A principios de marzo el Ministerio de Educación de la Nación anunció el desmantelamiento del equipo central del Plan Nacional de Inclusión Digital Educativa (PNIDE), la pata pedagógica del programa Conectar Igualdad. Desde entonces los trabajadores reclamaron la reincorporación, el pago de meses adeudados, y la continuidad del programa. Entrevistamos a Javier Castrillo, referente de Conectar Igualdad desde sus inicios y coordinador del PNIDE quien historiza el programa, responde a las críticas que recibió y, sobre todo, expresa su gran impotencia ante este contexto de desarme de un programa sumamente virtuoso.
Por Florencia Roveri para APC
El Programa Conectar Igualdad es el mayor programa de inclusión digital que jamás haya existido. Muchos lo han señalado. En 5 años de existencia distribuyó 5 millones y medio de netbooks a docentes y estudiantes de escuelas públicas secundarias, escuelas de educación especial e institutos de formación docente. Conectar Igualdad, su nombre, reúne y destaca los sentidos de esta política pública que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner lanzó en el 2010 con el objetivo de “promover la igualdad de oportunidades entre todos los jóvenes del país, al brindarles un instrumento que permita achicar la brecha digital”. El programa además de realizar el reparto de máquinas, contaba con una coordinación pedagógica para la implementación de las TIC en el ámbito del aula: el Plan Nacional de Inclusión Digital Educativa (PNIDE). En el último mes, el gobierno anunció que no iba a continuar.
Al asumir el gobierno de Mauricio Macri, la coordinación general del equipo, a cargo de Laura Pennaca dejó su cargo para dar lugar a las nuevas autoridades. La web del PNIDE registra una publicación realizada por Pennaca en la que hace un detalle de la reunión mantenida con María Florencia Ripani, en representación de las nuevas autoridades durante la cual ofrece información sobre el funcionamiento del programa así como su colaboración para realizar los vínculos con áreas relacionadas de otros Ministerios. Después de esta reunión, las nuevas autoridades no volvieron a hacerse presentes. Luego de tres meses de incertidumbre y de no percibir los salarios por su trabajo de enero y febrero, 110 trabajadores del PNIDE recibieron a principios de marzo la notificación de la discontinuación del programa.
Quienes trabajaban en el PNIDE eran los responsables de recorrer el país para capacitar docentes y desarrollar propuestas pedagógicas construidas conjuntamente con cada una de las escuelas. El PNIDE realizó además el desarrollo de los sistemas operativos Huayra Primaria GNU/Linux, Huayra Servidor y Huayra Robot, todos de software libre y el soporte tecnológico en las provincias y de él depende la coordinación nacional del Conectar Igualdad, que recientemente el Ministerio había agrupado junto con Primaria Digital, otra política pública que proveía aulas virtuales al primer nivel educativo y que también se desmantela con esta medida. El equipo incluía a licenciados en educación, comunicación, sociólogos, antropólogos, filósofos, un equipo de desarrollo tecnológico integrado por programadores, diseñadores gráficos, y personas dedicados a la gestión y administración del área.
Garantizar la continuidad
A pocos días de la noticia de la no continuación del Plan, el Ministerio de Educación difundió un comunicado ambiguo y confuso, asegurando que el programa Conectar Igualdad no se vería afectado y que la medida sólo implicaba el despido de 58 trabajadores contratados a través de convenios con universidades. En este marco se realizaron diversas campañas de visibilización del conflicto y de apoyo al reclamo de los trabajadores, reclamo que no contó con difusión en los medios masivos. Por el contrario, en un contexto de mucha incertidumbre y nula información oficial, la prensa masiva cerró el tema con el falaz comunicado del Ministerio, que aseguraba que el Programa continuaba con “absoluta normalidad”, ya que solo se transfería a Educ.ar y solamente se desmantelaba el PNIDE.
