El intento de acto por el Día de la Bandera, destacado por la presencia de Mauricio Macri, se tiñó de violencia de la mano de las fuerzas represivas. Mientras de un lado del cerco el presidente hablaba de alegría, del otro lado la Gendarmería repartía palazos.
Por Martín Stoianovich
El Monumento a la Bandera estuvo cercado por vallas y todo tipo de fuerzas de seguridad. Sólo pudieron pasar niños y niñas de distintas escuelas que juraron lealtad a la bandera, acompañados por un familiar. También hubo lugar para distintas agrupaciones de ex combatientes de Malvinas, y un pequeño cerco para la prensa acreditada. El acto principal fue rápido, y el presidente Mauricio Macri sólo habló siete minutos. “Trabajo, trabajo y trabajo para todos los argentinos”, gritó con trabada euforia a la vez que a unas pocas cuadras la Gendarmería Nacional reprimía a los integrantes de la Multisectorial contra los Tarifazos que se manifestaban. El concejal del Movimiento Evita, Eduardo Toniolli, recibió un golpe en la cabeza que le produjo un corte.
Si hubo algún intento de despolitizar el acto, no se logró. En el Monumento no hubo banderas partidarias ni consignas estrictamente políticas, pero sí una multitud de niños y niñas que coreó la consigna de campaña del Pro “Sí se puede” ante el pedido del presidente-animador. Un producto de la inocencia manipulada. Mientras, en las inmediaciones por detrás de las vallas hubo represión, aunque los medios masivos pretendan hablar de enfrentamiento. De un lado la Gendarmería Nacional avanzó con escudos y palos. Del otro lado, donde los únicos palos eran para sostener carteles con consignas contra los despidos y los tarifazos, respondió la bronca de los excluidos que no pudieron acercar sus reclamos a menos de trescientos metros de distancia.
“Me parece que se pasaron, con la seguridad no dejan pasar a nadie”, dijo –temprano- una mujer que miraba a la gente amontonándose en fila para pasar ordenadamente a la zona permitida. Porque fue así: hubo zonas permitidas para personas con permisos. Por eso incluso los macristas que no tenían forma de pasar intentaron saludar al presidente de lejos, aunque también cercados por las fuerzas de seguridad.
Y dentro del Monumento hubo globos, esta vez celestes y blancos, para que los niños y las niñas jueguen. “Se escucha mucho cuchicheo pero poco espíritu festivo”, pronunció el orador en un acto reflejo de sincera descripción. No hubo espíritu festivo. Sólo de algún grupo minúsculo de ciudadanos que cantaron el “Sí se puede”, que luego entonó Macri y pidió a los más chicos que imiten. También se escucharon insultos al presidente, colados en el amontonamiento de quienes lo aplaudían, siempre del otro lado de las vallas.
No hubo despolítica en este acto del Día de la Bandera. Ni siquiera en las palabras de Macri y su repetido discurso del “puente entre lo que debemos y podemos ser”, en la repetición de la alegría, la pobreza cero, el esfuerzo y el trabajo como conceptos sueltos que se unen en una suerte de prédica. La política estuvo, aunque no lo pudieran ver los pequeños que sonreían y los padres que acompañaban. Estuvo en la prensa cercada y acotada a relatar “el color”. Estuvo, además de en las vallas, en el cerco humano que hizo el aparato represivo del Estado nacional. Estuvo también en la condescendencia del socialismo provincial que mientras sigue hablando de derechos agacha la cabeza ante la avanzada represiva del Pro.
Y, sobre todo, hubo política en los palazos dirigidos a quienes se manifestaron.
“Veníamos movilizándonos con una columna bastante nutrida de la Multisectorial de Rosario contra los tarifazos. Veníamos acompañando esa marcha que se desplazó desde Córdoba y Paraguay, en la Plaza Pringles, y cuando llegamos a la esquina de Laprida, a unos 300 metros de donde se estaba haciendo el acto, sabiendo que iba a haber un vallado perimetral y sin ninguna intención de traspasarlo, nos encontramos con una especie de embudo, de tapón, con cientos y cientos de gendarmes, quienes empezaron a empujar a la cabecera de la marcha y a golpear con los escudos. Como no era la intención confrontar, decidimos ir por otra calle, lo hicimos por calle Rioja, y allí nos encontramos de nuevo con un cordón, ahí sí mucho más grande e improvisado, porque se armó en el momento, y cuando nos acercamos, los gendarmes entraron a dar palazos con todo a los que estábamos en primera fila”, relató el concejal Eduardo Toniolli a los medios de comunicación luego de ser agredido. La Multisectorial está conformada por distintos espacios políticos como el Movimiento Evita, el Frente Social y Popular, Iniciativa Popular, el Partido Comunista y Ciudad Futura, como así también por referentes sindicales, de organizaciones sociales, y también comerciales.
En los minutos anteriores al acto, también por imprevista coincidencia, entre las canciones que musicalizaron la previa se coló “De igual a igual”, de León Gieco.
“Si me pedís que vuelva otra vez donde nací
yo pido que tu empresa se vaya de mi país
Y así será de igual a igual”.
No hubo vallas para este mensaje.
6 comentario
Muy buena nota Martin. Te invito a leer esta nota de un medio de San Nicolás : http://airevisionsn.com/index.php/politica/6287-represion-en-rosario-en-el-festejo-del-dia-de-la-bandera
El Partido Comunista tambien forma parte de la Multisectorial, omisión??
Ya está agregado en la nota. Gracias por destacarlo. Sabemos que son muchas las organizaciones y espacios políticos que lo componen. Saludos.
CREO QUE SE DEBIO RESPETAR EL ACTO TAN SOLEMNE PARA LOS NIÑOS DE JURAR LA BANDERA.
No pueden ser tan sinverguenzas hablando de que hubo represion. Si hubo seguridad es xk estamos en rosario una de las provincias mas inseguras del pais y otra xk hay gente que solo se dedica a hacer problema. Primero averigua bien que paso yo estuve ahi y sabes me daria verguenza de mentir tan descaradamente lastima x como se manejan. Ensima que uno le brinda seguridad en todo sentido vienen y empiezan a insultar escupir ( mujeres y hombres) y agredir. Que hablan que fueron cientos y cientos que fueron a reprimir nosotros nos dirigiamos a nuestro colectivo y empezaron con la agresion no pueden ser tan sinverguenzas cara rota de denunciar cosas que no son y ensima de sacar cara x gente que se robo hasta el ultimo peso y fundio nuestro pais. Lamentable x su actuar verguenza agena mujeres que escupian insultaban que tipo de educacion lamentable.
La lacra faldera siempre estuvo al servicio de los gobiernos de derecha y neo liberales y esta vez no ha de ser la excepción, caranchos anti obreros mal llamados gendarmes, siempre al pie del amo.
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