El Informe «Las empresas recuperadas por los trabajadores en los comienzos del gobierno de Mauricio Macri. Estado de situación a mayo de 2016», realizado por el Programa Facultad Abierta, presenta un estado de situación de las Empresas Recuperadas por sus Trabajadores (ERT) en la Argentina a partir del cambio de gobierno producido en diciembre de 2015. Un mapa preocupante de las dificultades que las principales medidas del gobierno nacional desataron sobre el sector de empresas sin patrón. Aquellas que sostienen -al decir del poeta Ángel Olvia- gajo a gajo los gajos de la tierra.
Por Jorge Cadus
Foto: CTA Buenos Aires
Ocupando y cantando
«Apoya tu mano derecha en mi cabeza y con tu brazo izquierdo aprieta mi cintura. Pon tus labios en el umbral de mi boca, y acompáñame. Es noche y allí están, sembrando, durmiendo debajo de los tornos, apretados junto al horno frío, compartiendo el tabaco y la foto del hijo», escribió el poeta Ángel Oliva para el enrome trabajo de Alfredo Zitarrosa «Guitarra negra», editado hacia 1978.
Y pide el poeta en ese dulce escrito «pan y rosas para los hombres del mundo, para los que siembran el trigo y levantan la flor. No te vayas, conversa con ellos, y sabrás qué fuerza tienen las palabras con sudor, y verás músculo a músculo, sostener gajo a gajo los gajos de la tierra».
«Aquí están los obreros, ocupando y cantando, y volviendo a ocupar. Ocupando y cantando, cantando la luz en que se teje sangre recién caída; sangre recién caída y caliente porvenir. Pan y rosas para los hombres del mundo, para los amantes de la paz, para los iniciadores de la máquina y la producción maquinista, para los vestidores de los sitios por donde el hombre pasa, para los que siembran el trigo y levantan la flor», escribe y pronuncia, suave y firmemente, Oliva.
Sin patrones
«En marzo de 2016, de acuerdo a los datos de nuestro equipo, existían en la Argentina 367 empresas recuperadas, que ocupaban a 15.948 trabajadores y trabajadoras»; con una «tendencia al crecimiento del proceso de recuperación a partir de 2009», resume el Informe «Las empresas recuperadas por los trabajadores en los comienzos del gobierno de Mauricio Macri. Estado de situación a mayo de 2016», realizado por el Programa Facultad Abierta, dependiente de la Faculta de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires.
Al mismo tiempo, advierte que esa dinámica económica (pero también política y social) «llegó a su fin con el cambio de gobierno. En otras palabras, la tendencia al crecimiento de los casos de recuperación de empresas por los trabajadores que venimos reflejando hasta el momento responde a una etapa socioeconómica que ha cambiado radicalmente en los últimos meses».
En ese sentido, el Informe señala que «a partir de diciembre de 2015 se transita una etapa de regreso a las políticas neoliberales que llevan a la recesión y la pérdida masiva de empleos, pero con el aditamento de un cambio de actitud del Estado hacia las ERT, que pasó de la contención social a la agresividad»; contexto en el cual muchos conflictos «siguen abiertos por distintas circunstancias, llevando incertidumbre a los trabajadores, como Acoplados del Oeste, La Casona, La Litoraleña, La Robla, Suberplastic. Uno de ellos recién vio a los trabajadores volviendo a su fábrica después de 16 meses de lucha, la gráfica Vulcano, y otro de estos terminó con el cierre de la empresa por orden judicial, el restaurante platense La Aguada».
«El enrarecimiento del clima político en los últimos meses antes de las elecciones presidenciales de 2015 y la victoria electoral de un gobierno con un programa abiertamente neoliberal tuvieron innegable influencia en el panorama, más dificultoso de lo normal, que debieron afrontar estos trabajadores, comenzando ya a marcar el contexto que se enfrenta durante 2016», advierte el documento.
Empresas metalúrgicas, de alimentación, gráficas, textiles, de gastronomía, ligadas a la industria de la carne, de la construcción, de la salud, madereras, sujetas a la industria del cuero, en el área de la educación o de medios de comunicación, de transporte, entre otros rubros, forman ese complejo y dinámico caleidoscopio de las empresas sin patrón: las firmas recuperadas y regenteadas por sus propios trabajadores.
En nuestra provincia, existen 26 empresas recuperadas que emplean -de acuerdo al Informe de Facultad Abierta- 1.064 trabajadores. Y que en los últimos seis meses sufren el embate de la restauración de la vieja derecha: «en estos primeros meses del gobierno de Mauricio Macri, los cambios profundos en la política económica nacional también afectan a las empresas recuperadas por los trabajadores, así como al conjunto de la actividad productiva», dice el documento. y describe con precisión que «los impactos más evidentes están relacionados con el aumento generalizado de costos de los insumos, el descenso abrupto del consumo, la apertura de importaciones, la devaluación que encareció insumos importados y arrastró a los nacionales y, principalmente, por los enormes aumentos tarifarios, especialmente en electricidad y gas, indispensables para el funcionamiento de cualquier unidad económica».