“Frente a la confusión existente y la falta de información, los docentes y estudiantes, que accedimos a los múltiples beneficios de Conectar Igualdad durante estos cinco años, exigimos al Ministro de Educación de la Nación que aclare, en conferencia de prensa, sin dilaciones, cuál es exactamente la situación en la que se encuentra el programa Conectar Igualdad y los criterios de la mencionada transferencia” solicitaba un comunicado de docentes autoconvocados que circuló por esos días, y llamaba a solidarizarse con los despedidos. “Pedimos que garantice a la comunidad educativa la continuidad de este plan: continuidad en la entrega de computadoras a estudiantes y profesores, continuidad de todos los profesionales que hasta el momento tuvieron y tienen a su cargo los trabajos técnicos y la capacitación. Repudiamos los despidos de trabajadores, sean estos 58 o 1.100, conforme a las diferentes versiones”. El comunicado destacaba que “como han señalado los investigadores que registraron los impactos de la implementación de Conectar Igualdad, los mismos reflejan la potencia transformadora de las políticas públicas inclusivas. Conectar Igualdad fue y es un instrumento imprescindible para reducir brechas digitales, educativas y sociales.”
Organizaciones de software libre por su parte también difundieron un comunicado en apoyo al Programa . “Las organizaciones que promovemos el software libre queremos expresar nuestra preocupación frente al incierto futuro del Programa Conectar Igualdad y las políticas de educación en tecnologías de información y comunicación. La implementación de cambios que afecten sustantivamente la continuidad de un programa bien establecido y con logros destacables y reconocidos internacionalmente merece un profundo debate previo”. Este grupo de organizaciones subrayó además una “enorme preocupación ante la ausencia de información sobre el contenido de las conversaciones que el presidente Mauricio Macri mantuvo en Davos con el CEO de Microsoft. Sería un franco retroceso, después de años de desarrollo de software libre en el Estado, poner en manos de corporaciones transnacionales de software privativo decisiones estratégicas sobre las tecnologías que utilizan los jóvenes argentinos.”
El gobierno nacional y el Ministerio de Educación siguieron en la misma postura y no hubo aclaración ni definiciones durante el mes de marzo. Los trabajadores realizaron diversas acciones de protesta y reclamo, acompañados por su gremio, la Asociación de Trabajadores del Estado, pero sin instancias de diálogo. Un agravante de la situación laboral de los integrantes del PNIDE es que estos tenían contratos, es decir una relación laboral precaria, que vencía el 31 de marzo. Las autoridades no volvieron a aparecer.
Sobre finales de mes los trabajadores cobraron enero y febrero, y dos días después las oficinas del PNIDE comenzaron a ser físicamente desmanteladas, en lo que constituyó la primera acción concreta del actual gobierno. En esos días, entrevistamos a Javier Castrillo, coordinador de investigación y desarrollo del Programa Conectar Igualdad y referente del programa desde sus inicios.
“Conectar Igualdad no es solo entregar computadoras”
“No solo no hubo diálogo, sino que la única comunicación fue el comunicado antes mencionado. Queremos dejar bien en claro que es un comunicado mentiroso. Bullrich dice que se van a seguir entregando computadores. Eso no es Conectar igualdad. Conectar Igualdad no es solo entregar computadoras”. Castrillo describe las cuatro patas que conforman el PCI. Las dos más visibles son ANSES que se encarga de distribuir las netbook y el Ministerio de Educación, que se encarga de la implementación en el aula. “La distribución la hace ANSES por la capacidad territorial y la logística que tiene, ya que en cada pueblo hay una oficina de ANSES, y porque administra los fondos del Tesoro Nacional que es de donde se financia Conectar Igualdad. Pero los contenidos, el software educativo, los programas de capacitación, el acompañamiento situado, el territorio… eso es lo que se corta, que es lo que hacía el Ministerio de Educación”.
