Sin recibir respuestas por parte del gobierno municipal, las comunidades indígenas de Rosario tomaron la oficina de la Dirección de Derechos Humanos. No se fueron hasta que el secretario General de la Municipalidad, Pablo Javkin, se comprometiera a resolver las demandas planteadas. Referentes acusan abandono del Estado en políticas públicas y discriminación de funcionarios locales.
Por Martín Stoianovich
El martes 25 de octubre por la tarde, referentes de los pueblos originarios en Rosario se reunieron para preparar el encuentro que horas después, en la mañana del miércoles, iban a tener con representantes del Ejecutivo municipal. Esperaban, incluso, reunirse con la intendenta Mónica Fein. Pero finalmente no fueron recibidos. Desde las distintas comunidades aseguran que fue porque el mismo día de la reunión el diario La Capital público una nota con las demandas de los pueblos originarios, lo que no cayó bien en el gobierno municipal. Como respuesta, los referentes indígenas de Rosario decidieron aplicar una medida de fuerza: tomar la oficina de la Dirección de Derechos Humanos del municipio hasta recibir respuestas concretas. “De acá no nos vamos hasta que venga un representante del Ejecutivo municipal y diga que van a empezar a responder, porque hay muchas reuniones pero no hay acción concreta en los barrios”, dijeron a enREDando en los primeros minutos de la toma. Cerca de la una de la madrugada conversaron con Pablo Javkin, secretario General de la Municipalidad, quien se comprometió a atender las demandas. Después del encuentro la toma pacífica se mantuvo hasta las cuatro de la mañana. Ahora queda que las palabras se conviertan en hechos.
Veinte comunidades se reunieron para elevar al gobierno municipal demandas que son históricas. Lo que piden en concreto es que se pongan en práctica los puntos que manda la Ordenanza Municipal nº 9119 aprobada en 2013 y que implicó la creación de la Dirección de Pueblos Originarios. Las comunidades qom, moqoit y kolla son las que integran el Consejo de Coordinación y Participación de Políticas Públicas Indígenas de Rosario. “Hemos determinado dar a conocer a los pueblos que compartimos este territorio que tiene por nombre Rosario, el estado de abandono, vulneración y hacinamiento que padecemos los pueblos originarios en las periferias de la urbe”, describieron en un comunicado. Desde el 30 de septiembre de 2016 los pueblos originarios se declararon en estado de emergencia ante el Instituto de Asuntos Indígenas de la Nación.
Entre las comunidades que participaron de la toma están los qom “Qadh Noqte” de Los Pumitas, “Lmac Na Alua” de Travesía y Juan José Paso, los “Qom-Pi” del barrio Toba del noroeste, la Asociación Comunitaria “Ralagay Yogoñi”, los “La Som” de Cerrito y Lima y el pueblo Kolla de zona norte. Forman parte de los más de 6.500 rosarinos de comunidades originarias censadas en 2014, aunque ellos aseguran que el número real duplica a la cifra oficial. Son muchas las comunidades que no fueron censadas, como la “La Som”, cuyo referente es Javier Cabrera, un docente que ejerce hace 22 años.
“Seguimos tomando agua podrida, se nos siguen muriendo los chicos, sigue faltando la leche para los chicos, no hay agentes sanitarios, dejan afuera a las cooperativas de pueblos originarios”, expresaron los referentes indígenas durante la toma. La realidad que viven las comunidades originarias es tan impactante como tangible: todas están localizadas en las periferias de la ciudad, donde el déficit habitacional, la escasez de agua potable, el lejano acceso a la educación y salud pública, y los problemas de adicciones en sus jóvenes son moneda corriente y puntos en común en cada una de ellas.
Las comunidades denuncian que el Estado no tiene presencia firme ante sus necesidades. Sí hay presencia de forma discursiva, porque hay ordenanzas que los nombran y festividades en cada fecha alusiva a los pueblos originarios. Pero lejos queda de la práctica. Por eso denuncian el incumplimiento de la Ordenanza 9119 “que habilita la forma de organización según las propias necesidades de los pueblos indígenas en países independientes, respetando su cultura” y de la Ordenanza 9382 “que habilita la incorporación de la figura de Agente Sanitario para los pueblos originarios dentro del sistema de salud de atención primaria”.
“Dicen que no hay presupuesto para la ordenanza. Hay intereses políticos. Buscan la forma de dar presupuesto siempre y cuando los pueblos indígenas estén a la par de ellos partidariamente”, dijo a enREDando Miguel Medina, vocero de la comunidad Qom “Lmac Na Alua”. Así definen la relación del Consejo de Coordinación y Participación de Políticas Públicas Indígenas con el Estado. “Pero este Consejo no está dentro de un grupo partidario, está peleando por los derechos de los pueblos originarios en Rosario”, sumó Medina.
Durante este miércoles la presencia de las comunidades originarias en la oficina de la Dirección de Derechos Humanos de la Municipalidad y la convicción de extender la toma hasta que hubiera respuestas concretas, tensó los ánimos de los funcionarios. Así es que los referentes indígenas denuncian discriminación por parte del coordinador de Derechos Humanos del gobierno municipal, Rubén Chababo. “Le dijo a la chica de seguridad de la entrada que había treinta negros que le iban a pegar. La chica vino asustada diciéndonos eso y quería llamar a la policía, pero vio que nosotros nada que ver, que estábamos en una toma pacífica”, describieron a enREDando. “Repudiamos la discriminación viniendo de una persona que representa los derechos humanos, pero resulta que su postura y su pensamiento no condice con el cargo que hoy está ocupando”, sostuvo Ricardo López, referente de la comunidad qom del barrio Toba de zona sudoeste.
Sobre la reunión con Javkin antes de finalizar la toma, López concluyó: “Logramos algo sin precedentes en Rosario. No nos vamos con mucha claridad en cuánto al discurso del secretario. La mayoría de los puntos fueron tomados a medias, no hay nada concreto, solo un compromiso a medias”. En este sentido, adelantó que el 15 de noviembre habrá una nueva reunión con Javkin, y también darán una conferencia de prensa el 1º de noviembre a las 11 en la sede de ATE Rosario (San Lorenzo 1879). “Llegó el tiempo de que nosotros nos levantemos porque detrás nuestro hay una comunidad que está sufriendo, no tienen casas, están muriendo de desnutrición y falta de medicamentos. No tenemos sueldo pero estamos acá por amor a la lucha de los pueblos indígenas”, finalizó López.