En ese contexto adverso, las empresas recuperadas «deben intentar continuar produciendo con un gobierno que, hasta el momento, no solo no ha tomado ninguna medida en su favor, sino que ha demostrado indiferencia y hostilidad», consigna el trabajo.
Cristal de soledad
En la mitad justa de la década del 90, la Cristalería Vitrofín SA, asentada en Cañada de Gómez, cerró sus puertas en mitad de denuncias de vaciamiento, y clausuró también las posibilidades de trabajo de alrededor de ochenta operarios. Sin embargo, desde esa misma cerrazón de oportunidades nació otra esperanza, diferente y hasta entonces, desconocida por los propios obreros: la autogestión. El aprendizaje de la organización horizontal, sin patrones y con desafíos que se multiplican en el trabajo cotidiano.
La Cooperativa de Trabajo Cristalería Vitrofín Ltda, nacida de las urgencias de futuros posibles para una treintena de laburantes, atravesó diez largos años de tropiezos, luchas y recaídas. Recién será en mayo del 2002, después de 7 años y medio de inactividad fabril, que se retoman las negociaciones para la reapertura de la firma. Un par de años después, los trabajadores adquirieron la planta en un remate, buscaron inversores y reactivaron una industria sin demasiados exponentes en el país: la fabricación de copas de cristal, carameleras y floreros; al tiempo que se implementa la formación de nuevos artesanos cristaleros, a partir de los saberes de los trabajadores más experimentados.
Omar Pelli, referente de la cooperativa, detalló que «trabajando en Vitrofin somos 60, pero dependen otras 30 familias más; porque contamos los distribuidores, que a su vez tienen talleres donde se agrega mano de obra y sub-distribuidores o vendedores».
Desde diciembre del 2015, con la llegada de la Alianza Cambiemos al gobierno nacional, Vitrofin enfrenta una nueva serie de desafíos que la pone, quizás como nunca antes, ante una encrucijada: a la devaluación y la caída en la demanda interna, se le suma un aumento en el servicio de gas que pasó de $44.000 en febrero/marzo a $293.000 en el período abril/mayo.
Para Pelli, «esta es una aberración, desestabiliza a cualquiera empresa y nosotros que venimos trabajando hace 13 años, vivimos de lo que fabricamos, nos encontramos con esto; además del déficit de ventas por la crisis en general; no lo podemos volcar al producto a este tarifazo, porque ¿cómo hacemos para volcar ese 600% a la producción cristal?».
«Si acá no aparece una tarifa social es imposible, pero no solamente nosotros, acá en Cañada de Gómez debe haber una montón de empresas que deben estar en la misma situación y más si trabajan con suministros de gas; ni hablemos del aumento de energía de un 500%; es una locura; aunque sea el gobierno hubiera implementado una tarifa social que resguarde a las pymes, pero la idea del gobierno no es esa», resume el cooperativista.
Costuras
El 15 de febrero del 2014, la localidad santafesina de Carreras amaneció con los trabajadores de la planta fabril Plenit -perteneciente a la familia Borque, e instalada en esa comunidad desde el año 1969- movilizados frente a las instalaciones de la empresa, que de manera intempestiva bajaba sus persianas.
A partir de las gestiones encaradas desde el gobierno comunal de la localidad, y el apoyo de diferentes instancias del gobierno nacional, los trabajadores pudieron sortear el amargo fantasma de la desocupación y conformar una Cooperativa que tomó el nombre de la comunidad que dio sustento a la lucha: en julio de aquel mismo año, la Cooperativa Textil Carreras comenzaba a retomar el trabajo bajo gestión obrera, continuando con la elaboración de prendas íntimas para marcas nacionales como Avon, Le Motive y Playboy. Al mismo tiempo, avanzaron en gestiones con Fabricaciones Militares para confeccionar fundas para chalecos antibalas. En base a los nuevos modos de organización, en un año y medio la firma no sólo aumentó su productividad sino que generó un incremento salarial para sus operarios, que en algunos casos llegó a un ciento por ciento.
«Ahora somos 70 empleados. Los que veníamos trabajando antes del retiro del empresario éramos 88, o sea que la mayoría de los trabajadores seguimos y nos consolidamos», señalaba orgulloso el encargado general de la cooperativa, Mauricio Trovato.
Sin embargo, desde diciembre del 2015, la zozobra retornó a las paredes de la firma. El presidente comunal de Carreras, Germán Batista, mostró en diálogo con este medio la preocupación cotidiana: «muchas de las decisiones políticas que se han tomado han impactado duramente en los sectores medios y más vulnerables de la comunidad. Hablamos de servicios, de gas, de energía eléctrica, hasta del querosén», sintetiza. Y puntualiza que «vamos monitoreando a la cooperativa día a día, y es un tema que nos preocupa, por el impacto profundo que han tenido los tarifazos en los servicios. Si bien la cooperativa trabaja, está atado al poder adquisitivo de cada trabajador. Ese poder adquisitivo no fue mejorando en relación al proceso inflacionario que tenemos en el país. Quiero decir: en la cooperativa se está trabajando, pero se sacrifican parte de las ganancias para poder ser competitivos y poder seguir en el mercado».