La tercera pata del Programa, ya no existe: era el Ministerio de Planificación que se ocupaba de la conectividad de las escuelas a través del programa Argentina Conectada y de la Televisión Digital Argentina -otro programa en retirada- porque las netbooks traen un sintonizador de televisión digital, que convierte a la netbook en un receptor de televisión digital. La cuarta pata era Jefatura de Gabinete de Ministros que hacia la coordinación, la línea directa con el poder ejecutivo. “Cuando Bullrich habla de la conectividad y del reparto en verdad está hablando de otras patas del programa, no de lo que a él le compete, que es la que está desmantelando”.
Desde el origen mismo del programa, Javier participó del proyecto. “Comencé en 2010, a los cuatro meses que arrancó el programa”. Inició su recorrido en Educ.ar, luego pasó por ANSES donde desarrolló Huayra y más tarde coordinó en el Ministerio de Educación el PNIDE, donde quedó a cargo de I+D. “En verdad somos… éramos… un gran equipo que va desarrollando tareas en diferentes áreas y ámbitos”. Castrillo enumera con detalle y orgullo los proyectos más recientes del Programa y las líneas de trabajo que estaban proyectadas para este año. “El último día de nuestra gestión, el 9 de diciembre de 2015, lanzamos Huayra 2.0, la segunda versión de nuestro sistema operativo libre. Sacamos también en diciembre la versión de Huayra servidor, para las aulas digitales de Primaria Digital. Antes eran Debian pero cerrados, hechos por una empresa. Con esos desarrollos se había ganado tremendamente la soberanía. “Teníamos también el plan de trabajo bianual, aprobado por Consejo Federal de Educación por unanimidad. No estamos hablando de planes que nosotros teníamos. Esto está todo documentado, aprobado por todos los Ministros de Educación de todas las provincias del país. Incluso Bullrich lo aprobó siendo Ministro de la Capital”.
El trabajo que el área coordinaba con las escuelas había concretado una primera cohorte en 2015 y se planificaba una segunda en 2016. “Trabajamos con tres puntos fundamentales: uno, la programación y el desarrollo como eje, porque el objetivo era que la tecnología sirva para programar, para abrir las mentes, para hacer cosas juntos. Todo, todo, todo con software libre, que se alinea con los otros dos puntos: la soberanía nacional y la construcción colectiva”.
En 2015 los equipos trabajaron en el desarrollo de cortos de ficción o documentales en la net. “Trabajamos con todos los profesores de manera transversal: para hacer el guión, para hacer los vestidos, para hacer las tomas, el trabajo en equipo. Si era un documental había que investigar nombres, situaciones, lugares locales. Si era ficción, se tomaba una historia ya escrita y se versionaba. También se podían escribir historias propias. Fueron experiencias super interesantes. Hicimos dos muestras a fin de año. La de Programación la hicimos en Tecnópolis y se llamó Liberar. Y tambien hicimos un festival de cortos en el propio Ministerio de Educación. El gran objetivo de este año y que estábamos ahí nomás de lograrlo era que las netbooks salieran solamente con nuestros sistema operativo libre Huayra y que no tuvieran ya la participación de Microsoft y de ninguna otra empresa”.
Castrillo también hizo referencia a las críticas que recibió el programa. Las más recurrentes en relación a la tarea docente, al mantenimiento de las máquinas y a la conectividad. Castrillo señala que hay “críticas académicas que provienen de visiones totalmente distintas de lo que queríamos desde el PNIDE. Es lo mismo que podría opinar cualquier funcionario del gobierno actual. Hablaban de la conectividad como la gran panacea del programa. Nosotros hablamos de soberanía y construcción federal”. También señala que muchas críticas eran por desconocimiento del Programa. “No es que no acepte las críticas, pero nos criticaban la construcción federal y un montón de compañeros nos dedicamos a viajar y a ir a las escuelas. O me hacen comentarios en relación a la netbook de la sobrina que está en 5to. grado, cuando la netbook se distribuyen en la secundaria. O referencias a la versión de Ubuntu (sistema operativo de software libre) que nunca fue usado en las netbooks”.
