Hasta el momento hay tres patovicas y dos policías imputados por la desaparición y homicidio de Pichón. Ahora se investigará como desaparición forzada de persona y se profundizará sobre la participación de la Comisaría 3ra. El fiscal pedirá indagatorias a los cinco imputados para los próximos días.
Por Martín Stoianovich
En un mes se cumplirá un año de la desaparición de Gerardo Pichón Escobar. Hubo demasiadas idas y vueltas hasta el momento. Parecía que nadie quería admitir la participación del Estado -o al menos la sospecha- en otro caso similar al de Franco Casco, del año 2014. El poder judicial provincial, con la firma de los jueces Luis María Caterina y Georgina Depetris, ya había determinado en febrero pasado que la causa debía investigarse en el fuero federal bajo la figura de desaparición forzada. Luego, en su turno, el juez federal Marcelo Bailaque se declaró incompetente e inició un período de más de tres meses de plena incertidumbre. Finalmente, luego de la audiencia de apelación a este fallo realizada el pasado 16 de junio, la justicia federal entendió que están reunidas las condiciones para dar el giro más esperado a fin de que se esclarezcan los hechos que llevaron a la desaparición y muerte del empleado municipal de 23 años. El fiscal federal Federico Reynares Solari avisó que presentará ante el juez de la causa el pedido de indagatorias de los tres patovicas y dos policías imputados hasta el momento.
Apenas apareció flotando sin vida en el río Paraná el 21 de agosto de 2015, cuando ya había evidencias certeras para sospechar de los patovicas del boliche La Tienda y de la policía que cumplía adicionales en el lugar, hubo una consigna que fue afirmándose al paso de los días. “Lo de Pichón es desaparición forzada porque la policía está involucrada”, fue el grito de la familia Escobar y la multisectorial de organizaciones sociales, políticas y sindicales que la acompañan desde entonces. Los meses pasaron hasta que esta hipótesis fundamentada primero por la querella que representa a la hermana y a la madre de Escobar, y madurada luego con el apoyo de la Fiscalía provincial, fue aceptada también por la justicia federal. Los jueces de Cámara José Toledo, Edgardo Bello y Elida Vidal firmaron el fallo en el que se entiende que las sospechas que recaen sobre el aparato policial son suficientes para investigar a fondo lo sucedido aquellos días.
En la audiencia del 16 de junio participaron los abogados defensores sin la presencia de los cinco imputados, la querella conformada por los abogados de la Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud, y el fiscal federal Claudio Palacin. El tribunal escuchó a todas las partes para evaluar la apelación al fallo de Bailaque, que en su momento los representantes de la familia de la víctima habían considerado “arbitrario”.
La resolución del juez Toledo, adherida por sus pares Vidal y Bello, revocó la resolución apelada y afirmó que el Juzgado Federal Nº 4 es competente en la causa. En sus conclusiones el fallo indica: “De la prueba producida hasta el presente en estos actuados, no puede descartarse en el caso la existencia de los elementos requeridos para el tipo penal de desaparición forzada de persona de la cual habría sido víctima Gerardo Escobar”. Además, especifica que se advierte “la posible intervención directa de agentes estatales, la falta de información sobre los acontecimientos, especialmente en lo que respecta a la negativa a reconocer la detención y a revelar la suerte o paradero de la persona durante el tiempo en que permaneció desaparecida, y aún después de la aparición del cadáver”.
Con el correr de los meses, la investigación fue brindando nuevas evidencias que acercan a la hipótesis que desde hoy sostienen la querella y la Fiscalía. La noche del 14 de agosto, Pichón fue golpeado por el patovica Cristian Vivas al salir del boliche La Tienda, suceso que se registra en las cámaras de seguridad de la zona. Luego habría sido trasladado a la Comisaría 3ra, detenido por algunas horas y finalmente arrojado al río Paraná ya sin vida. La insistencia de la querella en que la causa se investigue en el fuero federal se sujeta a la necesidad de investigar a fondo la participación de la policía de dicha comisaría. Más allá de los agentes Luis Alberto Noya y Maximiliano Amiselli, que hacían adicionales en La Tienda, y de los patovicas César Ampuero y José Luis Carlino, imputados por encubrimiento, se sospecha que hayan participado más agentes del Estado.
Para fundamentar esta hipótesis la querella acude a varias evidencias, entre las que sobresale el testimonio de una persona que aquella noche estuvo detenida en la 3ra. El testigo cuenta que esa noche ingresó un detenido y que durante unos minutos se escucharon golpes y gritos. Pero en el cuaderno de guardia no se registró ninguna detención en ese período.
Este reciente fallo viene a contradecir al de Bailaque, que en su momento había señalado que esa mención “de ningún modo puede ser considerada suficiente como para inferir a partir de ella que Gerardo Escobar haya estado en esa comisaría, porque la misma sólo revela un comentario que podría haber hecho cualquier persona”. Ahora, este aspecto sí resulta de importancia para entender que pudo haber existido participación de la Comisaría 3ra.
Además, se suman otros puntos, como las irregularidades en los informes de los GPS de los móviles de la seccional, o los trece contactos policiales que se encontraron en el celular del patovica Vivas, y los chalecos tácticos que se le secuestraron al momento de ser detenido. También hay otros testimonios que dan cuenta que el personal de seguridad de La Tienda hacía operativos en conjunto con la Comisaría 3ra durante las noches en que el local bailable abría sus puertas. A esta seccional iban a parar las personas que para la seguridad del boliche cometían algún tipo de disturbio.
Guillermo Campana, abogado querellante, contó a enREDando las expectativas: “Ahora esperamos que se haga el llamado a indagatoria, que se le impute la participación en el delito de desaparición forzada y que se profundice la investigación para conocer qué es lo que pasó”.