Como salida alternativa a la devaluación, el ajuste y el tarifazo, la cooperativa intenta ampliar el horizonte de trabajos: «ahora se trabaja en la finalización de prendas, se reciben las prendas cortadas y acá se realiza el ensamble para que se comercialicen. En ese sentido están cautivos de las marcas para las que trabajan, en la misma mecánica que tenían antes de la quiebra de Plenit. Por eso ahora, a través de distintos programas se logró equipar a la cooperativa para cerrar el círculo industrial, y generar las prendas en su totalidad y conseguir una marca propia. Es un aprendizaje constante, se venía de un esquema vertical, cada uno en su máquina haciendo su parte, y se pasó a una organización horizontal, cooperativa, donde todos tienen que ir viendo cómo llevan adelante el emprendimiento. En ese camino hoy hay setenta trabajadores, sosteniendo la fuente de trabajo y formando parte de la Cooperativa Textil», define el mandatario comunal.
La vieja derecha
«Las empresas recuperadas se encaminan a enfrentar un ciclo económico que parece apuntar a una nueva desindustrialización de la estructura económica argentina, etapa en la que se pueden identificar los elementos característicos del neoliberalismo de Menem y Cavallo de los años 90 (desregulación, flexibilización y precarización extremas, apertura de importaciones, endeudamiento externo, etc.) pero a una velocidad inicial mucho mayor», advierte el Informe del Programa Facultad Abierta presentado en el BAUEN.
Y registra los nuevos golpes que se descargan sobre las Empresas bajo gestión obrera:
– Los cambios en la relación con el Estado: «No sólo desaparecieron o se desactivaron las políticas específicas sino que, como se desprende de ese desinterés manifiesto, el nuevo gobierno no tiene ningún tipo de interlocución específica con las empresas recuperadas».
– Veto sistemático a leyes de expropiación: «Mauricio Macri tuvo como conducta sistemática el veto de leyes relacionadas con empresas recuperadas durante su mandato como Jefe de Gobierno de la CABA», al tiempo que «la gobernadora María Eugenia Vidal, en la provincia de Buenos Aires, ya lleva tres vetos. El más notorio es de la fábrica de acoplados Petinari, recuperada por sus trabajadores como Cooperativa Acoplados del Oeste, cuya expropiación fue votada por unanimidad tanto en el Senado como en Diputados de la provincia de Buenos Aires (lo que incluyó al propio bloque del PRO). También fue vetada la expropiación de la fábrica de cierres relámpagos Depe y el Hospital de Lavallol…»
– Corte de compras a cooperativas de trabajo: «el caso más claro es el Ministerio de Seguridad, que compraba chalecos, uniformes y ropa de trabajo a las cooperativas de la Red Textil Cooperativa (algunas de ellas recuperadas, la mayoría no), provocando el cese del trabajo de la mayoría».
– Ofensiva judicial y represión: «aumento de causas penales por usurpación contra los trabajadores que ocupan las plantas, incluso bajo funcionamiento con permisos de juzgados comerciales. De esta manera, las causas penales paralelas a la comercial en la que se sustancia la quiebra se convierten en una amenaza para el desalojo que, por los mecanismos vigentes a partir de la reforma de la ley de quiebras, debería no estar contemplado. Esto derivó en varios casos de desalojo o intentos».
En ese camino, las situaciones atravesadas por el restaurante La Aguada en La Plata, Industrias RB en Martínez, el frigorífico mendocino La Lagunita, Cresta Roja y la televisora comunitaria Antena Negra TV fueron el prólogo a la brutal ocupación de la cooperativa Por Más Tiempo, que edita el periódico Tiempo Argentino, avalada por el propio Mauricio Macri que calificó a los trabajadores de «usurpadores».
Apoyá tu mano
«La situación es claramente preocupante y el panorama muestra una ofensiva contra las empresas recuperadas por varios frentes», asevera con lucidez el documento generado desde el Programa Facultad Abierta y el Centro de Documentación de Empresas Recuperadas, dependiente de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
Y resume la importancia del sector en la dinámica económica de la comunidad: «se han ido conformando como una alternativa al desempleo y a la precarización laboral a través de la autogestión. Constituyen así una alternativa para enfrentar las consecuencias de las políticas neoliberales que atentan contra el empleo y la producción, construyendo además otra forma de hacer economía, sin patrones».
Por eso, «las acciones desplegadas hasta el momento por el gobierno buscan, principalmente, crear un marco de precariedad laboral y desocupación que permita presionar los salarios de los trabajadores formales a la baja. Para completar ese círculo, también hay que hacer inviable la alternativa de la recuperación y del trabajo autogestionado», previene el Informe.
Y concluye: «el problema es que para conseguir esos propósitos, todavía hay que vencer la resistencia de trabajadores que no nacieron como sujetos pasivos de su destino, sino que lucharon para forjarse uno propio, ocupando, resistiendo y produciendo a través de la autogestión».
La resistencia sostenida por trabajadores sin patrón, ocupando y cantando, y volviendo a ocupar.
Esa que sabe -como escribe Ángel Oliva- que «entre espuelas, martillos y esperanza, dulce y amarga, Patria, nos espera».