En cuanto al mantenimiento de las netbooks, Castrillo subraya que es un aspecto del programa que tiene una altísima complejidad. “Sí, era una deuda. El servicio técnico es algo complicado. Estamos hablando de 5 millones y medio de máquinas en tres millones de km cuadrados. Las máquinas volvían a Buenos Aires y eso era un problema. Además, los primeros dos años las empresas que hacían el trabajo cobraban por anticipado. Se calculaba que el 7 por ciento aproximado tendría problemas técnicos y por eso cobraban. Después era difícil reclamar apuros”. Había máquinas de 11 los proveedores y todos los servicios técnicos recibían todas las marcas. Por ende todos debían tener provisión de repuestos en los 24 distritos para las 11 marcas. “Los pliegos tampoco lo exigían. En 2014 se realizó un nuevo pliego con una cláusula que aplica penalidades cuando las empresas no cumplen en tiempo y forma. Desde entonces los trabajos se cobran cuando la máquina vuelve y la directora o el director de la escuela firman que la máquina volvió reparada. Eso cambió totalmente la óptica. Pero estos cambios no se ven de un día para otro porque estos procesos tienen una inercia enorme”. Javier agrega que se estaban estudiados otras soluciones como descentralizar el servicio técnico a través de convenios con universidades. “La idea era tener 10 universidades en todo el país que capaciten a técnicos reparadores y que hagan convenios con fabricantes para tener stock de repuestos. Esa podría ser una salida. Esto también se trunca”.
“En cuanto a la capacitación, se argumentaba la falta de conocimiento de los profesores sin ni siquiera conocer el PNIDE. Los trayectos pedagógicos, las capacitaciones, construidos federal y colectivamente, no desde una oficina en Buenos Aires, están publicados en la web (pnide.educacion.org). Cuando se creó el PNIDE, nosotros pateamos el tablero. No queríamos capacitaciones muy masivas en Buenos Aires, grandes eventos. Somos partidarios de lo que llamamos capacitación situada. El resultado son 19 mil docentes capacitados en el 2015 con nosotros yendo a las escuelas. Hacíamos encuentros de núcleo, en donde se revisaban los lineamientos. En tu escuela, ¿cómo aplicamos estos lineamientos?. Se hacían 3 encuentros con períodos de 2 meses entre uno y otro. Fue una capacitación totalmente revolucionaria, un cambio paradigmático que no se da ni en 6 meses ni en un año”.
“Nosotros mismos siempre fuimos conscientes que no hubo en todo el mundo un programa similar, de esa magnitud. Entonces no hubo muchos espejos en donde mirarse y fuimos aprendiendo en la medida que íbamos creando. Las primeras máquinas arrancaban por default con Windows, después pudimos poner por default con Linux y unos años después contábamos con nuestro propio sistema operativo. Los lobbies iban más rápido que las propios comunidades pero los pudimos sacar”.
“Nosotros mismos siempre fuimos conscientes que no hubo en todo el mundo un programa similar, de esa magnitud. Entonces no hubo muchos espejos en donde mirarse y fuimos aprendiendo en la medida que íbamos creando»
Javier cuenta con un camino previo en militancia relacionada al uso de las tecnologías, específicamente en la difusión del software libre en ámbitos educativos. Participó de organizaciones como Gleducar o Fundación Vía Libre. “Pero básicamente mi militancia del software libre fue en la Escuela de Oficios San Cayetano, la 401 de Vicente López, la primera escuela en la que se usó enteramente software libre para todo. Estuvimos 18 años trabajando y todavía sigue siendo un paradigma del uso del software libre en educación en la provincia de Buenos Aires. Estuve ahí desde 1993 al 2011, cuando empecé en Conectar Igualdad a tiempo completo. Entre los viajes y el ritmo de trabajo del programa era imposible tener otra actividad”.
