Romina es una santafesina de apenas 20 años, que había llegado el viernes 23 a la Comisaría de la Mujer golpeada por su ex pareja Marcos Feruglio, con quien tenía tres hijos e hijas pequeños en común. Feruglio asesinó a cuatro familiares de la joven y la atacó un día después de realizada la denuncia, en lo que fue el cuádruple femicidio vinculado y tentantiva de femicidio en Santa Fe.
Por Majo Gerez para Notas
Días previos a las fiestas desde el colectivo Ni Una Menos largaban una nueva campaña por las redes, donde invitaban a las mujeres a colgar cintas negras en lugares visibles para otras mujeres, para aquellas que puedan estar pasando por alguna situación de violencia.
“Sabemos que las fiestas y las vacaciones son momentos sensibles para quienes sufren violencia y queremos unirnos en un mensaje de complicidad y solidaridad entre nosotras. Donde hay una cinta negra, hay alguien en quien podemos confiar y pedir ayuda. Estamos para nosotras”, decía el mensaje que se viralizó rápidamente y tuvo eco en todo el país. El llamado partía de una realidad que siguen transitando las mujeres y es que la violencia machista no se toma vacaciones, muy por el contrario recrudece por estas fechas.
Este sábado 24 se hacía público el cuádruple femicidio vinculado e intento de femicidio en la ciudad de Santa Fe y Sauce Viejo.
Romina es una santafesina de apenas 20 años, que había llegado el viernes 23 a la Comisaría de la Mujer golpeada por su ex pareja Marcos Feruglio, con quien tenía tres hijos e hijas pequeños en común.
Desde la fiscalía de turno no se tomó ninguna medida preventiva, porque la mujer se mudaría transitoriamente a la casa de su padre y eso la ponía “fuera de riesgo”. A la mañana siguiente cuando el padre de la joven, Gustavo Dusso de 45 años, salía del departamento para dirigirse a su trabajo, fue atacado de muerte por el agresor. El hombre y su otra hija, Camila de 15 años, fueron asesinados a cuchillazos, al mismo tiempo que Romina y la actual pareja de su padre sufrieron heridas por parte del femicida. Feruglio fue detenido a pocos metros del edificio por la policía, luego de que vecinos llamarán al 911.
Cerca del mediodía, se encontraron los cuerpos de la madre de la joven, Claudia Oliva de 44 años, y de su pareja, Nicolás Estrubia de 33, asesinados en las horas previas bajo la misma metodología en Sauce Viejo.
Rápidamente desde el movimiento de mujeres de la capital santafesina y el área local de la Mujer asumieron el acompañamiento de la joven y el seguimiento de la causa en la Justicia. Durante el mediodía del 25 se desarrolló la primera audiencia imputativa contra Feruglio por el cuádruple femicidio vinculado y tentativa de femicidio contra su ex pareja. Participaron activistas de distintas organizaciones de mujeres.
Florencia Marinaro abogada feminista de la Multisectorial de Mujeres de Santa Fe expresó a Notas: “La Justicia no dimensiona el impacto de la violencia machista y habla a través de sus sentencias y acciones. Romina denunció tres veces a su agresor y el fiscal como respuesta la mandó a lo de su padre. Hoy no vi a un enfermo, sino que vi a una persona orgullosa de lo que había hecho y vi también a los jueces con la mirada por el piso. No nos podían mirar a las organizaciones de mujeres a los ojos”.
El próximo miércoles por la mañana hay una nueva audiencia para ampliar la imputación, ya que los femicidios vinculados perpetrados en Sauce Viejo no disponían de las pruebas suficientes para ingresar en la primera audiencia. Además, se determinará si Feruglio estará en prisión preventiva hasta el juicio. El femicida pudo llevar adelante al extremo la peor de las violencias en vísperas de las fiestas navideñas y nuevamente conmocionar al país que se movilizó dos 3 de junio contra los femicidios y la violencia hacia las mujeres.
Violencia institucional y mediática
Desde el movimiento de mujeres argentino se levantan las voces para visibilizar las otras violencias que hacen posible que los femicidas operen impunemente. Por las redes circulan fuertes denuncias por la negligencia de las instituciones judiciales y policiales locales que incurrieron en violencia institucional al desestimar la denuncia de la joven el día anterior a los hechos.
A eso se suma la violencia mediática en la que incurrieron algunos diarios nacionales como Clarín, que tituló una de sus notas “Una denuncia de violencia de género hecha ayer habría desatado el cuádruple crimen”. Este tipo de mensajes además de responsabilizar a la mujer por los femicidios vinculados, tiene un mensaje disciplinador donde la posibilidad de la denuncia solo deja expuestas a las mujeres y sus afectos.
Siguen faltando tanto políticas públicas preventivas y protectivas hacia las mujeres, como responsabilidad y ética en el abordaje mediático de la violencia de género. Pero hay algo que no podrán detener las instituciones del patriarcado y es el deseo que moviliza a miles de mujeres a gritar: “Vivas nos queremos»