porque somos el presente, pero también el mañana y en ese sentido vamos trabajando y las radios nos han servido también para todos estos temas.