Desde su ingreso al PCI no paró. Desarrolló las más variadas tareas. “Desde el 2011 hasta fin del año pasado recorrí literalmente todo el país, en las escuelas, en las escuelas y en las escuelas. En el 2010 empecé haciendo una plataformas de seguimiento, junto a GECOP, otra cooperativa de software libre. Ya a pleno en Conectar Igualdad, hice el manteniendo de esa plataforma y desarrollé talleres de robótica y de videojuegos siempre con software libre. En el 2012 empezamos a hacer que las máquinas arranquen por default con el Linux. Desarrollamos una variante de Linux 1000 porque el que había no andaba. En 2013 arrancamos con el desarrollo del Huayra en ANSES, hice el desarrollo del equipo y lo coordiné hasta mediados de 2014, cuando se forma el PNIDE. La coordinadora nacional, Laura Pennaca me invita a trabajar con ella, y le dije que sí inmediatamente porque ella fue una gran impulsora de Huayra en ANSES. Ahí pasé nuevamente a Educación. Coordinando el departamento I+D, desarrollamos Huayra Primaria, Huayra Primaria 2, Huayra Robot, para las escuelas que utilizaban este proyecto de robótica, con Arduino, y con Icaro que es una plataforma cordobesa de software y hardware libre y con Robot Group, que ya lo tenían muchas escuelas. Desarrollamos Huayra Servidor. En Conectar Igualdad hice de todo: mantenimiento, cuadrilla, piso tecnológico, manuales, sistema operativo, capacitaciones, talleres a alumnos, a docentes, a administradores de red. Y últimamente las coordinaciones que son tareas más políticas, de hablar con gobernadores, con ministros de educación, sobre cómo cambiar las cosas. Les decíamos que no había que dar clases de word y de excel, sino que había que enseñar a programar y aprender todos juntos. Una tarea más política que técnica. En 2015, también fui coordinador del equipo de Comunicación”, resume.
En este grave contexto de transitar por una situación de desmantelamiento de un programa, Castrillo cuenta con el privilegio de haber protagonizado la concreción de algunos de sus ideales: aquello que desarrollaba en la San Cayetano se convirtió en una política pública de inclusión digital sumamente virtuosa. “Fue como jugar en la primera de River. Como si me llamara Gallardo para decirme que mañana jugaba de 10. Yo venía de una militancia barrial pero siempre creí en la conducción política, en las políticas como las que realmente pueden cambiar la cuestión. Esta es mi opinión. Cuando estás en el barrio todo bien con la horizontalidad, pero lo que verdaderamente cambia las cosas para mucha gente son las políticas nacionales. Me llamaron, valorando lo que hice y me invitaron a que lo haga desde el estado. Siempre quise hacer esto. Estoy profundamente orgulloso de lo que hicimos en San Cayetano y de todo lo que hicimos en Conectar Igualdad. Junto con mis hijos es lo mejor que hice en mi vida”.
«Tenemos que capitalizar esta experiencia de 5 años en espacios de gestión nacional. Hoy nuestra cabeza está en el 2019. Tenemos que volver a tener a la vaca de Huayra volando bien alto, arriba del Ministerio”.
El compromiso y participación de estructuras de estado también suma otras dinámicas. “Era nuestra pasión, dejamos la vida ahí. Cuando hacíamos las cosas en San Cayetano éramos los campeones de la solidaridad, pero cuando los hacíamos desde el gobierno, ya nos habían cooptado. Yo siempre fui peronista, pero no orgánico. Lo que pasaba es que las políticas que nacen desde el pueblo se estaban aplicando en nuestro país. Era algo brillante. Algunos compañeros hoy nos dicen que sentían un estado presente, “estaban ustedes, entonces nos relajamos” me dijeron. Desde donde yo estaba no se sintió eso. Sentíamos por momentos que la comunidad nos cuestionaba. Pero con ellos, con ustedes en este rearme nos encontraremos. Tenemos que capitalizar esta experiencia de 5 años en espacios de gestión nacional. Hoy nuestra cabeza está en el 2019. Tenemos que volver a tener a la vaca de Huayra volando bien alto, arriba del Ministerio”.
Que así sea.
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1 comentario
muy interesante y penoso!
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